FE ADULTA
Luis Alemán
“Será lo que Dios quiera”. Es una frase hecha. No hecha por nosotros, sino heredada. Es dicho de creyente ante lo incierto del futuro. Se suele decir sin razonar. Es casi una muletilla. Repetimos lo que oímos sin pensar mucho lo que decimos. Así se santigua el futbolista cuando salta al campo de juego. Por otra parte, con esto de la fe, no nos atrevemos a crear nuestro lenguaje. Consideramos más seguro repetir.
Pero las palabras, las frases –queramos o no- son expresión de un transfondo de conocimientos, de creencias, de intimidades. Detrás de nuestras muletillas o refranes actúa una filosofía o una teología.
Jesús fue un creyente israelita. En los evangelios se citan continuamente sobre todo a los profetas. Pero lo que estaba escrito era repensado. Otras veces, Jesús cita una afirmación antigua para añadir: pero yo os digo. Se ha dicho, pero yo os digo.
Jesús asume en los evangelios el pasado. Se presenta como testigo, prueba o consumación de un pasado. Jesús se echa la historia a cuestas. No es un extraterrestre. Repiensa la historia. Da sentido a todo lo que se ha dicho. Su fe vivida crea un lenguaje nuevo sobre Dios, sobre la sociedad, y sobre los hombres.