ORAR CON EL EVANGELIO: (Mc.1.12-15)

  • CUARESMA. COMENZAMOS DE NUEVO UN CAMINO

Cuaresma, es el camino de los seguidores de Jesús. Camino que sube a Jerusalén a celebrar la PASCUA y vivir la culminación de la entrega de Jesús.
Para andar esta senda tendremos que recorrer algunas etapas: las etapas de la vida. El punto de partida será la situación vital de cada uno en el momento presente. El punto de llegada será una vida más acorde con el proyecto que Dios tiene con cada uno y con la humanidad entera.

Esto requiere CONVERSION.

El seguimiento de Jesús comienza por la CONVERSIÓN. EL Señor nos pide que dejemos nuestra manera de vivir si es necesario,  para creer  en lo que nos propone el  evangelio y cambiar de vida.

La conversión está en el centro del Mensaje Evangélico. Nos lleva a un cambio de camino, de mentalidad, quizá de forma de vivir, de pensar, de creer de amar. Para vivir la conversión a la que nos invita Jesús en su Evangelio son necesarios los cuatro pasos:
Revisar, discernir, cambiar, vivir.
Revisa
r la propia vida y la vida social que nos rodea.

Discernir por donde pasa el Evangelio en estos días.

Cambiar lo que nos aleja de Jesús y lo que impide que la sociedad se construya según los valores del Reino.

Vivir el cambio que descubrimos en la oración, en la reflexión compartida, el discernimiento comunitario. Cambiar con gestos, actitudes, decisiones concretas,

La Palabra de Dios es viva y eficaz. Transforma a aquel que la quiera escuchar y proclamar. La Palabra es cada persona en busca de un proyecto y una vida digna… Dios nos habla en la vida. Le escuchamos con más claridad, en los pobres, los necesitados de escucha, y otras necesidades.

Los textos bíblicos de Cuaresma nos introducen en la verdadera espiritualidad que Dios nos invita a seguir y para vivirlo, debemos cambiar el corazón, nuestras actitudes.
Is. 58, 1-14; Mt. 25, 31-46.

Que Dios nos dé una mirada profunda que sepa ver y celebrar su paso por nuestra historia. Que Él nos ayude a vivir atentos a todo aquello que nos aparta de su proyecto. Que su Espíritu nos haga  confesar con nuestras palabras y nuestras obras que Jesús de Nazaret es el Camino, la Verdad y la vida de nuestra historia.

Así nos dice Marcos en las primeras palabras de su Evangelio:

“El tiempo se ha cumplido: El Reino de Dios está cerca: Convertíos y creed en la Buena Noticia”.


PRIMER DOMINGO DE CUARESMA – B – (Mc. 1.12-15)

PREGÓN DE CUARESMA

Buenos días. Ongi etorri:

Los que hemos escuchado la voz del Espíritu, en este tiempo. Los que somos hijos de Dios. ¡Adentrémonos en el desierto al estilo de Jesús de Nazaret!, sin miedo.

  • CUARESMA, es un tiempo para vivirlo en CAMINO, con la esperanza siempre abierta, y la mirada siempre fija, en la PASCUA, que es definitiva.
  • En esta Cuaresma, tenemos que dejarnos llenar de la brisa del Espíritu, poniendo nuestro corazón en sintonía con los latidos de Dios y el grito de los afligidos, de los necesitados.
  • Vivamos la Cuaresma, bien despiertos, caminando en comunidad, con fe, esperanza y amor. Fijos los ojos en Jesús de Nazaret. Tenemos una nueva oportunidad de CONVERSIÓN.
    Una nueva oportunidad, para vivir la PASCUA en plenitud. Dando gracias con gozo porque somos salvados.
  • Vivamos la Cuaresma, así, en CAMINO que nos lleva a la plenitud de
    CRISTO, MUERTO Y RESUCITADO.
  • QUE ES NUESTRO CAMINO, VERDAD, VIDA Y PAZ.
  • TODO ESTO LO DESEMAOS PARA NOSOTROS, PARA LA IGLESIA PARA EL MUNDO. A
  • ORACIÓN
  • Te pedimos Jesús de Nazaret, que nos dejemos conducir por el Espíritu a tiempos de silencio interior para renovar y fortalecer nuestra fe y saber actuar en nuestro vivir con la luz de tu Evangelio construyendo tu Reino.
  • Ayúdanos a CONVERTIRNOS, a creer que el Camino de paz y reconciliación es posible y el único que lleva a la salvación.
    Que la Cuaresma que comenzamos, nos lleve a vivir en actitud PASCUAL, dejándonos transformar por la vida siempre nueva que Jesús nos ofrece. AMÉN. ZURIÑE

*ORAR CON EL EVANGELIO. (Mc. 1.40-45)

  • DOMINGO 6º T.O –B– FEBRERO 15 DE 2015
  • “JESÚS CURA A UN LEPROSO”

*          La lepra en Israel era una enfermedad tabú, y el leproso el mayor marginado.
Todo leproso era excluido del pueblo para que no contaminase a la comunidad. Perdía los derechos como ciudadano y los derechos religiosos. Se le prohibía toda relación con los demás. Todo esto aumentaba el sufrimiento. La lepra era la mayor muralla social de aquel tiempo. Entrar en contacto con un leproso era quedar excluido de la relación con los demás totalmente.
En este contexto hemos de situar la acción de Jesús.
*          Un leproso se acerca a Jesús. Lo hace con confianza: “si quieres puedes limpiarme”. Jesús se compadece, es decir, hace suyos sus sufrimientos, no se aleja de él por temor. Se acerca y lo toca con la mano; arriesga su propia salud.  Aquí tenemos una buena lección los que nos decimos sus seguidores: sentir como propio el dolor del otro. Esto es ser prójimo.
Ante la petición humilde del leproso, Jesús, “sintiendo lástima” no repara en tocar lo intocable,  rompe todas las prescripciones legales, porque para el, lo primero es la persona y más, la excluida y sufriente.
Y le dice “Quiero, queda limpio” Sólo le pide que cumpla lo prescrito para que conste y sobre todo que  no comunique lo que ha hecho con él. (Curarle tocándole). Pero el leproso en su emoción publica a voces lo ocurrido. Esto le trae a Jesús  su propia marginación: “ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo”. Pero la gente sabe de donde viene la Vida, por eso siguen acudiendo a Jesús de todas partes.
*          Para Marcos en su evangelio, la curación de la lepra es un signo claro de la llegada del Reino.
Para Jesús es un signo lleno de humanidad:

Se mancha las manos con el dolor de la persona que sufre, a pesar de las consecuencias que eso le trae. Pero sólo acercándose físicamente le puede mostrar la cercanía de Dios y la invalidez de las leyes. Para Él, el Amor está por encima de las leyes religiosas, sociales y morales.
*          No abrirnos a los demás, no compadecerse del dolor de los pobres, no dar nuestra mano a los excluidos, de la manera que se pueda, es: SEGUIR SIN ENTENDER EL CAMINO DE JESÚS.
“JESÚS, DA LA MANO, LEVANTA, TOCA, CURA, SANA, DA VIDA, SALVA Y ASÍ NOS MUESTRA LA MISERICORDIA DE DIOS PADRE CON TODA LA HUMANIDAD.”

*ORACIÓN

Jesús de Nazaret. La súplica confiada del leproso encuentra en ti una respuesta admirable:

“¡Quiero, queda limpio!”

Danos valor, mucho valor, para afrontar nuestra vida de todos los días, para se testigos tuyos en este tiempo y llevar el ánimo y la esperanza a quien lo necesite sintiendo lástima como tú la tuviste por el leproso.
Abre nuestro corazón a los problemas del mundo. Haz que seamos capaces de escuchar a los demás.

Danos una actitud de humildad para servir con alegría cada día sabiendo que de esta manera, vamos construyendo tu Reino paso a paso.
Por eso te pedimos, Jesús de Nazaret que tu Palabra y tu ejemplo nos muevan a buscar siempre caminos de respuesta, aunque tengamos algún conflicto, tú también los tuviste.
Que la Oración nos haga compasivos y comprometidos ante el sufrimiento.

No queremos defraudarte, Señor, queremos que cuentes con nosotros.
Estamos seguros de tu apoyo. AMÉN.

* * * * * *

EL PRÓXIMO MIÉRCOLES DÍA 18, CELEBRAMOS EL MIÉRCOLES DE CENIZA QUE NOS ABRE LAS PUERTAS DE LA CUARESMA. CON LAS PALABRAS QUE TODOS RECORDAMOS: “CONVIÉRTETE Y CREE EN EL EVANGELIO”
CUARESMA,
es un buen tiempo para reflexionar, con paz, sobre el rumbo de nuestra vida y para prepararnos para acoger y entender la mayor prueba de Amor de Jesús de Nazaret:
SU PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN”.
La que puede cambiar y convertir una vida de forma radical.

ZURIÑE

* * * * * * *

LA COMPASIÓN POR ENCIMA DE LA LEY – 6º Domingo T.O. Enrique Martínez Lozano

Escrito por  Enrique Martínez Lozano

Mc 1, 40-45

Quien padecía de «lepra» sufría, además, la condena religiosa –según la doctrina oficial, no podía tener ningún acceso a Dios- y la más estricta marginación social.

Los humanos siempre tratamos de echar lejos aquello que tememos; los leprosos eran expulsados de la sociedad, vivían en grupos apartados, con la prohibición estricta de acercarse a las personas sanas. Igualmente, caía en la impureza quien se acercaba a ellos y se atrevía a tocarlos.

Por eso, la reacción de Jesús es insólita. Cualquier judío –mucho más, el más piadoso- se hubiera echado atrás. Jesús, por el contrario, se conmueve y, a pesar de quebrantar la Ley e incurrir en impureza legal, lo toca.

En el relato, la figura del leproso –no tiene nombre– aparece como el prototipo de toda marginación y representa a todos los marginados de Galilea. Si esto es así, la narración nos hace ver a Jesús frente a los excluidos de su pueblo, que se sienten indignos y humillados («de rodillas»).

Ante esa situación, Jesús experimenta compasión que hace brotar en él una respuesta amorosa que, naciendo de sus entrañas y venciendo las normas rituales, se transforma en una palabra eficaz que devuelve a la vida al hombre enfermo y marginado.

Entre líneas, el autor del evangelio nos dice más: la Ley no expresa la voluntad de Dios. La Ley amenazaba con la impureza a quien osara tocar a un leproso; los hechos demuestran que ocurre más bien lo contrario: el contacto lo deja limpio y purificado.

Jesús despide al hombre con un doble encargo: presentarse al sacerdote –que era quien, según la legislación mosaica, debía otorgarle el acta de curación que le permitía la integración a la vida social- y no decirle a nadie lo que había ocurrido. Esta segunda exigencia, imposible de cumplir, se entiende en el contexto del llamado «secreto mesiánico» del evangelio de Marcos: con ese artificio literario, el evangelista intentaría mantener el «suspense» acerca del mesianismo de Jesús cuyo significado se revelaría, finalmente, en la cruz.

En cierto sentido, podría decirse que toda la sabiduría y, más ampliamente, el modo de situarnos en la vida se resume y cifra en una sola actitud: la compasión, hacia uno mismo y hacia los demás.

La compasión constituye el núcleo de todas las grandes tradiciones de sabiduría, así como el corazón de la llamada «regla de oro»: «Trata a los demás como te gustaría que ellos te trataran a ti». Y en ella puede resumirse toda la sabiduría porque, como reconoce el Popol-Vuh, o Libro del Consejo, de los mayas, «cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca».

Enrique Martínez Lozano

www.enriquemartinezlozano.com

 

Urteko 6. Igandea – 6º Domingo T.O. B (Markos 1,40-45) José A. Pagola

Evangelio del 15/02/2015

por Coordinador Grupos de Jesús

JAINKOAK «KUTSATUEI» HARRERA ONA – DIOS ACOGE A LOS IMPUROS

Ustekabean, lepradun bat «hurbildu zaio Jesusi». Legearen arabera, halakoak ezin du izan harremanik inorekin.«Kutsatua» da eta bakan bizi beharra du. Tenpluan ere ezin sartu da. Nolatan onartuko du Jainkok bere aurrean halako izaki nazkagarri bat? Bazterturik bizitzea du bere zoria. Hori du legearen agindua.

Halaz guztiz, lepradun hau, etsirik, ausartu da arau guztiei desafio egitera. Badaki «oker» ari dela. Horregatik jarri da belauniko. Ez da arriskatu Jesusekin aurrez aurre hitz egitera. Lurretik erregutu dio: «Nahi baduzu, garbi nazakezu». Badaki Jesusek senda dezakeela, baina nahi izango ote du? Ausartuko ote da Jesus Jainkoaren izenean ezarria dioten baztertzetik ateratzen?

Harrigarria da lepraduna hurbil ikusteak Jesusi eragin dion zirrara. Ez du nazkarik sentitu, ez du egin atzera. Gizajo haren egoera ikustean «barneraino hunkitu da». Gainez egin dio bihotz-samurtasunak. Nolatan ez du, ba, nahi izango hura garbitzea, babesik txikiena eta mespretxurik handiena jasaten duten bere seme-alabekiko Jainkoak duen errukia bera bizi duelarik?

Duda txikienik gabe, gizon harengana «eskua luzatu» eta garbiek mespretxatzen duten haren narrua ukitu du. Badaki legeak debekatua duela hori egitean eta, keinu horrekin, lepradunak hasia duen lege-haustea baiesten ari dela. Jesusek, ordea, errukia bakarrik du gogoan: «Nahi dut: izan zaitez garbi».

Hona zer nahi duen Jesusengan haragitu den Jainkoak: Aita den aldetik bizi duen errukiaren aurka doazen baztertze guztietatik mundua garbitu. Bazterketak ez dira Jainkoaren gauza, baizik gure legeena, gure erakundeena. Inor marjinatzea ez dator Jainkoagandik, gugandik baizik. Aurrerantzean, denek izan beharko dute kontuan, ezin dela inor baztertu Jesusen izenean.

Inongo kutsaturen aurrean ez nazkatzea esan nahi du Jesusi jarraitzeak. Inongo «bazterturi» gure abegi ona ez ukatzea. Lehenengo gauza, Jesusentzat, sufritzen ari den pertsona da, eta ez araua. Lehentasuna arauari ematea da modurik hoberena mespretxatuen eta ukatuen aurrean Jesusen sentiberatasuna galtzen joateko. Modurik hoberena, errukirik gabe bizitzeko.

Gune gutxitan suma daiteke Jesusen Espiritua babesgabeko prostitutei eta guztiek ahaztuak dituzten hiesdunei sostengua eta adiskidetasuna eskaintzen, eta beren izaera duintasunez ezin bizi duten homosexualak… defenditzen dituzten pertsonen baitan bezala. Jainkoaren bihotzean guztiek dutela lekua gogorarazten digute halakoek.

José Antonio Pagola
Itzultzailea: Dionisio Amundarain

6 Tiempo Ordinario – B (Marcos 1,40-45)

Evangelio del 15/02/2015

por Coordinador Grupos de Jesús

 

DIOS ACOGE A LOS «IMPUROS»

De forma inesperada, un leproso «se acerca a Jesús». Según la ley, no puede entrar en contacto con nadie. Es un «impuro» y ha de vivir aislado. Tampoco puede entrar en el templo. ¿Cómo va a acoger Dios en su presencia a un ser tan repugnante? Su destino es vivir excluido. Así lo establece la ley.

A pesar de todo, este leproso desesperado se atreve a desafiar todas las normas. Sabe que está obrando mal. Por eso se pone de rodillas. No se arriesga a hablar con Jesús de frente. Desde el suelo, le hace esta súplica: «Si quieres, puedes limpiarme». Sabe que Jesús lo puede curar, pero ¿querrá limpiarlo?, ¿se atreverá a sacarlo de la exclusión a la que está sometido en nombre de Dios?

Sorprende la emoción que le produce a Jesús la cercanía del leproso. No se horroriza ni se echa atrás. Ante la situación de aquel pobre hombre, «se conmueve hasta las entrañas». La ternura lo desborda. ¿Cómo no va a querer limpiarlo él, que solo vive movido por la compasión de Dios hacia sus hijos e hijas más indefensos y despreciados?

Sin dudarlo, «extiende la mano» hacia aquel hombre y «toca» su piel despreciada por los puros. Sabe que está prohibido por la ley y que, con este gesto, está reafirmando la trasgresión iniciada por el leproso. Solo lo mueve la compasión: «Quiero: queda limpio».

Esto es lo que quiere el Dios encarnado en Jesús: limpiar el mundo de exclusiones que van contra su compasión de Padre. No es Dios quien excluye, sino nuestras leyes e instituciones. No es Dios quien margina, sino nosotros. En adelante, todos han de tener claro que a nadie se ha de excluir en nombre de Jesús.

Seguirle a él significa no horrorizarnos ante ningún impuro ni impura. No retirar a ningún «excluido» nuestra acogida. Para Jesús, lo primero es la persona que sufre y no la norma. Poner siempre por delante la norma es la mejor manera de ir perdiendo la sensibilidad de Jesús ante los despreciados y rechazados. La mejor manera de vivir sin compasión.

En pocos lugares es más reconocible el Espíritu de Jesús que en esas personas que ofrecen apoyo y amistad gratuita a prostitutas indefensas, que acompañan a enfermos de sida olvidados por todos, que defienden a homosexuales que no pueden vivir dignamente su condición… Ellos nos recuerdan que en el corazón de Dios caben todos.

José Antonio Pagola

 

 

ORACIÓN Y ACCIÓN, CLAVES DE LA VIDA ESPIRITUAL- Fray Marcos

Escrito por  Fray Marcos

FE ADULTA

Mc 1, 29-39

Recuerda que los evangelios no son crónicas de sucesos. Son teología narrativa. No tiene ninguna importancia que las palabras de Jesús sean exactamente las que él pronunció; ni que los hechos narrados hayan acontecido así. Lo importante es el mensaje que quieren trasmitirnos y que seamos capaces de traducirlo a nuestro lenguaje, siempre relativo, de manera que lo podamos entender hoy. Para ello es imprescindible que nos coloquemos en el ambiente de aquella época y conozcamos las características de aquella cultura.

Seguimos en el primer día de la actuación de Jesús. Marcos intenta perfilar a grandes rasgos y con firmes trazos, la figura de Jesús. Se trata de un montaje programático para dejar muy clara la manera habitual que tenía Jesús de desarrollar su ministerio. No podemos desligar la perícopa que hemos leído hoy de la del domingo pasado. Ambas forman un todo teológico progresivo, que empieza en la sinagoga, y termina orando solo en descampado. Allí consigue reavivar la experiencia de Dios, que le permite hablar y actuar con autoridad.

El paso de la sinagoga a la casa, y después a la calle, nos dice que Jesús lleva la salvación a todos los lugares en donde se desarrolla la vida y a todas las personas que tienen necesidad de liberación. Con toda naturalidad se nos habla de la suegra de Pedro, aunque nunca se hable de la esposa. En aquella sociedad era impensable el estado de soltero, y Jesús nunca cuestionó las normas existentes con relación a la sexualidad, al matrimonio o a la familia. Los cambios que después se produjeron, no se pueden vender como mensaje evangélico.

La cogió de la mano y la levantó. La palabra ??????????para decir «estaba postrada», puede significar enfermedad o muerta, en cualquier caso, falta de vida. También para decir que la levantó, Marcos emplea hgeiren, que puede significar levantar o resucitar. Está claro que Marcos quiere dar un doble sentido a las dos palabras, más allá del sentido material.

Se le pasó la fiebre y se puso a servirlesua. Jesús cura para que la mujer pueda servir. En el mundo griego, el servicio (diakonía) se consideraba una deshumanización. En las primeras comunidades cristianas, era el signo de seguimiento de Jesús. El verbo que se utiliza en griego es ????????= servía a la mesa. Los cristianos eligieron precisamente la palabra «diakonía» para expresar el nuevo fundamento de las relaciones humanas en la comunidad. El mismo Jesús dirá que no ha venido a ser servido sino a servir.

Al anochecer… Nos está indicando que los que se admiraban de las palabras y obras de Jesús, eran judíos y no habían superado la dependencia de la Ley, que era la causa de la opresión. Al ponerse el sol terminaba el sábado y la obligación de descanso. Por lo tanto, ya podían ellos llevar a los enfermos y Jesús curarlos, sin faltar al primer precepto de la Ley.

Curó a muchos y expulsó muchos demonios. Todos buscan a Jesús para ser curados. Aquí debemos hacer una profunda reflexión. En todos los evangelios se comienza con un éxito espectacular de la predicación de Jesús. Más tarde se verá que no les interesa nada más que ese beneficio material de ser atendidos en sus necesidades.

Se marcha a descampado y allí se puso a orar. Es muy significativo que en muchos lugares de los cuatro evangelios se diga que Jesús se retiró a orar. «Se levantó de madrugada, se fue a un descampado y allí se puso a orar». «Pasó la noche en oración». «Por la mañana estaba allí sólo».  Es la clave de la vida de Jesús. Esta necesidad de la oración echa por tierra nuestra concepción mitológica de la figura de Jesús. Si era la segunda persona de la Trinidad, si era Dios entendido ontológicamente, ¿qué necesidad tenía de orar? O ¿se trataba de un paripé para enseñar a los otros lo que tenían que hacer? No, realmente lo necesitaba como verdadero ser humano que era. Descubrir lo que era su Abba para él, fue la clave de su espiritualidad. Esto solo se puede hacer en silencio.

El domingo pasado decía el evangelio que hablaba con autoridad, no como los letrados. La clave está en este descubrimiento continuado de la presencia de Dios en él. A pesar de la absorben­te actividad, encontraba tiempo para estar a solas consigo mismo y cargar las pilas. Los evangelios nos dicen que también iba a la sinagoga y al templo, pero el verdadero encuentro con Dios lo realizaba a solas y en medio de la naturaleza.

¡Todo el mundo te busca! En el relato encontramos tres exageraciones intencionadas: todo el mundo te busca; la población entera; todos los enfermos y poseídos. Los discípulos están en la misma dinámica que la gente. No quieren que su Maestro pierda la ocasión de afianzar su prestigio (poder). Jesús sabía muy bien lo que tenía que hacer: «Vámonos a otra parte». En el principio del relato se habló por dos veces de su enseñanza (??????). Ahora dice  predicar (??????, de donde viene kerigma, concepto clave de la primera comunidad). Evangelio es buena noticia, pero no siempre coincide con lo que la gente espera.

Todos los evangelios empiezan constatando la euforia con que la gente sigue a Jesús. Pero pronto, se va apoderando de ellos, primero la decepción, después el abandono, y finalmente la oposición total. En Juan este proceso se escenifica de manera genial en el capítulo 6, después de la multiplicación de los panes, cuando quieren hacerle rey y terminan abandonándole todos diciendo: «¿quién puede hacerle caso?» El porqué de esta actitud es claro: buscan ser curados, liberados, queridos. Lo malo empieza cuando descubren las exigencias del mensaje: tienes que curar al otro, tienes que servir, tienes que amar.

Si tomásemos conciencia del porqué se produjo este cambio en la gente, tal vez empezásemos a comprender dónde falla nuestro cristianismo. La respuesta está en el relato de la curación de la suegra de Pedro. Jesús cura para que seamos capaces de servir. Esto es precisamente lo que no nos gusta del mensaje. Cuando Jesús va dejando claro que Dios no es un tapagujeros, que su predicación lo que persigue es cambiar las actitudes fundamentales del ser humano y convertirle en libre servidor en vez de opresor del otro, la gente empieza a sentirse incómoda y le abandona sin contemplaciones.

El evangelio no habla de resignación ante cualquier clase de dolor, sea físico, sea psíquico, sea moral. Pero no identifica la salvación con la supresión del dolor. Todo lo contrario, afirma expresamente que la verdadera salvación puede alcanzarla todo hombre a pesar del mal que nos rodea (bienaventuranzas). Siempre que se pueda, se debe suprimir, pero la victoria contra el mal no está en suprimirlo, sino en evitar que te aniquile. Aun permaneciendo el opresor, el oprimido puede ser libre y plenamente humano.

La solución al problema vital del hombre no puede venir de fuera, la tenemos que encontrar dentro. Solo un conocimiento de lo hondo del ser nos descubrirá lo que somos. El hombre tiene que aceptar sus limitaciones. Pero solo lo conseguirá descubriendo que esas limitaciones no le impiden alcanzar su plenitud. Conocerme a mí mismo es conocer a Dios como fundamento de mi propio ser. Ser fiel a sí mismo es la única manera de ser fiel a Dios.

El fallo del cristianismo fue convertir la buena noticia del evangelio en una religión. Jesús quiso liberar al ser humano de todo lo que le impide ser él mismo, incluida la religión. El organigrama de una religión, nos da seguridades pero Jesús no ha venido a resolver los problemas materiales de los hombres, ni a liberarle de las limitaciones de su naturaleza, sino a enseñarnos cómo podemos ser libres a pesar de los problemas y aunque no se resuelvan. Hay problemas que no tienen solución, pero una vida más humana siempre es posible.

Meditación-contemplación

De madrugada, se fue a descampado y allí se puso a orar.
El mensaje no puede ser más claro.
No puede haber espiritualidad sin verdadera contemplación.
No se trata de «rezar», sino de fundirse con el Abba.
……………………

Lo que te cambiará será la contemplación,
que es la conexión con lo Absoluto que hay en ti.
Lo importante no es la cantidad,
sino la intensidad de la conexión.
………….

Si hacemos pasar una corriente por un hilo
enrollado en una barra de acero,
un instante de conexión a la corriente
es suficiente para que la barra quede imantada.
………….

El conseguir la conexión puede llevar horas, días o años.
El quedar impregnados de Dios,
es cuestión de un instante.
………..

 

Urteko 5. Igandea – 5º domingo T.O. «BAKARDADERA OTOITZ EGITEKO-RETIRARSE A ORAR»

5. Igandea Urtean Zehar – B (Marcos 1,29-39)

Evangelio del 08/02/2015
por Coordinador Grupos de Jesús

BAKARDADERA OTOITZ EGITEKO

Profeta ibiltari bezala ari zuen jarduera bizian, beti arduratu zen Jesus Jainkoarekin harremanak izateaz isiltasunean eta bakardadean. Zirrara sakona eragin zuen Jesusen ohitura baten oroitzapena gorde digute ebanjelioek: gauez bakardadera joan ohi zen Jesus otoitz egiteko.

Markosek dakarren pasarteak Jesusentzat otoitza zer den ulertzen laguntzen digu. Bezperan lan gogorra izan du. «Gaixo asko sendatu zituen» Jesusek. Handia izan da arrakasta. Txunditurik dago Kafarnaum: «Herri guztiak inguratu zuen» Jesus. Hartaz mintzo dira denak.

Gau horretan berean, goizaldera, goizeko hirurak eta seiak bitartean, jaiki eta, ikasleei ezer esan gabe, eremura joan da Jesus. «Otoitz egiten hasi zen han». Aitarekin egon beharra sentitu du. Ez du nahi arrakastaren haizeak burua nahas diezaion. Aitaren gogoa nahi du soil-soilik: egin beharra duen bidea ondo ezagutu.

Jesus beren artean ez izateaz harriturik, Simon eta lagunak haren bila joan dira. Ez zaie inporta hark Jainkoarekin ari duen solasa etetea. Berekin eutsi nahi diote: «Mundu guztia zure bila dabil». Baina Jesusek ez dio inori uzten, kanpotik bera programa dezan. Bere Aitaren egitasmoa bakarrik du gogoan. Ez du ezerk, ez inork apartaraziko bere bidetik.

Ez du gogorik bere arrakastaz gozatze aldera, Kafarnaumen gelditzeko. Ez du amore emango herri gogo-bero horren aurrean. Bada artean Jainkoaren Berri Ona entzun ez duen herrixkarik: «Goazen… haietan ere hots egitera».

Gaur egungo kristautasunean hau da alderdirik baikorrenetako bat: Jainkoarekiko komunikazioa, isiltasuna eta gogoeta egin beharra esnatzen ari dela ikustea. Kristaurik argienek eta arduratsuenek era kontenplaziozkoagoan bizitzera eraman nahi dute Eliza.

Premia estukoa da hori. Kristauok, oro har, ez dakigu Aitarekin bakarrik egoten. Teologoak, predikariak eta katekistak asko mintzo gara Jainkoaz, baina gutxi mintzo gara harekin. Jesusen etsenplua aspaldi ahaztua da. Parrokietan lan-bilera asko egiten da, baina ez dakigu bakardadera jotzen, Jainkoaren aurrean atseden hartu eta geure burua bakeaz betetzeko.

Gero eta gutxiago gara gauza gehiago egiteko. Hor dago arriskua: jardun beharraren jardunean, higaduran eta barne-hustasunean erortzeko. Halere, arazoa ez datza egunbehar asko izatean, baizik haiei aurre egin ahal izateko espiritu-indarra izatean.

José Antonio Pagola
Itzultzailea: Dionisio Amundarain

5 Tiempo Ordinario – B (Marcos 1,29-39)

Evangelio del 08/02/2015
por Coordinador Grupos de Jesús

RETIRARSE A ORAR

En medio de su intensa actividad de profeta itinerante, Jesús cuidó siempre su comunicación con Dios en el silencio y la soledad. Los evangelios han conservado el recuerdo de una costumbre suya que causó honda impresión: Jesús solía retirarse de noche a orar.

El episodio que narra Marcos nos ayuda a conocer lo que significaba la oración para Jesús. La víspera había sido una jornada dura. Jesús «había curado a muchos enfermos». El éxito había sido muy grande. Cafarnaúm estaba conmocionada: «La población entera se agolpaba» en torno a Jesús. Todo el mundo hablaba de él.

Esa misma noche, «de madrugada», entre las tres y las seis de la mañana, Jesús se levanta y, sin avisar a sus discípulos, se retira al descampado. «Allí se puso a orar». Necesita estar a solas con su Padre. No quiere dejarse aturdir por el éxito. Solo busca la voluntad del Padre: conocer bien el camino que ha de recorrer.

Sorprendidos por su ausencia, Simón y sus compañeros corren a buscarlo. No dudan en interrumpir su diálogo con Dios. Solo quieren retenerlo: «Todo el mundo te busca». Pero Jesús no se deja programar desde fuera. Solo piensa en el proyecto de su Padre. Nada ni nadie lo apartará de su camino.

No tiene ningún interés en quedarse a disfrutar de su éxito en Cafarnaúm. No cederá ante el entusiasmo popular. Hay aldeas que todavía no han escuchado la Buena Noticia de Dios: «Vamos… para predicar también allí».

Uno de los rasgos más positivos en el cristianismo contemporáneo es ver cómo se va despertando la necesidad de cuidar más la comunicación con Dios, el silencio y la meditación. Los cristianos más lúcidos y responsables quieren arrastrar a la Iglesia de hoy a vivir de manera más contemplativa.

Es urgente. Los cristianos, por lo general, ya no sabemos estar a solas con el Padre. Los teólogos, predicadores y catequistas hablamos mucho de Dios, pero hablamos poco con él. La costumbre de Jesús se olvidó hace mucho tiempo. En las parroquias se hacen muchas reuniones de trabajo, pero no sabemos retirarnos para descansar en la presencia de Dios y llenarnos de su paz.

Cada vez somos menos para hacer más cosas. Nuestro riesgo es caer en el activismo, el desgaste y el vacío interior. Sin embargo, nuestro problema no es tener muchos problemas, sino no tener la fuerza espiritual necesaria para enfrentarnos a ellos.

José Antonio Pagola

 

* ORAR CON EL EVANGELIO.(Mc.1.29-39)

  • DOMINGO 5º T.O –B- 8 de Febrero de 2015
  • El evangelio de hoy, nos sitúa hoy ante las actividades diarias que realiza Jesús. En ellas podemos destacar como las prioridades del tiempo que hace Jesús. Vemos que la mayor parte d la emplea en atender y curar a los enfermos. Para ellos nunca tiene prisa. La segunda es enseñar a la gente y a los discípulos más cercanos. En tercer lugar la oración; no ora sólo accidentalmente, sino que busca y reserva tiempo y lugar adecuado.

*    En la mañana de un sábado, enseña en la Sinagoga. Hacia el mediodía va “a casa de Simón y Andrés”, que era sin duda como su casa. Allí, cura a la suegra de Simón (Pedro): “Se acerca, la coge de la mano, la levanta” Y ella, “se puso a servirles”. La suegra, nos puede servir de símbolo del trato a los ancianos de la comunidad, estar cerca de ellos, como miembros de la comunidad cristiana.
Por la tarde, la mayor parte del tiempo la dedica a curar (curó muchos enfermos…) Jesús ha venido para hacer la voluntad de Dios Padre: que tengamos vida en abundancia.
*    Pero aunque en lo cotidiano he señalado como 3º la oración, así nos dice el evangelio:

“se levanta de madrugada, va al descampado y se pone a orar”. Jesús elige tiempo y lugar (en soledad) La oración le conecta con el Amor gratuito y la misión de su vida. El compromiso adquirido en la oración no se queda en palabras o buenas intenciones; Jesús pasa a los hechos. Ha estado en la oración con el Padre, le ha escuchado en la intimidad y ahora  cumple su voluntad.

  • La tarea de nuestras comunidades cristianas es actualizar en nuestro tiempo esa fuerza salvadora que parte de Jesús. Y vemos que las curaciones no las hace en la sinagoga, sino se dan en la vida cotidiana, en medio de las gentes. Por eso nosotros creyentes en Él, debemos saber encontrar a Dios en lo cotidiano, descubrirlo en las necesidades humanas, hoy precisamente nos habla con fuerza el mensaje de “MANOS UNIDAS”: “BORRAR LA POBREZA”. Grave enfermedad actual.
  • Tenemos en este evangelio de nuevo, un camino, una propuesta de seguimiento de Jesús, nunca al margen de la vida concreta. Que sepamos  desde nuestras familias, comunidades, grupos comunicar atención, estima,  ayuda al ser humano; que sepamos “tomar de la mano”  y “levantar” a cuantos esperan una palabra, una ayuda de esperanza o económica. Pero para eso necesitamos como Jesús: Retirarnos en reflexión y silencio a ORAR y ESCUCHAR, la voluntad de Dios.

ORACIÓN

Jesús de Nazaret, Tú nos impulsa y animas a “dar la mano, levantar, ayudar”.

Queremos en el día de hoy, darte respuesta:

Te ayudaremos a dar alegría, a compartir, a construir paz.

Queremos ayudarte, Jesús de Nazaret, con tu Buena Noticia, a transmitir la justicia.

Te decimos, con temblor, pero en verdad:
Toma nuestras manos, nuestros pasos, nuestro tiempo, nuestra vida.

Sabemos que solos no podemos, pero unidos y con tu fuerza seguiremos construyendo tu Reino.

Ayúdanos primero a cambiar nuestro corazón, y a estar más cerca de aquellos que nos necesitan. AMÉN. ZURIÑE

HABLA SOLO DE LO QUE HAS VIVIDO, PREDICA CON EL EJEMPLO

Escrito por  Fray Marcos

Mc 1, 21-28

En la primera lectura, Moisés, después de convencer a los israelitas de que Dios les hablaba desde la tormenta con voz de trueno, promete que no va a meterles más miedo. Pero eso solo será posible si prometen hacerle caso a él y a los profetas. Les habla de una figura de profeta que liberaría de verdad al pueblo. Los primeros cristianos vieron en Jesús a ese profeta. Era la figura anunciada y esperada por el pueblo. Esa identificación garantiza que las palabras de Jesús son las palabras de Dios. Esta es la clave para interpretar todo el evangelio de Marcos. Hablará con la autoridad propia del mismo Dios. Sus palabras tendrán la fuerza creadora y sus acciones serán liberadoras como las acciones del mismo Dios.

Pablo, con una visión de Dios muy cercana a la del «Jupiter tonante» del Sinaí, llega a la conclusión de que preocuparse del marido, o de la mujer o de los hijos, es alejarse de Dios. El Dios de Jesús es muy distinto. El mensaje de Jesús nos dice que a Dios solo se puede ir a través del hombre. Buscar a Dios prescindiendo del prójimo es idolatría. Creer que el tiempo dedicado a las personas es tiempo negado a Dios es una trampa.

Primer día de actividad de Jesús. Su primer contacto con la gente tiene lugar en la sinagoga. Es un signo de que la primera intención de Jesús fue enderezar la religiosidad del pueblo que había sido tergiversada por una interpretación opresora de la Ley. Por dos veces en el relato se hace referencia a la enseñanza de Jesús, pero no se dice nada de lo que enseña. Se habla de sus obras. Lo que Jesús hace es liberar a un hombre de un poder opresor, el espíritu inmundo. La clave es que Jesús libera, cuando habla y cuando actúa. La buena noticia que anuncia Marcos es la liberación, en dos direcciones: de la fuerza del mal y de la fuerza opresora de la Ley, explicada de una manera alienante por los fariseos y letrados (no como los letrados). La intención de Marcos es que la gente se haga la pregunta clave: ¿Quién es Jesús? Todo lo que sigue en este evangelio, será la respuesta.

Enseñaba como quien tiene autoridad. Hoy la palabra clave es «exousia». No es nada fácil penetrar en el verdadero significado de este término. Lo primero que deberíamos hacer es distinguirlo de «dynamis». Esta distinción es relativamente fácil: «Dynamis» sería la fuerza bruta que se impone a otra fuerza física. «Exousía» sería la capacidad de hacer algo en el orden jurídico, político, social o moral, siempre en un ámbito interpersonal. La palabra griega significa, además de autoridad, facultad para hacer algo, libertad para obrar de una manera determinada. Otra característica de la «exousía» es que la persona la puede tener por sí misma o recibirla de otro que se la otorga.

¿Qué quiere decir el evangelista cuando le aplica a Jesús esa «autoridad»? Se trata de una autoridad que no se impone, de una potestad que se manifiesta en la entrega, de una facultad de acción que se pone al servicio de los demás. Sería la misma autoridad de Dios dándose a todas sus criaturas sin necesitar nada de ninguna de ellas. El concepto de Dios «Todopoderoso» que exige un sometimiento absoluto, nos impide entender la exousía de Jesús. Solo desde la experiencia del Dios-Amor de Jesús podremos entenderla.

Jesús enseñaba con autoridad, porque no hablaba de oídas, sino de su experiencia interior. Trataba de comunicar a los demás sus descubri­mientos sobre Dios y sobre el hombre. Los letrados del tiempo de Jesús, (y los letrados de todos los tiempos) enseñaban lo que habían aprendido en las Escrituras. De todas ellas tenían un conocimiento perfecto, y tenían explicaciones para todo, pero el objetivo de la enseñanza era la misma Ley, no el bien del hombre. Se quería hacer ver que el objetivo de Dios al exigir los preceptos, era que le dieran gloria a Él, no al ser humano.

Lo que dejó atónitos a los oyentes de Jesús fue el ver que su enseñanza no era así, sino que hablaba con la mayor sencillez de las cosas de Dios tal como él las vivía. Su experiencia le decía que lo único que Dios quería, era el bien del hombre. Que Dios no pretendía nada del ser humano, sino que se ponía al servicio del hombre sin esperar nada a cambio. Esta manera de ver a Dios y la Ley no tenía nada que ver con lo que los rabinos enseñaban. Todos los problemas que tuvo Jesús con las autorida­des religiosas se debieron a esto. Todos los problemas que tienen los místicos y profetas de todos los tiempos con la autoridad jerárquica, responden al mismo planteamiento.

Cállate y sal de él. La expulsión del «espíritu inmundo» refleja desde el principio, el planteamiento del evangelio como una lucha entre el bien y el mal. «Mal» es toda clase de esclavitud que impide al hombre ser él mismo. Nadie se asombra del «exorcismo», que era corriente en aquella época. Lo que les llama la atención es la superioridad que manifiesta Jesús al hacerlo. Jesús no pronuncia fórmulas mágicas ni hace ningún signo estrafalario. Simplemente con su palabra obra la curación. Lo que acaban de ver les suscita la pregunta: ¿Qué es esto? El evangelio de Marcos es la respuesta a esta pregunta.

Hablar con autoridad hoy sería hablar desde la experiencia personal y no de oídas. Lo único que hacemos, también hoy, es aprender de memoria una doctrina y unas normas morales, que después trasmitimos como papagayos. Eso no funciona. En religión, la única manera válida de enseñar es la vivencia que se trasmite por ósmosis, no por aprendizaje. Esta es la causa de que nuestra religión sea hoy completamente artificial y vacía, que no nos compromete a nada porque la hemos vaciado de todo contenido vivencial.

Espíritu inmundo sería hoy todo lo que impide una auténtica relación con Dios y con los demás. Fijaros hasta qué punto estamos todos poseídos por espíritu inmundo. Esas fuerzas las encontramos tanto en nuestro interior como en el exterior. Nunca, a través de la historia, ha habido tantas ofertas falsas de salvación. Una de las tareas más acuciantes del ser humano, es descubrir sus propios demonios; porque solo cuando se desenmascara esa fuerza maléfica, se estará en condiciones de superarla.

Una importante tarea en esta celebración sería descubrir nuestras ataduras y tratar de desembarazarnos de ellas. Todos estamos poseídos por fuerzas que no nos dejan ser lo que debiéramos ser. Hoy sigue habiendo mucho diablo suelto que tratan por todos los medios de que el hombre no alcance su plenitud. La manera de conseguirlo es la manipulación para que no consiga alcanzar libremente su plena humanidad.

Nuestra vida debería ser un acopio de autoridad para ayudar al hombre al liberarse de sus demonios. Jesús emplea su autoridad, no contra hombre alguno sino contra las fuerzas que los oprimen. Como individuos, como comunidad y como Iglesia, estamos siempre tratando de aumentar nuestra autoridad, pero no la que desplegó Jesús sino la que nos permite creernos superiores a los demás. Si utilizamos esa autoridad para someterlos a nuestro capricho, aunque sea bajo pretexto de hacer la voluntad de Dios o de buscar el bien de los demás, estamos en la antípoda del evangelio.

Todos los seres humanos necesitamos ayuda para superar nuestras limitaciones, y todos podemos ayudar a los demás a superarlas. Es verdad que existe mucho dolor que no podemos evitar, pero deberíamos distinguir entre el dolor y el sufrimiento que ese dolor puede infligir. Un mismo dolor puede causar una escala increíblemente amplia de sufrimiento. Soportar el dolor sin que alcance la categoría de sufrimiento, sería la tarea decisiva de cada ser humano. Aquí tenemos un margen increíble para la maduración personal, pero también para desplegar cauces de ayuda a los demás. Estoy seguro que las curaciones de Jesús fueron encaminadas a suprimir el sufrimiento, no el dolor.

Meditación-contemplación

La «autoridad» de la que nos habla hoy el evangelio,
es la única que viene de Dios.
Toda autoridad que se ejerce desde el poder,
y más que ninguna otra la religiosa, viene del diablo.
……..

Todos debemos desplegar la autoridad que Dios nos concede.
La autoridad que da el saber que Dios está en lo hondo de tu ser.
La absoluta confianza de saber que tienes capacidad
para amar como Él ama y liberar como Él libera.
…………………..

Tu tarea primera como ser humano,
es liberarte de todo lo que te impide ser humano.
La segunda, es ayudar a los demás a liberarse
de todos los demonios que andan por ahí sueltos.
………………

Fray Marcos

 

EL REGALO QUE ENCIERRA LA ACEPTACIÓN: Enrique Martínez Lozano

Escrito por  Enrique Martínez Lozano

FE ADULTA

Mc 1, 14-20

Marcos une dos cuestiones: el anuncio de la Buena Noticia y la llamada a los primeros discípulos. Se trata, sin duda, de un relato estereotipado, provocado por el interés del propio evangelista en unir, desde el principio mismo, la misión de Jesús con la formación del grupo. No parece comprensible que unos pescadores siguieran sin más a un desconocido.

El anuncio con el que Jesús inicia su actividad pública sintetiza toda su misión: no en vano son las primeras palabras que Marcos pone en su boca. Y ese anuncio es una «buena noticia»: la buena noticia de que todo aquello que «buscamos», en realidad «está cerca».

Decía, en un comentario anterior, que la búsqueda constituye una adicción peligrosa en cuanto la usamos como estratagema para escapar del momento presente. Si por «Reino de Dios» entendemos –más allá de cualquier referencia histórica- la plenitud anhelada, el mensaje de Jesús aparece radiante: la plenitud no se halla lejos ni fuera; es lo que ya somos. Y la descubrimos cuando nos «convertimos».

El término «conversión» traduce el griego «meta-noia» (más allá de la mente), que invita a «otro modo de ver». Se trata de salir de la perspectiva mental –separadora y proyectiva-, para adoptar aquel modo de conocer (no-dual) que nos permite alinearnos con lo Real, sin fracturas, distancias ni separaciones.

Si el modelo mental se caracteriza por la resistencia a lo que es, expresada en términos de «debería» ser de otro modo, o «no debería» ser así, el modelo no-dual se asienta en la aceptación plena.

La aceptación pone fin a la huida –de hecho, no existe otro antídoto frente a esa trampa- y nos alinea con el momento presente, es decir, con la Vida, tal como en este momento se manifiesta.

«¿Cómo deberíamos vivir? –se preguntaba la beguina Matilde de Magdeburgo-. Vive dándole la bienvenida a todo«. Y, como si respondiera a la misma pregunta, otra beguina –ahora reconocida como santa y doctora de la Iglesia, Hildegard von Bingen- explicaba: «Doy la bienvenida a todas las criaturas del mundo con gracia».

La aceptación profunda consiste en la rendición a lo que es, más allá de las etiquetas con que nuestra mente lo nombre. Y esa es la condición para alinearnos con la Vida y fluir con ella. ¿El motivo último? Porque, en nuestra identidad profunda, no somos un remolino separado, sino la propia agua que se despliega en tal variedad de formas.

Por eso, al aceptar profundamente, descubrimos la plenitud que somos, constatamos que el «Reino de Dios está cerca» y nos hacemos disponibles para que, a través nuestro, pueda brotar y fluir la acción adecuada, una acción, por otra parte, que estará marcada por la desapropiación y la compasión.

Enrique Martínez Lozano

www.enriquemartinezlozano.com

 

* ORAR CON EL EVANGELIO.(Mc. 1.21-28)

*DOMINGO 4º T.O. –B– 1 De febrero 2015

* Rodeado ya Jesús de unos discípulos va con ellos a Cafarnaún. Allí, entra en la sinagoga, lugar de culto y de reunión de la comunidad. Jesús, con seguridad, fue invitado a comentar las escrituras.  La actuación de Jesús al hablar llama la atención de la gente, que reconoce en Él una doctrina nueva enseñada con “autoridad”, (no como los escribas), en la que anuncia y manifiesta la presencia del Reino como Buena Noticia. Pero lo hace con hechos. No se trata de palabras sólo, sino de hacer presente la cercanía de Dios a todos los que sufren. No permanecer indiferente ante el mal que sale al paso cada día. La doctrina, las enseñanzas de Jesús es sobre todo su modo de vivir como persona humana en relación con el prójimo y con Dios. El mensaje central de este evangelio es la práctica eficaz y poderosa de Jesús contra el mal que daña al ser humano. Jesús entiende así su misión como una lucha a brazo partido contra las fuerzas del mal, poniéndose incondicionalmente de parte de Dios. Sus numerosos milagros son “signos” claros de ello.

*  Jesús es liberador de los males, que impiden realizarse al ser humano como personas. Porque todo lo humano lo siente como propio. Hace tomar conciencia a las personas, de la cercanía divina, que siempre desea lo mejor para los humanos actuando a través de Jesús.
*   Nosotros, como creyentes que escuchamos esta Buena Noticia, podemos tener dos actitudes ante ella: Como sujetos pasivos siendo receptores de Jesús que sale a nuestro encuentro para liberarnos de nuestros males, sobre todo los que aquejan nuestra vida siempre necesitada de salvación. Dejándonos transformar
*   Pero de igual manera podemos colaborar con Jesús trabajando contra los males existentes en esta sociedad, en este mundo. Estamos llamados a participar en su Misión de anunciar el Reinado de Dios no sólo con palabras, sino sobre todo con hechos y gestos  No podemos olvidarlo es una misión que tenemos todos y cada uno como cristianos.

*   Cada uno podemos pensar con sinceridad y responsabilidad cómo el Señor nos invita a colaborar.
Jesús, junto a sus enseñanzas siempre está la actuación: Sana, libera del mal. Nuestro tiempo necesita por tanto esta enseñanza con “nueva autoridad” que supone ser testigos sí con palabras pero más con actuaciones al estilo de Jesús de Nazaret.

*    Esta semana es buena para comenzar y actuar. El viernes día 6 se anuncia por MANOS UNIDAS: “el ayuno voluntario” para que brote nuestra generosidad el domingo 8 en la CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE
*ORACIÓN

Jesús de Nazaret, el evangelio nos enseña a contemplarte en tu caminar en la vida, en la sinagoga con los discípulos, encontrando a la gente en las casas o caminos, rezando con la comunidad o personalmente en solitario. Te relacionas con todos, buenos y malos, sanos y enfermos, sin excluir a nadie. Ayúdanos a saberte seguir y ser tus testigos de tu vivir, con nuestro vivir. Que sepamos permanecer a tu lado, aprendiendo de ti cada día tus actitudes.

Que sepamos vivir no como maestros , sino con sencillez como testigos, compartiendo la alegría de haber sido encontrados por ti, llamados y acogidos, porque Tú, Jesús de Nazaret, no descartas a nadie, te acercas al que más lo necesita, enfermos, pecadores, explotados y nos dices a nosotros con amistad:

Que para cambiar el mundo no queda otra solución que cambiar nosotros primero y  desterrar desde la raíz el mal que vemos: el egoísmo la hipocresía…, todo aquello que arrastra  a la deshumanización.
Jesús de Nazaret, ayúdanos a ser como Tú: VALIENTES. AMÉN. ZURIÑE