El ocaso de los intelectuales y el extravío de la razón

Tercera Información
Atrio

De otro colaborador de ATRIO (este aporte de textos importantes ajenos es fundamental para lo que quiere ser este lugar de encuentro) nos llega hoy un artículo del mexicano Isaac Enríquez Pérez, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, publicado en Tercera Información.es. Creo que en él se expone muy bien uno de los objetivos esenciales que han estado y estarán en nuestro Proyecto Atrio 2022 en elaboración: la búsqueda del sentido profundo de la realidad de la persona humana y su responsabilidad en la historia y la evolución del Universo. AD.

Quizás una de las ausencias más palpables en la vida pública sea la de los intelectuales. Eclipsados por la comentocracia y sus corifeos bufonescos, dejaron de plantearse las preguntas en torno a los problemas fundamentales de la humanidad, así como los argumentos de peso revestidos de un aura de filósofos y estadistas. La comentocracia les suplantó aupados en el poder y en el alcance de los mass media y las redes sociodigitales; e hicieron de la trivialización de la palabra y de la praxis política –en tanto espectáculo y parodia– el argumento central de su teatralidad mediática.

Provenientes de la ciencia, la literatura, la filosofía o el cultivo del pensamiento, los intelectuales clásicos (recordemos a Raymond Aron, Pierre Teilhard de Chardin, José Ortega y Gasset, Jean Paul Sartre, Albert Camus, George Orwell, Michel Foucault, Gore Vidal, Frantz Fanon, Carl Sagan, Umberto Eco, Norberto Bobbio, Giovanni Sartori, Edgar Morin, Octavio Paz, Juan María Alponte, Noam Chomsky, entre muchos otros) gozaban de amplios círculos de lectores y audiencias. Dispuestos a ejercer un uso público de la razón, por lo regular gozaban de un sofisticado juicio político y no pocos se identificaban con causas sociales en pro de la justicia y en contra de la opresión. Aunque los hubo –a lo largo del siglo XX– que se identificaron con los fascismos y el nazismo, como fue el caso de Martin Heidegger. De tal forma que la calidad académica e intelectual no es sinónimo, en automático, de coherencia y sagacidad en el juicio político/histórico...Leer más…