De Buda a Francisco de Asís – La gramática del amor interreligiosa

Las religiones, todas las religiones, se tocan en lo esencial: la dinámica del amor al prójimo. Una dinámica que, en los Evangelios, alcanza su máxima concreción en el mandamiento nuevo “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo” (Mt. 22,36). Y se concreta aún más en la parábola del juicio final: “Tuve hambre y me disteis de comer…” (Mt. 25,35).

Es la gramática del amor que, después, en la Iglesia católica, para concretarla todavía más, se plasmará en las “obras de misericordia”: dar de comer al hambriento, de beber al sediento, posada el peregrino… La misma gramática del amor que, en el budismo, pasa por la armonía y, sobre todo, por la compasión.

Por eso, Francisco, en la reunión con el ‘Shanga’, el Consejo Supremo de los monjes budistas, volvió a subrayar ese ‘catecismo del amor’, distintivo de todas las religiones. Y recordó a la minoría católica y a la mayoría budista que es mucho más lo que les une que lo que les separa, invitando a ambas comunidades a superar los prejuicios, “la intolerancia y el odio”.

¿Cómo?, se preguntó el Papa. Y contestó con esta bella cita de Buda:

“Conquista al hombre airado mediante el amor; conquista al hombre de mala voluntad mediante la bondad; conquista al avaro mediante la generosidad; conquista al mentiroso mediante la verdad”.

Y, para que se viese fácilmente que no hay fronteras en el corazón de las dos religiones, pasó, a continuación, a declamar parte de una oración que se le atribuye a San Francisco de Asís:

“Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que donde hay odio, yo ponga amor. Que donde hay ofensa, yo ponga perdón. Que donde hay tinieblas, yo ponga luz. Que donde hay tristeza, yo ponga alegría”. Leer mas…

 

El granero vocacional asiático

La Iglesia católica es una institución profundamente clerical y que, precisamente por eso, se resiste a las profundas reformas desclericalizadoras del Papa Francisco. Sin clero, el catolicismo muere o languidece, porque, en contra de lo que pidió el Vaticano II, los laicos siguen siendo ciudadanos de segunda en la comunidad católica. Clase de tropa. Sigue pendiente entre los católicos la asignatura de la corresponsabilidad laical.

En todo el mundo occidental, las vocaciones al sacerdocio escasean tanto que la propia Iglesia habla de «invierno vocacional». El otrora vivero espiritual occidental, que surtió de vocaciones a medio mundo y evangelizó América y gran parte de Africa y Asia, está exangüe. «Una viña devastada», como decía Benedicto XVI. Non hay relevo para los curas. Los jóvenes no quieren ser funcionarios de lo sagrado. Y la institución, profundamente clericalizada, se resiste a buscar otras alternativas, como la del sacerdocio de la mujer o la de los curas casados.

Para muestra el botón de la propia Iglesia española, que se queda sin pastores. Ya sólo vive de las rentas del pasado. Los datos hablan por sí solos. España cuenta todavía con 18.000 sacerdotes diocesanos. Pero los que fallecen duplican a los que se ordenan. No se garantiza ni siquiera el reemplazo generacional. La edad media del clero diocesano es de 67 años y el 40% tiene más de 75. Dentro de diez años, el número de curas quedará reducido a la mitad. Leer mas…

 

Preparar el cambio más urgente en la Iglesia

En cualquier caso, el cambio más urgente – me parece a mí – se refiere a la renovación del clero. Cada día que pasa, hay menos sacerdotes. Y los pocos que vamos quedando (yo no me he secularizado) somos lógicamente cada día más viejos. Los seminarios, los noviciados, están casi vacíos o se han cerrado…

Es evidente que el papa Francisco está cambiando, en cosas muy serias, el ejercicio del papado. Lo está viendo todo el mundo. Y seguramente por eso, este Papa está encontrando tanta resistencia y no pocos enfrentamientos en determinados ambientes, ante personalidades importantes y en algunas esferas de mucho nombre y poder en el clero.

No voy a entrar en más detalles sobre este asunto, que es bastante delicado y merece un respeto cuidadoso. De todas formas, y venga lo que venga en los próximos años, tengo la fundada impresión de que, a partir del papa Bergoglio, el papado no será ejercido como lo ha sido hasta el día en que Benedicto XVI renunció a su cargo. ¿Será mejor? ¿Será peor? Será distinto. Esto, creo que es seguro.

Pero la forma de vivir y gobernar del Papa no es toda la Iglesia. Ni mucho menos. Hay asuntos urgentes y apremiantes, que no admiten espera. De momento, me limito a indicar algunos, que, por otra parte, están a la vista de todos. Es importante y urgente actualizar la Liturgia, el Derecho Canónico, la Vida Religiosa, la Teología, la participación del laicado en la gestión de las parroquias, las diócesis, la Curia Romana, y tantas otras cuestiones que ahí están, las vemos todos. Por más que haya quienes se resisten a ver lo que ya es imposible ocultar. No exagero. NI me invento nada.

En cualquier caso, el cambio más urgente – me parece a mí – se refiere a la renovación del clero. Cada día que pasa, hay menos sacerdotes. Y los pocos que vamos quedando (yo no me he secularizado) somos lógicamente cada día más viejos. Los seminarios, los noviciados, están casi vacíos o se han cerrado. Son ya demasiadas las parroquias que no tienen párroco. O el que tienen, debe atender a varias parroquias más, que pueden estar distantes. A esto hay que darle – y pronto – alguna solución.

¿Se está preparando ese cambio? ¿En qué va a consistir? ¿No sería conveniente informar a la Iglesia de lo que se está haciendo para resolver este problema? Es un asunto que nos concierne a todos los creyentes en Jesús el Señor. Y a todos se nos debería dar la oportunidad de aportar nuestro punto de vista. ¿Por qué no se da ese paso? ¿Se está trabajando “bajo cuerda”? ¿Por qué se nos oculta lo que sería bueno darlo a conocer y ofrecer la oportunidad de saber lo que piensa, desea, necesita y espera quien necesita la solución?

Somos muchos los que nos hacemos estas preguntas. O quizá otras parecidas, pero relacionadas con el mismo problema de fondo. Un problema, que (en su ámbito) afecta al mundo entero, no puede depender de lo que piensan o les conviene a unos cuantos hombres en Roma y sus “cercanías”. ¿Tendremos pronto alguna respuesta? Y si es que parece indiscreto incluso preguntarse esto y decirlo a los demás, entonces habrá que pensar en soluciones que se me antojan mucho más graves.

No me refiero a que nos pongamos a buscar “Nuevos Paradigmas”. Que no sé a dónde lleva eso. Me refiero al “proyecto de vida”, que nos marcó Jesús, el que “renunció a su rango” y se hizo “esclavo de todos”, “como uno de tantos”, según lo que nos enseña el N.T.. Si no estamos dispuestos a esto, ¿para qué seguimos cavilando en lo que no sabemos a dónde nos lleva? Siempre he creído en que Jesús es la “encarnación de Dios”, la “revelación de Dios”, la “humanización de Dios”. Pero creer en eso es vivir de acuerdo con lo que eso representa y exige. Este es el camino que yo veo más claro.

José Mª Castillo en Religión Digital, 1 de diciembre de 2017

 

El Papa podría rehabilitar al científico jesuita Teilhard de Chardin

Las monjas estadounidenses, los teólogos de la liberación… ¿y ahora Pierre Teilhard de Chardin? El Papa Francisco puede estar un paso más cerca de rehabilitar a otro católico injustamente castigado por haberse adelantado a su tiempo, después de que el Pontificio Consejo de la Cultura votara para pedir al pontífice que levante la sanción a Teilhard, paleontólogo y filósofo jesuita, impuesta por el Santo Oficio en 1962.

Según recoge America, participantes en una asamblea reciente del Consejo de la Cultura, que versaba sobre «El futuro de la humanidad: nuevos retos a la antropología», aprobaron una moción en que afirmaron que si al revocar el monitum que pesa sobre Teilhard el Papa «reconocería el esfuerzo genuino del pío jesuita de reconciliar la visión científica del universo con la escatología cristiana».

No solo eso, de hecho, sino que también tal acto de revocación por parte de Francisco «representaría un estímulo formidable para todos los filósofos, teólogos y científicos de buena voluntad como para colaborar en un modelo antropológico cristiano que, en la línea de la encíclica Laudato si’, cabe de forma natural en la urdimbre y trama del cosmos».

Aunque Teilhard murió en 1955, no fue hasta 1962, al empezar a venderse mucho más ejemplares de sus libros, cuando el Santo Oficio emitió la «advertencia» sobre su teología. Dicha congregación vaticana afirmó en aquel entonces que «está suficientemente claro que [los trabajos de Teilhard]abundan en ambigüedades y hasta errores serios que ofenden a la doctrina católica».

«Ambigüedades», cabe recordar, tales como la aseveración de que la especie humana ha ido evolucionándose durante la integridad de su existencia, algo de que Teilhard se dio cuenta trabajando en la excavación del ‘Hombre de Pekín’ en la década de los 1920. O como la idea de que el punto hasta el que la especie humana se está evolucionando -el «Punto Omega», en la terminología del propio Teilhard- puede identificarse con Cristo como el logos o la Palabra de Dios, o incluso de que la historia de la salvación divina puede extenderse no solo a los seres humanos y su cultura, sino también a todo el universo.

No está del todo cierto, por el momento, cómo el Papa Francisco responderá a la petición del Consejo de la Cultura, si bien algunos vaticanistas sugieren que la rehabilitación de un jesuita científico ciertamente cabría dentro de las prioridades de este pontificado. También cabe recordar que el actual pontífice cita de manera favorable a Teilhard en la Laudato si’ al afirmar que «el fin de la marcha del universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada por Cristo resucitado, eje de la maduración universal».

Cameron Doody en Religión Digital, 3 de diciembre de 2017

http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2017/12/03/religion-iglesia-vaticano-papa-francisco-rehabilitar-controvertido-cientifico-jesuita-teilhard-de-chardin.shtml

 

Materia, energía, información

La ciencia nos ayuda a deshacer nuestras creencias equivocadas, entre ellas, la que reduce lo real a lo material. Por su parte, los sabios nos recuerdan una y otra vez que no necesitamos conocer todas esas respuestas para empezar a vivir lo que ya somos, Eso que queda cuando se silencia la mente. Y lo que descubrimos entonces es que, admirablemente, Eso es consciencia. Leer más

Comunicado final del XIX Encuentro Estatal de Comunidades Cristianas Populares

El Morche Torrox Costa (Málaga)

En el encuentro de estos días hemos renovado ese compromiso de solidaridad pero sobre todo hemos puesto en cuestión las ideas y afectos que motivaban esa solidaridad. Hemos reflexionado sobre el marco religioso en el que nos movíamos. Lo que muchos llaman el paradigma religioso. Y nos hemos despertado a un nuevo talante con el que situarnos ante la realidad, más universal, más laica, simbólica y generosa. Leer más

Clérigos catalanes piden a los católicos españoles que reclamen al Estado «un pacto acordado»

Jesús Bastante en Religión Digital

«Por el respeto y la concordia» es el título de una ‘carta abierta a los católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de España» escrita por doscientos clérigos catalanes que, hasta la fecha, han suscrito casi un millar de personas. En la misma, los firmantes reclaman «un nuevo acuerdo que haga posible una convivencia respetuosa entre Cataluña y España, fruto de negociaciones amistosas y de pactos acordados». Leer más

Domingo 2º de Adviento – Fray Marcos

(Is 4,1-11) En el desierto, preparadle un camino al Señor.

(2Pe 3,4-8) Esperamos un cielo y una tierra nuevos, donde habite la justicia.

(Mc 1,1-8) Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Siempre hay profetas que ven antes el camino. Aunque, con demasiada frecuencia, nos quedamos mirando al dedo cuando nos señalan la luna.

El evangelio del domingo pasado nos hablaba de estar despierto. Hoy hablan los profetas. No se trata de un adivinador del porvenir. Tampoco se trata de un ser humano separado y elegido por Dios, que le va indicando lo que tiene que decir a los demás. Profeta es todo aquel que está despierto. La principal característica del profeta es precisamente su inserción en el pueblo y su preocupación por la suerte de los más humildes. Su principal objetivo ha sido denunciar la injusticia.

Verdadero profeta sería el que ha llegado a una experiencia de su verdadero ser y, fiel a ella, ayuda a los demás a descubrir el camino de lo humano. Falso sería el que conduce al hombre a mayor egoísmo. El problema está en que lo “humano” solo se puede valorar desde lo humano. Por eso no hay manera de distinguir lo falso de lo verdadero mientras no se tenga una mínima experiencia de humanidad.

No debemos extrañarnos de encontrar tantos y tan expresivos textos para este tiempo litúrgico. Lo que el segundo Isaías anuncia es un evangelio (buena noticia). El destierro había acabado con toda una teología triunfalista que invitaba a dormirse en los laureles de sentirse elegidos, sin aceptar ninguna responsabilidad para con Dios ni para con los demás. Las denuncias de todos los profetas advertían de que no se puede confiar en Dios mientras se practica toda clase de atropellos e injusticias.

La primera palabra del evangelio de Mc es “arje”, que en griego designa el comienzo de un texto, pero  también algo mucho más profundo. El evangelio de Jn comienza también con esta palabra y lo traducimos: “en el principio” = origen. “Arje” significa origen y fundamento; es decir, aquello que ha sido la causa de que otra cosa surja. La Vulgata lo tradujo por “Initium” que también significa “origen”. El texto se debía traducir: “Éste es el origen de la alegre noticia de Jesús el Ungido, el Hijo de Dios”.

Tampoco “euanggelion” debemos traducirlo por evangelio, que es un concepto muy elaborado, sino por buena noticia. Quiere decir que comienza el evangelio que es todo él una buena noticia. Lo mismo tenemos que decir de “Jesous” y  “Christos”, que en griego están separados y significan simplemente Jesús el ungido. Con el tiempo los cristianos unieron el nombre con el adjetivo y confesaron al Jesucristo que ha llegado hasta nosotros. Este texto es un resumen de todo lo que en él se va a proponer.

Este evangelio, a pesar de ser el primero que se escribió, no sabe nada de la infancia de Jesús. Esto es muy interesante a la hora de interpretar los textos de Lc y Mt que vamos a leer en todo el tiempo de Navidad. Estos relatos se fueron elaborando a través de los primeros años de cristianismo y no tienen nada que ver con la historia. Son relatos míticos y leyendas casi todas anteriores al cristianismo que se han cristianizado para darnos un mensaje teológico, no para informarnos de lo que pasó.

Mc pasa directamente a hablarnos de Juan Bautista como último representante del profetismo. El Bautista es uno de los personajes claves en el tiempo de Adviento, porque se trata del último de los profetas del AT. Debemos recordar que hacía casi trescientos años que no se había conocido un verdadero profeta. Todos los evangelistas lo consideran el heraldo de Jesús, lo anuncia, lo propone al pueblo y es protagonista de su nacimiento en el Espíritu (bautismo), donde empieza Jesús a manifestar lo que realmente era.

No podemos asegurar que este relato responda a una situación histórica. Es muy poco lo que sabemos sobre la relación de Jesús con Juan. De todos modos, es cierto que el primer dato histórico sobre Jesús que encontramos en fuentes extrabíblicas es su bautismo por parte de Juan. No es descabellado suponer que a Jesús, un buscador incansable, le llamara la atención un personaje como Juan que ya era famoso cuando él empezó su vida pública. A Juan, como a Jesús, no le gustaba el cariz que había tomado la religión judía.

Los primeros cristianos dieron al Bautista un papel relevante en la aparición del cristianismo; seguramente mayor del que hoy le reconocemos. La prueba está en que, en un momento determinado, vieron la necesidad de marcar distancias entre Jesús y Juan para dejar claro quién era el más importante. Seguramente esa relevancia se deba más a la necesidad de justificar una figura tan desconcertante como la de Jesús, conectándole con el profetismo del AT, que a una real influencia de Juan en la doctrina de Jesús

Preparadle el camino al Señor. Este grito es el mejor resumen del espíritu de Adviento. Pero fijaros que fuerza el sentido del texto, que habla de prepararle un camino a Yahvé, mientras Mc habla de preparar un camino a Jesús. El texto está insinuando que si Dios no llega a nosotros es porque se lo impedimos con nuestra actitud vital, que orienta su preocupación en otras direcciones. Él viene, pero nosotros nos vamos.

Yo bautizo con agua, pero él bautizará con Espíritu Santo. Es la clave del relato y marca la diferencia abismal entre Jesús y Juan. Las primeras comunidades tenían muy clara la originalidad de Jesús frente a los personajes del pasado. Toda la relación con Dios, hasta la fecha, era consideraba como externa al hombre y en relación desigual. Dios era el soberano y el ser humano el súbdito. Jesús manifiesta una relación con Dios distinta. Él está empapado del Espíritu y nos sumerge (bautiza) a todos en ese mismo Espíritu.

Los textos de este domingo nos hablan de utopía. Isaías dice: Aquí está vuestro Dios. Pedro: Nosotros esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habite la justicia. El salmo: La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan. Mc: Él bautizará con Espíritu Santo. En un mundo tan poco propicio al optimismo, encontrarnos con esta oferta puede ser impactante. Pero tampoco tenemos que caer en el triunfalismo. Derrotismo y triunfalismo son estrategias extremas que utiliza el yo para fortalecerse.

Hoy la necesidad de estar alerta es más apremiante que nunca, porque jamás se han ofrecido al ser humano más caminos falsos de salvación. Hay toda una gama de productos disponibles en el mercado, desde las drogas hasta los gurus a medida. Por eso necesitamos más que nunca de la figura del profeta. Seres humanos que, por su experien­cia personal, puedan arrojar alguna luz en esa maraña de senderos que se entrecruzan y que la inmensa mayoría son sendas perdidas que no llevan a ninguna parte.

Podemos volcarnos sobre lo sensible, buscando el placer inmediato, o descubrir las posibilidades de plenitud que todos tenemos. El no tomar una decisión es ya tomar partido por lo que nos pide el cuerpo. No despertar, es seguir dormidos. Decidirse por lo más difícil solo es posible después de una toma de conciencia, que tiene que ir más allá de los sentidos y de la razón. Es una iluminación que me empuja por un camino que ni siquiera sé a dónde me va a llevar, pero estoy convencido que me hará más humano.

 

Meditación

La experiencia del bautismo es la clave para entender a Jesús.

Después de esa experiencia personal, dice a Nicodemo:

Hay que nacer del agua y del Espíritu.

El único camino hacia lo humano es el que Jesús recorrió.

Tenemos que sumergirnos en lo sagrado.

Tenemos que dejarnos inundar por lo divino.

 

 

Abendualdiko 2º Igandea – Domingo 2º de Adviento, José A. Pagola

– B (Markos 1, 1-8)

Evangelio del 10 / Dic / 2017

por Coordinador – Mario González Jurado

JESUSEKIN ZERBAIT
BERRIA HASI DA

Urte liturgiko berri honen joan-etorrian, Markosen ebanjelioa irakurriko dugu kristauek. Titulu honekin hasten da liburu hori: «Jesu Kristo Jainkoaren Semearen Berri Onaren hasiera». Hitz hauek iradokitzen digute jada, kontakizun horretan aurkituko dugun zerbait.

Jesusekin zerbait berri «hasi da». Horixe da Markosek argi jarri nahi duen lehenengo gauza. Aurreko guztia iraganeko gauza da. Zerbait berriren eta nahastezinen hasiera da Jesus. Kontakizunean, «aldia bete dela» esango digu Jesusek. Jainkoaren Berri Ona iritsi da berarekin.

Horixe ari dira bizitzen lehen kristauak. Jesusekin biziro topo egin eta beraren misterioan hein batean murgiltzen denak badaki bizi berria hasi duela, ordu arte sekula esperimentatu ez zuen zerbait.

«Berri Ona» da Jesusengan aurkitzen duena. Zerbait berri eta on. Markosek darabilen «Ebanjelio» hitza oso sarri erabiltzen zuten Jesusen lehen jarraitzaileek, eta berarekin topo egitean sentitzen zutena adierazten du. Liberazio-sentipena, poza, segurtasuna eta beldurra galtzea. «Jainkoaren salbazioarekin» egiten dute topo Jesusen baitan.

Jesusengan gizakiaren adiskideen Jainkoa, herri guztien Aita, azkenak direnen defendatzailea, galduak direnen esperantza aurkitzen duenak ondo daki ez duela albiste hoberik aurkituko. Mundua gizatarrago, duinago eta zoriontsuago egiteko Jesusen lan-egitasmoa ezagutzen duenak badaki ez duela izango zeregin handiagorik.

Jesus bera da, Markosek idatzi duen kontakizunaren protagonista, Berri On hori. Horregatik, bere lehenengo asmoa Markosek ez du Jesusez ikasbide bat ematea, ezta hartaz informazio biografikoa ematea ere, baizik eta gu liluratzea, Jesusen baitan bakarrik aurkitu ahal izango dugun Berri Onari geure bihotza ireki diezaiogun.

Bi titulu ematen dizkio Markosek Jesusi: bat bereziki judua, bestea unibertsala. Halere, badu irakurlearentzat ezustekorik. Juduek beren herriaren askatzailetzat espero zuten «Mesias» da Jesus. Baina erromatarrak suntsitzeko espero zuten lider gerlaria ez bezalako Mesias da, guztiz. Bere kontakizunean, Jainkoak bidalitakotzat ematen du Jesus Markosek, gizadiaren bizia gizatartzeko eta haren historia behin betiko salbaziora bideratzeko. Horra lehenengo ezustekoa.

«Jainkoaren Semea» da Jesus, baina ez batzuek imajinatu izan zuten botereaz eta aintzaz hornituriko hura. Jainkoaren Semea guztiz gizatarra da, hartaraino non Jainkoa bakarrik izan baitaiteke horrelakoa. Guztientzat izan duen zerbitzu-bizitza bukatzean bakarrik, gurutzean josi dutenean alegia, aitortu ahal izango du erromatar ehuntariak: «Zinez, Jainkoaren Semea zen gizon hau». Horra bigarren ezustekoa.

José Antonio Pagola
Itzultzailea: Dionisio Amundarain

 

Domingo 2º de Adviento

Evangelio del 10 / Dic / 2017

por Coordinador – Mario González Jurado

CON JESÚS
COMIENZA ALGO BUENO

A lo largo de este nuevo año litúrgico, los cristianos iremos leyendo los domingos el evangelio de Marcos. Su pequeño escrito arranca con este título: «Comienzo de la buena noticia de Jesús, el Mesías, Hijo de Dios». Estas palabras nos permiten evocar algo de lo que encontraremos en su relato.

Con Jesús «comienza algo nuevo». Es lo primero que quiere dejar claro Marcos. Todo lo anterior pertenece al pasado. Jesús es el comienzo de algo nuevo e inconfundible. En el relato, Jesús dirá que «el tiempo se ha cumplido». Con él llega la buena noticia de Dios.

Esto es lo que están experimentando los primeros cristianos. Quien se encuentra vitalmente con Jesús y penetra un poco en su misterio sabe que con él empieza una vida nueva, algo que nunca había experimentado anteriormente.

Lo que encuentran en Jesús es una «Buena Noticia». Algo nuevo y bueno. La palabra «evangelio» que emplea Marcos es muy frecuente entre los primeros seguidores de Jesús y expresa lo que sienten al encontrarse con él. Una sensación de liberación, alegría, seguridad y desaparición de miedos. En Jesús se encuentran con «la salvación de Dios».

Cuando alguien descubre en Jesús al Dios amigo del ser humano, el Padre de todos los pueblos, el defensor de los últimos, la esperanza de los perdidos, sabe que no encontrará una noticia mejor. Cuando conoce el proyecto de Jesús de trabajar por un mundo más humano, digno y dichoso, sabe que no podrá dedicarse a nada más grande.

Esta Buena Noticia es Jesús mismo, el protagonista del relato que va a escribir Marcos. Por eso su intención primera no es ofrecernos doctrina sobre Jesús ni aportarnos información biográfica sobre él, sino seducirnos para que nos abramos a la Buena Noticia que solo podremos encontrar en él.

Marcos le atribuye a Jesús dos títulos: uno típicamente judío; el otro, más universal. Sin embargo, reserva a los lectores algunas sorpresas. Jesús es el «Mesías» al que los judíos esperaban como liberador de su pueblo. Pero un Mesías muy diferente del líder guerrero que muchos anhelaban para destruir a los romanos. En su relato, Jesús es descrito como enviado por Dios para humanizar la vida y encauzar la historia hacia su salvación definitiva. Es la primera sorpresa.

Jesús es «Hijo de Dios», pero no dotado del poder y la gloria que algunos hubieran imaginado. Un Hijo de Dios profundamente humano, tan humano que solo Dios puede ser así. Solo cuando termine su vida de servicio a todos, ejecutado en una cruz, un centurión romano confesará: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios». Es la segunda sorpresa.

José Antonio Pagola