El Evangelio no habla de sexo y sí del dinero

ATRIO
Casiano Floristán solía repetir en conversaciones privadas que “el Evangelio no habla de sexo, pero sí del dinero y que el dinero corrompe a personas e instituciones; y nuestros obispos, sobre todo, hablan constantemente de sexo, pero al dinero como elemento de corrupción personal e institucional ni lo mientan”. Estamos a un paso de que los obispos españoles, con motivo de las próximas elecciones municipales y autonómicas, se lancen al escenario, ya muy conocido, de que se vote a los partidos (léase Vox y PP, de derechas, por supuesto) que defienden la vida y estén en contra del lesbianismo, los trans, la homosexualidad, etc.
Defensa de la vida, ¿qué vida?; ¿la de los Menas?, ¿la de los que perciben el IMV?, ¿la de las familias desesperadas en Somalia, por ejemplo, que intoxican a sus niños para poder llevarlos a centros de salud donde obtienen alimentos?… A los obispos españoles les interesa más el principio mítico del Génesis de que la sexualidad es exclusivamente procreación y no tanto que haya que dar de comer al hambriento o que el ser humano en cualquier parte del mundo tenga una vida digna. Y también tienen como inamovible de que Dios creó hombre y mujer, Adán y Eva, y las demás manifestaciones de género son perversiones sexuales (pero no se fijan que, si nos atenemos al relato bíblico, todos provenimos de una perversión sexual, el incesto)… Leer más (Antonio Gil de Zúñiga)