«Es tan necesario el condón como la humanizaciónde la sexualidad»

Diario de Noticias 

Jesús Equiza teólogo, sociólogo y párroco de Labiano

No es un cura cualquiera. Jesús Equiza, párroco de Labiano, teólogo y sociólogo, rompe tabúes. Se trata de un sacerdote inquieto, un investigador prolífico y un hombre cercano a lo que le rodea. Publica ahora la obra 'Dos libros polémicos' y cree que en la Iglesia nunca está de más el debate.

 pamplona. Insta a que la Iglesia se aproxime más a la sociedad de hoy, a que utilice otro lenguaje, a que su jerarquía conceda un espacio más amplio para el diálogo. Jesús Equiza no tiene nada de políticamente correcto y ha peleado muchos años en una trinchera asediada por los jerifaltes. Jesús Equiza se opuso frontalmente al vertedero en su valle, en Aranguren, y por aquel motivo fue detenido y juzgado. Su historia va más allá de aquel hecho. Hombre profundamente reflexivo, de esa templanza nacen obras como la que ahora presenta y los comentarios que siguen en esta entrevista.

La Iglesia navarra y estatal no parecen decidirse a dar un paso adelante, que ayudaría a que se desataran de un pasado muy conservador.

Probablemente sí. En realidad ha habido una cierta involución desde arriba, desde las jerarquía más altas. Tienen miedo a que las bases de la comunidad cristiana puedan exigir demasiados avances.

El Papa ha realizado una gira por África que le ha reportado numerosas críticas.

Sí, pero he de romper una lanza a su favor. El Papa ha sido clarísimo en África. Ha denunciado los abusos que han sufrido aquellos pueblos, el poco respeto a sus economías y culturas y ha hecho una denuncia abierta de la situación de hambre en aquel mundo. Y, aparte de eso, también ha hablado de lo sexual.

Y eso es lo que ha trascendido.

Así es. Pero su mensaje también tenía una parte positiva: dijo que los embarazos no deseados no se resuelven sólo con condones o anticonceptivos sino también con una humanización de la sexualidad. La sexualidad necesita información y formación. Se trata de una dimensión de la persona, no es ni una compraventa ni un gozo pasajero. Y además ha dicho que no se usen los anticonceptivos. Eso ya no me parece bien. Hay que dejar a la gente que goce de su sexo sin miedos.

Sin embargo, es lógico que el mundo laico anteponga su salud a la humanización del acto sexual y ese mensaje de la Iglesia contra los preservativos no distorsiona las bonanzas de la otra argumentación.

Pienso que el condón produce un efecto inmediato y por eso es bueno que la gente lo use. Pero la humanización de la sexualidad forma parte de la educación de la persona y produce su efecto de modo paulatino y a más largo plazo. Las dos cosas son necesarias.

Hace continuas referencias al laicismo de la sociedad. ¿Qué opinión le merecen las actuaciones del Gobierno de Zapatero que ha implantado una asignatura como Educación para la Ciudadanía en detrimento de la obligatoriedad de la religión?

En este punto prefiero llamar a esto secularización, que se refiere a todo hijo de vecino, que laicización, que habla sólo del laico. El Estado debe ser aconfesional, no debe estar vinculado ni a una ni a muchas religiones. Eso es una obligación. Pero tiene el deber de buscar el bien común de una sociedad plural religiosamente y contribuir a formar a las personas en su dimensión religiosa. No me gusta la laicidad exacerbada, que lleva a una postura beligerante contra la religión.

¿Y cree que se puede llegar a una postura beligerante con las actitudes que se están mostrado aquí?

Es un punto muy delicado. En Europa hay dos modelos de Estado aconfesional o laico: el francés, el más duro, que llegó a apoderarse de todos los bienes de las comunidades religiosas y que lo están revisando, y el modelo alemán, más respetuoso. Las religiones deben estar en la escuela como hecho religioso: es decir, la historia, la sociología y la ética de las religiones. ¿Por qué nuestra juventud ha de ignorar todo esto? Eso no quiere decir que vayan a ser creyentes. Lo que no debe estar en la escuela es la catequésis. En este punto fallan tanto el Estado como los obispos. La táctica que ha usado el Estado no ha sido la más feliz. Ha ido quitando la religión de la escuela e introduciendo la nueva asignatura. Y así parece que una va contra la otra.

Pero hasta ahora sólo se estudiaba la historia de la religión católica.

Así es. Y en Holanda sólo se estudiaba la religión calvinista y en Inglaterra la religión anglicana. Pero con el pluralismo que hay en la sociedad y en todos los ámbitos de la persona, hoy no se puede seguir así y el Estado hace bien en proclamar su secularización.

Entonces, ¿entiende que se puede estudiar Educación para la Ciudadanía sin prescindir de la Religión?

Por supuesto, tienen que estar las dos cosas. No existe una contradicción, pero fallan las dos partes. Unos (el Estado) prohíben demasiado y otros (los obispos) exigen demasiado.