LA ORDENACIÓN DE OBISPAS ANGLICANAS ABRE UN DEBATE RELIGIOSO

José Manuel Vidal

La decisión de la Iglesia Anglicana de permitir la ordenación de obispas abre un debate religioso y se interpreta como un mensaje a otras iglesias cómo la Católica, en opinión del analista español José Manuel Vidal.  «Era lo lógico y natural y entraba dentro de lo previsible. En 1994, esta misma iglesia cristiana, que cuenta con 80 millones de fieles en 165 países del mundo, aprobó el sacerdocio de la mujer. Desde entonces, son ya 3.827 las sacerdotisas que tienen acceso al altar. Hasta ahora restringido. Es tal la masculinización de las jerarquías clericales que, hasta en la Iglesia Anglicana, tardaron 20 años en subir al siguiente y máximo peldaño del sacramento del orden: el episcopado”, señala Vidal en las páginas del diario conservador español, El Mundo.

La medida es ciertamente histórica, crea un precedente decisivo y deja en evidencia a las otras ramas del cristianismo, especialmente a la Iglesia Católica y a la Iglesia Ortodoxa, dado que en las Iglesias protestantes también hay denominaciones clave que admiten mujeres sacerdotes y obispas.
«Con el papa Francisco en Roma, el catolicismo podría, al menos, plantearse la cuestión. Hasta ahora, ni eso podía hacerse. Por dos razones principales: para la Iglesia Católica, el cuerpo de la mujer es un obstáculo para acceder a los ministerios ordenados, porque no representa a Cristo. Y no lo representa o no lo puede representar, porque la mujer no es vir (varón) y, por lo tanto, en función de su sexo, no puede representar a Jesucristo, que fue varón”, matiza José Manuel Vidal.
Crítica católica

Ayer,  Giovanni Maria Vian, director de L’Osservatore Romano, el diario del Vaticano, criticó la decisión anglicana.
«Claramente es una decisión que complica el camino ecuménico. El problema no es sólo con Roma sino también con las iglesias ortodoxas y además la comunión anglicana está dividida en este terreno”, declaró Vian al diario italiano La Stampa.

El histórico desenlace da la vuelta a siglos de tradición en el seno de la Iglesia Anglicana.