Monseñor Romero (santo)

 

Con motivo del XXXVIII aniversario del asesinato del Arzobispo de El Salvador Monseñor O. Romero y en proceso de ser canonizado (aunque para el pueblo llano es Santo desde el momento que lo mataron)        queremos tenerlo presente y recordarlo desde el COMITÉ OSCAR ROMERO DE NAVARRA-NAFARROA haciendoos participes de este escrito hecho por Víctor Juango miembro y en nombre del Comité   Oscar Romero.

MONSEÑOR ROBERO (SANTO)
Víctor Juango
del Comité Óscar Romero de Navarra-Nafarroa

Tal vez para muchos, monseñor Romero sea un desconocido y San Romero (Santo), en los tiempos que corren más. Para saber un poco de monseñor Romero, de su vida, trabajo y compromiso, sólo unas pequeñas   anécdotas.

Fue candidato al Nobel de la Paz en el año 1979. En la catedral de la abadía de Westminster de Londres es uno de los diez mártires del siglo XX inmortalizados por la Iglesia Anglicana en una escultura.

Nació en Ciudad Barrios (El Salvador) en el año 1917, y fue asesinado en la capital de El Salvador, mientras celebraba una Eucaristía, el 24 de marzo de 1980, por lo que conmemoramos el 38º aniversario de su muerte. Como obispo de El Salvador tomó la opción y la preferencia por la paz, por los pobres y por los derechos humanos, en un país en guerra y donde los asesinatos y desaparecidos eran el pan de cada día. Pero hubo un hecho que cambió su vida: el asesinato del jesuita padre Rutilio Grande; radicalizando su denuncia y su compromiso ante tanta injusticia.

Se convirtió en un enemigo público para los poderes fácticos porque sus denuncias eran claras y duras. Hay una frase que marca su postura: “Hermano, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos; y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: no matar, ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia…”. Así intentaba evitar la masacre de hombres, mujeres y niños. Por fin se ha hecho justicia y el papa Francisco le hará santo y será san Romero de América (ya santo para su pueblo desde su muerte) en unión de infinidad de mártires como Rutilio, Ellacuría y tantos y tantos mártires.

Víctor Juango en Diario de Noticias de Navarra, 21 de marzo de 2018

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La santidad de monseñor Romero

Nos llega una buena y bella noticia: al querido salvadoreño monseñor Oscar A. Romero se le sigue reconociendo su santidad y será canonizado; junto a la ya anunciada de otro testimonio de la fe, al servicio del bien y de la justicia con los pobres de la tierra como es Pablo VI, al que tanto admiraba monseñor Romero.

Dos santos y testigos que tanto aportaron a la espiritualidad, a la solidaridad y a un desarrollo humano, liberador e integral en la equidad con los pobres. Siguiendo una de las últimas intervenciones de monseñor Romero, «la dimensión política de la fe desde la opción por los pobres», que está considerada como uno sus legados espirituales-teológicos y éticos, vamos a presentar diversas claves o realidades que nos muestra la vida y santidad de este ya santo del Salvador. Y qué, cómo vamos a ver, actualiza y profundiza el espíritu y enseñanza del Concilio Vaticano II.

Como todo santo, la vida de monseñor Romero está entrañada en el amor a Dios y al prójimo. Una existencia en la fe que, en el seguimiento de Jesús, se hace caridad fraterna con el otro, solidaridad transformadora con los pueblos y justicia liberadora con los pobres. Monseñor Romero vive esta espiritualidad teologal del Don (Gracia) del Amor de Dios, que le lleva a la vida santa y mística en la comunión fraterna con Cristo, con su Iglesia y con los pobres. Es una mística de los ojos abiertos que, con el principio-misericordia y la ética de la compasión, mueve a la encarnación solidaria en la realidad y en las esperanzas, sufrimientos e injusticias que padecen los seres humanos, los pueblos y los pobres.   Leer mas…

Agustín Ortega en Religión Digital, 8 de marzo de 2018