Por la caridad nunca les entró la peste

Tribuna Abierta de DIARIO DE NOTICIAS

por josé ignacio lacasta-zabalza, Catedrático de Filosofía del Derecho

«POR la caridad nos entró la peste». He ahí un viejo refrán español, de contenido retrógrado (como tantos refranes), que significa, en su versión más débil, que la caridad no puede ser excesiva y tiene sus límites. Pero en su uso habitual se ha traducido siempre como un lema contra la mismísima caridad que, en esta interpretación, siempre es peligrosa y puede llevar aparejados riesgos incluso mortales.

La ciudad no debe abrir sus puertas a los menesterosos, necesitados, ni -aquí está el quid de la cuestión- debemos compadecernos de su pobreza y miseria, porque seguro que entre ellos se ubican enfermos de peste, apestados, cuyo contagio padecerá toda la urbe si se les deja entrar. Leer más

El Salvador crea una ruta turística en homenaje a monseñor Romero

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, anunció que la próxima semana procederá a inaugurar una ruta turística en la capital dedicada al arzobispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado por la ultraderecha el 24 de marzo de 1980. La ruta recorrerá diferentes puntos históricos de San Salvador. El arzobispo fue asesinado el 24 de marzo de 1980.

Juan Masiá, Sj: “El problema de la bioética es si debemos hacer todo lo que podemos hacer”

Religión Digital

El jesuita español es autor de “Cuidar la vida”, primer libro de la colección RD en Herder..
“En todo lo relativo a la sexualidad, la teología y la moral tienen una asignatura pendiente”.
Tenemos una herencia de inquisición, de agresividad, de funcionar con una moral de respuestas hechas, de sí o no, blanco o negro, permitido o prohibido
Religión Digital ha salido a la luz pública del mundo editorial de la mano de un autor consagrado, un jesuita mundialmente conocido, una autoridad en el mundo de la bioética: Juan Masiá, que ha publicado con nosotros y con la colección Herder-RD el libro “Cuidar la vida, Cuestiones bioéticas”.

La presentación del libro fue todo un éxito.

Me sentí muy a gusto, rodeado de viejos amigos. Lo que pasa es que a mi edad recuerdas las caras y olvidas los nombres u olvidas los nombres y recuerdas las caras. Leer más

Los obispos catalanes replican a la CEE y defienden la «legitimidad moral» de todas las opciones políticas

Los cuatro catalanes (Sistach, Talltavull, Meneses y Piris) se abstuvieron en la votación. Un solo día después de la polémica nota en la que la Comisión Permanente mostrara su «inquietud» ante «la desintegración unilateral de la unidad de España», los obispos catalanes han emitido un documento en el que defienden la «legitimidad moral» de todas las opciones políticas, siempre que se basen en el respeto hacia las personas y los pueblos.

 

Los obispos, al fin, publican una nota sobre la crisis

“Tememos que la crisis o, al menos sus efectos no hayan tocado fondo todavía”. Los obispos españoles, al fin, aprobaron una declaración sobre la crisis económica en nuestro país. Tal y como adelantó la semana pasado Religión Digital, la presión de los obispos catalanes surtió efecto, y la Comisión Permanente del Epsicopado ha lanzado su “Declaración sobre la actual situación social y económica, que afecta a tantas personas y familias”. También han mostrado su “preocupación” ante algunas propuestas independentistas en el actual contexto de crisis.

Candidatos en campaña

José Arregi, teólogo

Busco “campaña” en el diccionario de la Real Academia Española, revelación sin fin –como todos los diccionarios– del misterio del Universo contenido en las palabras, y leo la primera definición: “Campo llano sin monte ni aspereza”. Y el ánimo se me ensancha. Sigo leyendo. El octavo significado del término “campaña” dice: “Tiempo que cada año estaban los ejércitos fuera de los cuarteles en operaciones de guerra”. Y se me encoge el alma de solo leerlo.

Dentro de unos días arrancará oficialmente la campaña electoral en Galicia, en Euskadi, en Cataluña. Tal vez muy pronto también en Navarra. O tal vez estamos siempre en campaña, pues en cuanto pasan unas elecciones ya se piensa en las siguientes. Tal vez sea así la política, y el precio de la democracia. Pero uno se siente asfixiado, y echa de menos el campo abierto con sus montañas y asperezas. Leer más

27 DOMINGO T.O., 7 de Octubre de 2012, Mc. 10, 2-16

LA MUJER, LOS NIÑOS Y LOS ÚLTIMOS

Escrito por Enrique Martínez Lozano

FE ADULTA

Mc 10, 2-16

Parece que el «tema» de este texto no es el que salta a primera vista. A partir de la pregunta que le hacen, Jesús no se centra tanto en la cuestión del divorcio (o repudio), cuanto en el lugar de la mujer.

En realidad, la misma pregunta suena extraña, si tenemos en cuenta que nadie, en Israel, negaba la licitud del «repudio», en virtud del cual el marido podía despedir a la mujer. Lo que se discutía, según las diferentes escuelas, más o menos rigoristas, eran los motivos que lo justificaban.

Sea el que fuere el motivo de aquella pregunta, la respuesta de Jesús se va a centrar en dos puntos: la «intuición primera» (y, por tanto, también el «horizonte») hacia el que tiende la relación amorosa y la posición de la mujer.

En la tradición judeocristiana, la relación de la pareja se expresa con las palabras: «serán los dos una sola carne». Se trata de una expresión vigorosa y de una imagen espléndida, que subraya la unidad-en-la-diferencia.

En ese sentido, puede incluso verse como el paradigma de lo que es todo lo real: unidad sin costuras, en la que no se niega la diferencia, pero esta queda integrada o abrazada en la Unidad mayor que nada deja fuera.

En los comentarios posteriores, así como en la casuística moral, el problema surgió cuando estas palabras se leyeron de un modo literalista. Pero el evangelio no es un conjunto de anécdotas ni una suma de principios morales, sino palabra de sabiduría. Cuando esto se olvida, el literalismo desemboca en el fundamentalismo.

Una cosa es el «principio de sabiduría», tal como lo formula el maestro de Nazaret, a partir del texto del Génesis, y otra bien diferente es pretender aplicarlo de un modo voluntarista a lo que puede ocurrir en cada pareja concreta.

A nadie habría de resultarle difícil de comprender la infinidad de factores y de condicionamientos, que explican funcionamientos tan dispares de una pareja a otra. Debido a ello, se producirán inevitablemente aciertos y errores, así como decisiones que no puedan llevar a otra cosa que a un «mal menor».

El propio Jesús, que condena el adulterio, se erige como defensor de una mujer sorprendida en adulterio, a quienes los observantes religiosos querían apedrear (Juan 8,1-11).

Pero, como decía, la respuesta de Jesús va a centrarse en otra cuestión, por la que no le habían preguntado. Más aún, se trataba de algo tan lejano a lo que era el pensamiento oficial y el imaginario colectivo, que la toma de postura de Jesús debió resultarles escandalosa. Hasta el punto de que, una vez en casa, los propios discípulos le vuelven a insistir «sobre el mismo tema».

La «novedad» de Jesús radica en plantear la posibilidad de algo que la sociedad judía no contemplaba: que fuera la mujer la que pidiera el divorcio.

Lo que eso significaba era bien simple: situar a varón y mujer en pie de igualdad. O, dicho de otro modo, desactivar el machismo que, como ocurre todavía hoy en no pocos ámbitos geográficos y culturales, lleva a considerar a la mujer como «propiedad» del varón o, al menos, a su servicio.

Es claro que tales actitudes machistas, por más que se hubieran mantenido durante siglos, contradecían flagrantemente aquel primer principio bíblico que hablaba de «ser los dos una sola carne».

En realidad, la actitud de Jesús es coherente con toda su trayectoria. Si algo queda claro en el relato evangélico es su posicionamiento decidido a favor de «los últimos», «los pequeños», «los niños»…

El maestro de Nazaret, rompiendo tabúes intocables como el del parentesco y el del estatus social, se coloca voluntariamente en la escala más baja de la pirámide, en el lugar de los últimos y, tanto con sus palabras como con su comportamiento él mismo se autoestigmatiza, situándose en los márgenes de la sociedad y de la religión.

Este hombre, voluntariamente «desclasado», elige la pobreza (Marcos 10,21) y aparece como el hombre fraternal, que sabe ver, en cada persona que se le acerca, a un hermano, a una hermana. Se muestra profundamente acogedor, particularmente con quienes se sentían más discriminados por cuestiones sociales o religiosas (enfermos, pecadores, mujeres, niños; Zaqueo, María Magdalena, la mujer adúltera…). No hay duda: los «últimos» son sus preferidos: no porque sean «mejores», sino porque son «últimos».

Por todo ello, no parece casual que, tras el relato en el que se defiende la igualdad de la mujer con respecto al varón, aparezca la escena de los niños.

En el evangelio –como en la Palestina del siglo I-, la figura del niño no evoca algo positivo, sino todo lo contrario. Por eso, cuando sobre esa figura se han proyectado estereotipos posteriores, no solo se ha caído en un anacronismo histórico, sino que hasta parecía que se elogiaban actitudes infantiles.

En el evangelio, el «niño» es imagen de quien «no cuenta», «el último de todos». Por eso, la expresión «dejad que los niños se acerquen a mí», habría que traducirla más adecuadamente por «dejad que los últimos se acerquen a mí». Y así es como comprendemos el enfado de los discípulos que, por querer impedirlo, son objeto de la ira de Jesús.

El maestro de Nazaret se identifica con los «niños» o «los últimos» (abrazar significa identificarse) y deja claro que solo puede comprender y vivir su proyecto –que él llamaba «reino de Dios»- quien está dispuesto a «ser niño», es decir, a colocarse voluntariamente en el último lugar, como él mismo había hecho: «el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir» (Marcos 10,45); «yo estoy entre vosotros como el que sirve» (Lucas 22,27).

Enrique Martínez Lozano

www.enriquemartinezlozano.com

TRES RUANDESES NOMINADOS POR EL PARLAMENTO EUROPEO AL PREMIO SAKHAROV 2012

Tres luchadores ruandeses por los Derechos Humanos, opositores al régimen dictatorial del Presidente Paul kagame, han sido nominados el 13 de Septiembre por el Parlamento Europeo para el Premio Sakharov a la Libertad de Conciencia 2012, junto a otras cuatro candidaturas más.

VICTOIRE INGABIRE UMUHOZA, una mujer casada y madre de tres hijos, encarcelada en Ruanda desde octubre de 2010, tras volver a su país después de 16 años de exilio en los países Bajos, y que desde hace varios meses está pendiente de un veredicto judicial de cárcel de por vida,  DEO MUSHAYIDI, condenado ya a cadena perpetua, y BERNARD NTAGANDA, también preso con una condena de cuatro años.

Los tres pretendieron presentarse a las Elecciones Presidenciales de agosto de 2010 y los tres están sufriendo una brutal represión de parte del régimen ruandés.

RD Congo: el silencio asesino de la comunidad internacional

Carta publicada en La Libre, 13/09/2012

“Eran diez, grandes, pequeños, delgados, gordos…Eran diez, se turnaron y cada uno de ellos tomó posesión de mi cuerpo… Al principio, yo no comprendía, era la primera vez, tuve la impresión de morir; ¡habría querido desaparecer, pero estaba allí! Penetraron violentamente, la sangre brotó, me sentía sucia, estaba avergonzada… Hoy, voy errante por la ciudad esperando encontrarme con la muerte en una esquina de la calle…”. Nzigire, Sifa, Mawouwa, Furaha, Neema…, cada una de ellas ha vivido la misma experiencia en el este del Congo. El conflicto perdura y el número de víctimas no cesa de aumentar. Leer más

27. IGANDEA URTEAN ZEHAR, «GIZONEZKOAREN BOTEREAREN AURKA-CONTRA EL PODER DEL VARÓN»

Mc. 10, 1-12

José Antonio Pagola.
Itzultzailea: Dionisio Amundarain

Fariseuek galdera bat egin diote Jesusi, probatzeko. Oraingo honetan ez da garrantzirik gabea. Galileako emakumeei asko sufriarazten dien gertaera da, eta lege-maisuen eskola desberdinen jarraitzaileen artean eztabaida biziak eragiten dituena: «Zilegi al du senarrak andreari dibortzioa ematea?»

Kontua ez da gaur egun ezagutzen dugun dibortzioa, baizik gizonezkoak kontrolatu ohi zuen ezkontza barruko emakume juduak bizi ohi zuen egoera. Moisesen legearen arabera, senarrak hautsi zezakeen ezkontza-hitzarmena, andrea etxetik ateraraziz. Andreak, aldiz, orotan senarraren mendeko, ezin egin zuen halakorik.

Guztiak harritu dira Jesusen erantzunaz. Jesus ez da sartu lege-maisuen eztabaiden munduan. Jainkoaren hasierako egitasmoa bilatzera gonbidatu ditu, lege eta arau guztien gainetik dagoen hura bilatzera. Lege «matxista» hau, zehazki, gizonezkoen «bihotz-gogorkeriagatik» sartu da judu-herrian, haiek kontrolatzen baitituzte emakumeak eta mendean hartzen.

Gizakiaren jatorrizko misterioan sakondu nahi du Jesusek. «Gizon eta emakume» kreatu ditu Jainkoak. Elkarren pareko kreatu ditu biak. Ez du kreatu gizonezkoa andrearen gain boterea emanez. Ez du kreatu emakumea gizonezkoaren mendeko. Gizon-emakumeen artean ez da eman behar bietako inoren mendetasunik.

Gizakiaren jatorrizko egitura honetan oinarrituz, gizonezkoen «bihotz-gogorkeriak» ezarria duen oro baino harago doan ikusmoldea agertu du Jesusek ezkontzaz. Emakumea eta gizonezkoa «haragi bakarra izateko» elkartuko dira, bizitza partekatu bat hasteko bataren eta bestearen buru-eskaintzaz, ezarpenik eta mendetasunik gabe.

Giza maitasunaren goreneko adierazpena da Jesusentzat ezkontza-egitasmo hau. Gizonezkoak ez du inolako eskubiderik emaztea kontrolatzeko, haren jabe izango balitz bezala. Emakumeak ezin onartu du bere burua senarraren mendeko. Jainkoak berak erakartzen ditu elkarrekin bizitzera maitasun aske eta doakoaz. Biribilki konkluditu du Jesusek: «Jainkoa batu duena, ez dezala bereizi gizonezkoak».

Jarrera honekin, errotik suntsitu du Jesusek patriarkatuaren oinarria, molde guztietakoa: gizonezkoak emakumearen gain kontrola, mendetasuna eta ezarpena izatearena. Ez ezkontzan soilik, baita beste edozein erakunde herritar edo erlijiosotan.

Jesusen mezua entzun beharra dugu. Ezin irekitzen ahal diegu biderik Jainkoaren erreinuari eta hartako zuzentasunari, patriarkatuaren aurka aktiboki borroka egin gabe. Noiz erreakzionatu behar dugu Elizan, indar ebanjelikoaz, gizonezkoak emakumearen kontra ari duen horrenbesteko abusu, indarkeria eta oldarraren kontra? Noiz ekin behar diogu emakumea defendatzeari gizonezkoaren «bihotz-gogorkeriaren» kontra?

27 Tiempo ordinario (B) Marcos 10,1-12
CONTRA EL PODER DEL VARÓN
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, vgentza@euskalnet.net

ECLESALIA, 03/10/12.- Los fariseos plantean a Jesús una pregunta para ponerlo a prueba. Esta vez no es una cuestión sin importancia, sino un hecho que hace sufrir mucho a las mujeres de Galilea y es motivo de vivas discusiones entre los seguidores de diversas escuelas rabínicas: «¿Le es lícito al varón divorciarse de su mujer?».

No se trata del divorcio moderno que conocemos hoy, sino de la situación en que vivía la mujer judía dentro del matrimonio, controlado por el varón. Según la ley de Moisés, el marido podía romper el contrato matrimonial y expulsar de casa a su esposa. La mujer, por el contrario, sometida en todo al varón, no podía hacer lo mismo.

La respuesta de Jesús sorprende a todos. No entra en las discusiones de los rabinos. Invita a descubrir el proyecto original de Dios, que está por encima de leyes y normas. Esta ley «machista», en concreto, se ha impuesto en el pueblo judío por la «dureza de corazón» de los varones que controlan a las mujeres y las someten a su voluntad.

Jesús ahonda en el misterio original del ser humano. Dios «los ha creado varón y mujer». Los dos han sido creados en igualdad. Dios no ha creado al varón con poder sobre la mujer. No ha creado a la mujer sometida al varón. Entre varones y mujeres no ha de haber dominación por parte de nadie.

Desde esta estructura original del ser humano, Jesús ofrece una visión del matrimonio que va más allá de todo lo establecido por la «dureza de corazón» de los varones. Mujeres y varones se unirán para «ser una sola carne» e iniciar una vida compartida en la mutua entrega sin imposición ni sumisión.

Este proyecto matrimonial es para Jesús la suprema expresión del amor humano. El varón no tiene derecho alguno a controlar a la mujer como si fuera su dueño. La mujer no ha de aceptar vivir sometida al varón. Es Dios mismo quien los atrae a vivir unidos por un amor libre y gratuito. Jesús concluye de manera rotunda: «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el varón».

Con esta posición, Jesús esta destruyendo de raíz el fundamento del patriarcado bajo todas sus formas de control, sometimiento e imposición del varón sobre la mujer. No solo en el matrimonio sino en cualquier institución civil o religiosa.

Hemos de escuchar el mensaje de Jesús. No es posible abrir caminos al reino de Dios y su justicia sin luchar activamente contra el patriarcado. ¿Cuándo reaccionaremos en la Iglesia con energía evangélica contra tanto abuso, violencia y agresión del varón sobre la mujer? ¿Cuándo defenderemos a la mujer de la «dureza de corazón» de los varones? (Eclesalia)