10 Consejos para militantes de izquierdas

Redacción de Atrio, 27-Mayo-2010

Este texto de Frei Betto es del año 2003. Lo publicó en 2004 la Revista “Misión Joven” del Centro de Pastoral Juvenil de los Salesianos… Nos lo ha enviado un “atriero” y sirve como declaración de identidad de muchos los que tomamos ATRIO como una comunidad de buscadores de alternativas al sistema económico social y a los sistemas religiosos-clericales.

1. Mantenga viva la indignación

Verifique periódicamente si Vd. es realmente de izquierda. Adopte el criterio de Norberto Bobio: la derecha considera la desigualdad social tan natural como la diferencia entre día y noche. La izquierda lo enfrenta como una aberración que debe ser erradicada.

Cuidado: usted puede estar contaminado por el virus socialdemócrata, cuyos principales síntomas son usar métodos de derecha para obtener conquistas de izquierda, y en caso de conflicto, desagradar a los pequeños para no quedar mal con los grandes.

2. La cabeza piensa donde los pies pisanNo se puede ser de izquierdas sin “ensuciar” los zapatos allá donde el pueblo vive, lucha, sufre. Alégrate y comparte sus creencias y victorias. Teoría sin práctica es hacer el juego a la derecha.

.3. No se avergüence de creer en el socialismo

El escándalo de la inquisición no hizo que los cristianos abandonaran los valores y las propuestas del evangelio. Del mismo modo, el fracaso del socialismo en el este europeo no debe inducirlo a descartar el socialismo del horizonte de la historia humana.

El capitalismo, vigente hace 200 años, fracasó para la mayoría de la población mundial. Hoy somos seis mil millones de habitantes. Según el banco mundial 2800 millones sobreviven con menos de 2 dólares por día. Y 1200 millones, con menos de un dólar por día. La globalización de la miseria no es mayor gracias al socialismo chino que, a pesar de sus errores, asegura alimentación, salud y educación a 1200 millones de personas.

4. Sea critico sin perder la autocritica

Muchos militantes de izquierda cambian de lado cuando comienzan a buscar piojo en cabeza de alfiler. Apartados del poder se toman amargos y acusan a sus compañeros de errores y vacilaciones. Como dice Jesús, vemos el polvo en el ojo del otro, pero no el camello en el propio ojo. Tampoco se enganchan para mejorar ls cosas. Quedan como simples espectadores y jueces y, algunos, son captador por el sistema. La autocritica no es solo admitir los propios errores. Es admitir ser criticado por los compañeros.

5. Sepa la diferencia entre militante y “militonto

“Militonto” es aquel que se jacta de estar en todo, participar en todos los eventos y movimientos, actuar en todos los frentes. Su lenguaje está lleno de explicaciones y los efectos de sus acciones son superficiales. El militante profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia, reflexiona, medita; valora de forma determinada su área de actuación y actividades, valoriza los vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios.

6. Sea riguroso en la ética de la militancia

La izquierda actúa por principios. La derecha por intereses. Un militante de izquierda puede perder todo la libertad, el empleo, la vida. Menos la moral. Al desmoralizarse, desmoraliza la causa que defiende y representa. Le presta un inestimable servicio a la derecha. Hay arribistas disfrazados de militante de izquierda. Es el sujeto que se engancha apuntando, en primer lugar, a su ascenso al poder. En nombre de una causa colectiva, busca primero sus intereses personales. El verdadero militante como Jesús, como Gandhi, es un servidor, dispuesto a dar la propia vida para que otros tengan vida. No se siente humillado por no estar en el poder, u orgulloso al estar. El no se confunde con la función que ocupa.

7. Aliméntese en la tradición de la izquierda

Es preciso la oración para cultivar la fe, el cariño para nutrir el amor de la pareja, “volver a las fuentes” para mantener encendida la mística de la militancia. Conozca la historia de la izquierda, lea novelas como “La Madre”, de Gorki, o “Las uvas de la ira”, de Steinbeck.

 8. Prefierael riesgo de errar con los pobres a tener la pretensión

Convivir con los pobres no es fácil. Primero, hay la tendencia de idealizarlos. Después, se descubre que entre ellos existen los mismos vicios encontrados en las demás clases sociales. Ellos no son mejores ni peores que los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea, personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la vida digna. Por eso, estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia. Un militantes de izquierda jamás negocia los derechos de los pobres sabe aprender con ellos.

9. Defienda siempre al oprimido, aunque aparentemente ellos no tengan razón

Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo que no se puede esperar de ellos actitudes que tampoco aparecen en la vida de aquellos que tuvieron una educación refinada. En todos los sectores de la sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia es que, en la élite, la corrupción se hace con la protección de la ley y los bandidos son defendidos por mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un espectador lleve una nación entera a la penuria. La vida es el don mayor de Dios. La experiencia de la pobreza calma a los cielos. No espere jamás ser comprendido por quien favorece la opresión de los pobres.

10. Haga de la oración un antídoto contra la alienación.

Orar es dejarse cuestionar por el Espíritu de Dios. Muchas veces dejamos de rezar para no oír el llamado divino que nos exige nuestra conversión, esto es, el cambio del rumbo en la vida. Hablamos como militantes y vivimos como burgueses, acomodados en una cómoda posición de jueces de quien lucha. Orar es permitir que dios subvierta nuestra existencia, enseñándonos a amar así como Jesús amaba, libremente.

Frei Betto (23/08/2003) fuente: Nodo 50