CRÍTICA AL FUNCIONAMIENTO DE LA BOLSA

ARCADI OLIVERES – EXPERTO EN ECONOMÍA

VIIº CICLO ALTERNATIVAS A LA GLOBALIZACIÓN
JORNADAS BANCA ÉTICA – PAMPLONA 6 – 8 OCTUBRE – 2009

Primera jornada – 6 octubre:

Ni todas las crisis son iguales, ni todas tienen el mismo origen. Arcadi comenzó su ponencia refiriéndose a la actual recesión como una crisis de origen financiero. La idea de ‘dinero’ como instrumento de intermediación se ha pervertido y se ha convertido en mecanismo de especulación. Se quiere dinero para tener más dinero. De Tokio a Nueva York, se mueven diariamente ingentes cantidades de dinero a lo largo y ancho del mundo.
Tres elementos especialmente han propiciado esta situación:

  1. Internet. Facilita este tipo de operaciones y permite, por ejemplo, supervisar qué está pasando con unas acciones en cualquier parte del mundo, desde cualquier otro lugar, en tiempo real.
  2. La libertad en los movimientos de capital. Nadie impide que la fortuna de los inversores pase de un lado a otro del mundo en un mismo día.
  3. No hay ninguna voluntad política de frenar esta especulación. En ninguna de las tres cumbres que ha realizado el llamado ‘G20’ se ha mencionado el tema de la especulación. No les conviene: iría en contra de sus propios intereses.

No existen leyes que pongan freno a esta especulación, así que hay inversores que llevan años enriqueciéndose a base de generar miedo y cortinas de humo entre los accionistas. Ante este tipo de fraudes, el economista James Tobin calculó que si en cada una de esas operaciones se pagara un uno por mil del valor especulado, esa tasa (la ‘Tasa Tobin’) supondría una recaudación de 200.000 millones al año: cuatro veces más que el dinero que pide la ONU para erradicar la pobreza. Hasta el momento, ningún Parlamento la ha aprobado.

CRÍTICA A LOS BANCOS Y CAJAS

Una vez analizada la bolsa, Arcadi pasó a referirse a la actividad bancaria y criticó punto por punto la manera en la que bancos y cajas se están enriqueciendo:

  • Marx Webber decía que la única justificación de obtener beneficios es asumir riesgos. Sin embargo, los bancos tienen grandes ganancias sin cumplir esta premisa, asegurándose de pedir avales o garantías de que ellos no perderán dinero.
  • Gran parte de esos beneficios se adquieren a través de comisiones. Los bancos y las cajas cobran a sus clientes por la realización de cualquier operación, transferencia, cambio de moneda… Un triste ejemplo de esto son los 1200 millones de las antiguas pesetas que los bancos se quedaron en concepto de comisiones a la hora de mandar la ayuda a Honduras y Nicaragua tras el huracán Mitch.
  • Las pensiones sin límite de los directores de bancos, los sueldos blindados que giran en torno a los 70 millones de euros y un nombre, entre otros, de quienes se enriquecen con salarios desorbitados: Emilio Botín.
  • Actividades en las que el Banco Bilbao Vizcaya, el Banco Santander y todas las grandes sucursales españolas invierten, armas y drogas fundamentalmente, y múltiples sucursales en paraísos fiscales que se dedican al blanqueo de dinero.
  • Las enormes inyecciones de dinero por parte de los gobiernos que se utilizan para salvar esos sueldos astronómicos.
  • Política y economía bajo los mismos intereses financieros. El poder está en manos de unos pocos que lo manejan todo y la política está en manos del dinero. Los partidos políticos recurren a los bancos de cara a las elecciones y por esa razón es difícil que ataquen a quienes “les dan de comer”.


¿QUÉ HACER ANTE ESTA SITUACIÓN?

Ante este panorama, la cuestión es qué hacer para cambiarlo:

  • Si la crisis es mundial, la respuesta debería ser mundial. Sería necesario que las decisiones no quedaran sólo en manos del G20, sino que todos los países participaran en las cumbres en las que se determinan las medidas para superar la recesión.
  • Los gobiernos deberían nacionalizar la banca y las cajas tendrían que recuperar los valores por los que nacieron en el siglo XIX y que parecen haber olvidado. La Caixa, por ejemplo, presume de sus “obras sociales”. Sin embargo, tan sólo destina un 16% para esos fines y el resto lo invierte en grandes empresas como Repsol.
  • ¿Y qué podemos hacer nosotros? Para empezar, profundizar en el tema, plantearnos qué está pasando en los bancos, con nuestro dinero y planes de pensiones. La banca ética nos permite precisamente invertir nuestro dinero en proyectos de cooperación, de juventud, en iniciativas en favor de la mujer…