«La convocatoria por Juan XXIII de un Concilio ecuménico (25 de enero de 1959) puso en pie de guerra a la dominante ala conservadora que, alarmada por aquella decisión personal del Papa, podía cambiar el rumbo de la Iglesia»
«Su preparación (1959-1962) fue costosa y larga. Su celebración (1962-1965), con Juan XXIII y Pablo VI, culminó con un documento emblemático, Gaudium et spes»
«De una Iglesia eclesiocéntrica, a una Iglesia reinocéntrica que busca y ofrece la Justicia del Reino de Dios que debe comenzar a realizarse en este mundo»
«La convocatoria papal “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión” se enmarca de lleno en la línea conciliar»
El 11 de octubre se cumple el 60 aniversario del comienzo de un concilio decisivo para la Iglesia católica. Lo había convocado, con la sorpresa general, el papa Juan XXIII en un momento crítico no sólo para la comunidad eclesial.
El mundo de aquella época estaba viviendo momentos muy difíciles donde la amenaza de una tercera guerra amenazaba a la humanidad. El enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética se acentuaba en la conocida como Guerra Fría. La tensión era extrema. Se construía el muro de Berlín. La crisis de los miles de Cuba mantuvo durante un tiempo en vilo a los Estados del mundo entero.
A lo largo de los años siguientes, en la década de los 60, se acrecentaban los conflictos. El presidente Kennedy era asesinado (1963). La guerra del Vietnam continuaba. Persistía la dictadura franquista. Al mismo tiempo importantes progresos tecnológicos abrían nuevos rumbos a la humanidad, donde, sin embargo el armamentismo crecía de manera imparable y el capitalismo enriquecía a una minoría a costa de la mayoría pobre. Diversas revoluciones expresaban la tensión política, cultural y social mundiales…Leer más…(Félix Placer)