No compartimos la decisión de nuestro obispo y esperamos que la reconsidere. Propicia que parezca que sigue vigente la unión que durante su régimen hubo entre ‘el trono y el altar.
Si Franco fuera una persona anónima y si sus familiares no fueran más que eso, el asunto, evidentemente, no tendría mayor transcendencia. Leer más (Religión Digital)