El País
El ser humano y los pueblos están atravesados por cicatrices y memoria. Ambos construyen lo que serán y lo que fueron. La hiperinflación de la República de Weimar aún pesa en las políticas alemanas y su austeridad, la Gran Depresión dejó en los estadounidenses un sentido de “no malgastar” (…), y la crisis de 2008 y su legado de precariedad e inequidad todavía empobrecen la vida de millones de personas en muchas democracias occidentales. (…) Resulta imposible pensar que esta inimaginable experiencia de mascarillas, distancia social, pérdidas humanas y cancelación de la vida no traerá consecuencias después de que termine la pandemia. Es pronto para saber exactamente cuáles. Leer más… (Miguel Ángel García Vega)