El suplemento femenino que publica L’Osservatore Romano se imprimió hace un mes con un brutal reportaje sobre los históricos abusos que han recibido las monjas por parte de sacerdotes y obispos. Violaciones, abusos de poder, relaciones de esclavitud… La historia fue reproducida por decenas de medios, abrió un debate cerrado a cal y canto durante años en la Iglesia y obligó al Papa a pronunciarse y a reconocer el problema en pleno vuelo de vuelta de su viaje a Abu Dabi. Aquella apuesta periodística, como tantas otras, fue idea de Lucetta Scaraffia (Torino, 1948), periodista, historiadora y directora de Mujeres, Iglesia y Mundo. Azote del machismo rampante en la Iglesia, Scaraffia está convencida que la institución debe feminizarse para afrontar plagas como la de los abusos. Leer más (Daniel Verdú)