* ORAR CON EL EVANGELIO. (Lc. 10, 38 – 42)

*                          DOMINGO XVI. T. O. – C –  (JULIO  18)

*           El Evangelio de este domingo es otra de las lecciones importantes que Jesús enseña, mostrándonos cómo han de ser las actitudes y comportamientos de la vida cristiana. Toda la vida de Jesús es una apuesta continua por la acogida de las personas, por interesarse por cada una de ellas. Veremos también a Jesús  descansando en casa de sus amigas  Marta y María.
*           Dos hermanas santas, pero tan distintas.
            María, se inclina por la oración y la reflexión: Para ella lo primero era oír al Maestro. Después vendría todo lo demás. Parece una postura cómoda pero quizá cueste más que la de Marta.

*           María nos invita a acercarnos a Dios y a ver la vida a través de El. Ver a María a los pies de Cristo inspira tanta paz…
*           Cómo necesitamos hoy esta paz, esta tranquilidad, este sentido de las cosas, esta escala de valores, ver lo que en cada momento es realmente importante

*                      O R A C I Ó N

*           Señor, Maestro y Amigo:
            Ando inquiet@ y dispers@
            metid@ en mil quehaceres.
            
Voy a pararme,
             A sentarme a tus pies,
             a  estar callad@  junto a ti…
            
para encontrar mi ser más hondo
             a la sombra de tu presencia…

*           Voy a esperar quietamente, sosegadamente
             a que en medio de este silencio,
             nazca tu Palabra en mi;
             a que en la  tierra reseca de mi vida ,
             floreza tu Sabiduría.
*           Señor, voy a pararme contigo un rato.
             En silencio…
             Para que me hables TÚ…

*           Señor, Maestro y Amigo:
             aquí estoy… a tus pies sentad@… AMÉN

*                    Z U R I Ñ E    

           

* ORAR CON EL EVANGELIO. (Mt. 20, 20 -28)

* FESTIVIDAD DE SANTIAGO APÓSTOL. (JULIO 25)

*           Santiago Apóstol fue uno de los 12  apóstoles de Jesús. Es conocido como el hijo del trueno por su carácter impetuoso.
            Santiago pasó  de buscar los primeros puestos a ser capaz de “beber el cáliz” del Maestro para imitar su pasión.
            Uno de los “tragos” más fuertes  debió ser  el de no lograr convertir a quienes hablaba…
            Se dice de Santiago y su camino  que es el santo que ha convertido a más gente muertos que vivos.
            Él puede ser modelo de nuestro caminar: Nos dice que aprendamos  la aparente contradicción de que:
Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.

*                      O R A C I Ó N

*           Señor, parece que en la comunidad de tus discípulos el problema no era doctrinal.
            El problema fue y es la necesidad de sobresalir y de creernos superiores a l@s demás.
            Danos la humildad de valorarnos sin necesidad de menospreciar a nadie.

*           Señor, que entendamos de una vez por todas que en la comunidad cristiana los cargos y  la autoridad son servicio.
            Que pongamos al servicio de l@s herman@s nuestras capacidades y dones.
            Que los que nos llamamos cristianos, reforcemos nuestra fe con el amor y la solidaridad.
           
          
Que a imitación de Santiago  y por su intercesión caminemos con valentía el camino de la fe. AMÉN

*                      Z U R I Ñ E

DOMINGO XV DEL ORDINARIO. Ciclo C. 11 de julio de 2010

Lecturas:
Dt 30, 10-14  
Sal 18, 8-11  
Col 1, 15-20  
Lc 10, 25-37
 

PRIMERAS REFLEXIONES

                Hoy, la parábola del “buen samaritano”, conocida por todos. Es importante ese señalamiento de su lugar de origen, por el menosprecio hacia ellos en la cultura judía en que se desenvolvía Jesús. Menosprecio, si no desprecio a secas, por causas antiguas políticas que han terminado en juicios de herejía respecto a la religión de Israel. Su contraposición es mayor, si los otros caminantes representan  lo más auténtico de esa religión: sacerdotes y levitas.

                Pero lo principal puede pasar desapercibido, al darlo todos por evidente: era bueno. Samaritano o sacerdote o levita, si no son buenos, no funciona la parábola. Se necesita alguien bueno. Así de sencillo. Y lo más preocupante, hoy la bondad, necesita aclaraciones. La del poeta “en el buen sentido de la palabra, bueno”. No es sencillo ser bueno sin más. En el poder, la sabiduría, el comercio de influencias no se lleva mucho ser bueno. Ni en las conjuras y grupos eclesiásticos. Entre intelectuales, artistas, dirigentes de grupos varios, famosos, moralizadores, ¿dónde los buenos? Ser bueno, ¿tendrá que ver con los “limpios de corazón” de las bienaventuranzas? ¿O con los sufridos y serenos o los misericordiosos? ¿Sería muy simple reducirlas a dichosos los buenos? Todos los buenos tienen algo de simples, de no retorcidos. También hay simples que no son buenos, como justos, íntegros, astutos, tímidos o adustos que sí lo son. Dónde nace la bondad, cuáles son sus primeros indicios. Porque urge recuperar para todos, y como primera exigencia, la bondad. Con gente buena no sería igual la banca (igual no sería), ni la empresa, ni el sindicato, ni el partido, ni la curia, ni la comunidad. Suena un tanto a ridícula e ingenua la apelación a la bondad. Si agregamos con el evangelio que “hace salir el sol sobre buenos y malos y manda lluvia sobre justos y pecadores” (Mt 5, 45) , entran ya exigencias que resuenan a perdón y generosidad sin medida. Samaritanos de cualquier grupo marginal: habrá que comenzar por ser buenos, algo bastante reñido con el resentimiento y la revancha. ¿Sabríamos hoy predicar el ser buenos? Sin bondad, difícil o hipócrita ser samaritanos de nadie.

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* ORAR CON EL EVANGELIO (Lc. 10, 25 – 37)

*       DOMINGO  XV. T.O. – C –  (JULIO  11)

*           De nuevo Jesús en el Evangelio, nos muestra sus enseñanzas, con una narración, y en ella nos plantea unos interrogantes. 
*           Dios nos ama; y si realmente  lo amamos de todo corazón, tenemos que mostrar también este amor a nuestros prójimos. La respuesta de Jesús a la pregunta del doctor de la Ley: ¿Quién es mi prójimo?, vale para todos los tiempos. Hoy se dirige a nosotr@s, a ti y a mí..

*           Somos muchas veces críticos con el sacerdote y el levita que en la conocida cita evangélica pasaron de largo. Interiormente, quizá, estamos convencid@s de que en aquella situación nosotr@s hubiéramos hecho lo mismo que el buen samaritano…
¿Estamos segur@s de ello?. ¿Por qué no ser sincer@s y admitir que hemos pasado y pasamos muchas veces de largo?

                                        O R A C I Ó N

*           Señor, que no nos escudemos en preguntas retóricas para no comprometernos.
            Que sepamos ver las necesidades de cuantos nos rodean y tengamos presente que el amor a l@s demás siempre es el mejor  control de calidad de nuestra fe.
*           Señor, tod@s andamos metid@s en mil cosas.
Tenemos muy poco tiempo y a menudo nos sentimos culpables de no atender a nuestra familia y a los demás.
Danos sabiduría para saber organizar nuestro tiempo y poner en primer lugar  a las personas.
*           En nuestras ciudades, Señor, también encontramos  much@s samaritan@s que atienden a l@s malherid@s por la falta de trabajo, o por otras necesidades.

*           Danos sentimientos de solidaridad para buscar soluciones y no pasar de largo.
*           Tú, Jesús de Nazaret, eres el Buen Samaritano, porque has sido el primero en querer ser prójimo de todo ser humano.
*           Tú nos revelas el signo de la verdadera conversión: salir de nosotr@s mism@s, de nuestro  egoísmo, para ir cada día, cada mañana, al encuentro de aquell@s que Tú nos pones  en nuestro camino.
*           Ayúdanos a ser “buen@s samaritan@s”, para que el Reino del amor germine en nuestra tierra.

*           Señor, que en estos días de calor y clima de vacaciones y fiestas, seamos motivo de alegría y descanso para cuant@s están a nuestro lado. AMÉN.

*                                          Z U R I Ñ E    

DOMINGO XIV DEL ORDINARIO. Ciclo C. 4 de julio de 2010

Lecturas
Is 66, 10-14  
Sal 66, 1-5. 16 y 20  
Ga 6, 14-18  
Lc 10, 1-12. 17-20
 

IDEAS SUELTAS

                Otra magnífica primera lectura que nos acerca a referencias políticas y profundamente religiosas. “Festejad a Jerusalén y gozad con ella todos los que la amáis”. Tomemos las palabras, y Jerusalén, en su estricta literalidad. ¿Para cuándo la gran fiesta en Jerusalén de todos los que la amamos? ¿Cuándo será posible esa fiesta de judíos diversos, cristianos de todo pelo, musulmanes varios? Será cuando haya llegado como una avalancha un río inmenso de paz a esa ciudad y región. No la festejaron, la destruyeron sucesivamente muchos pueblos antes de Jesús y muchos tras él: romanos, cristianos, musulmanes, franceses e ingleses, judíos y palestinos. La quisieron, con la pretensión de salvarla, para ellos solos. La amaron tanto que apagaron su luz y secaron sus fuentes. Ya no brota de ella la ley debida. No se cumple ninguna de las resoluciones de la UNO para acercar el río de la paz. Nadie renuncia a la ciudad santa como su propia capital. Le nacen barriadas (las “hija de Sión” de Sofonías) para aumentar la propiedad de las tierras para quienes las construyen. Sólo se multiplican los muros divisorios, mientras aumentan los gritos de dolor y se abominan las caricias y los consuelos. La oración de muchos, seguramente de las tres grades religiones y otros muchos creyentes, se eleva hasta el Altísimo y Misericordioso, el Santo, para que todos, abocados a sus ubres abundantes, gocemos de sus delicias. Para que todos los que por ella llevamos triste y pesado luto nos podamos reunir y festejar juntos. Para que todos los huesos y cadáveres esparcidos en su entorno de destrucción florezcan como un prado de vida y alegría. Todos consolados de tanto horror y error besaremos humildes la mano del Dios, padre y madre, que nos ha apoyado hasta lograr que todos, todos sin exclusión los que la amamos, festejemos a Jerusalén, nos convirtamos en su alegría, y arrojemos todos nuestros lutos bien lejos de la Jerusalén de la luz y de la paz. Y no pensamos en otras vidas, sólo en ésta y para ésta de los años 2000, porque lo veremos con nuestros ojos. Nuestros o de nuestros sucesores. Pero lo veremos, oiremos, gustaremos, danzaremos y así festejaremos a Jerusalén, a esta conocida ciudad, siempre en la cumbre de nuestras alegrías.

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* O R A R C O N E L E V A N G E L I O. (Lc. 10, 38-42)

*                        DOMINGO XVI. T. O. – C –  (JULIO  18)

*           El Evangelio de este domingo es otra de las lecciones importantes que Jesús enseña, mostrándonos cómo han de ser las actitudes y comportamientos de la vida cristiana.
            Toda la vida de Jesús es una apuesta continua por la acogida de las personas, por interesarse por cada una de ellas. Veremos también a Jesús  descansando en casa de sus amigas  Marta y María.
*           Dos hermanas santas, pero tan distintas.
            María, se inclina por la oración y la reflexión: Para ella lo primero era oír al Maestro. Después vendría todo lo demás. Parece una postura cómoda pero quizá cueste más que la de Marta.

*           María nos invita a acercarnos a Dios y a ver la vida a través de El. Ver a María a los pies de Cristo inspira tanta paz…
*           Cómo necesitamos hoy esta paz, esta tranquilidad, este sentido de las cosas, esta escala de valores, ver lo que en cada momento es realmente importante.


*                      O R A C I Ó N

*           Señor, Maestro y Amigo:
            Ando inquiet@ y dispers@
            metid@ en mil quehaceres.
            
Voy a pararme,
             A sentarme a tus pies,
             a  estar callad@  junto a ti…
            
para encontrar mi ser más hondo
             a la sombra de tu presencia…

*           Voy a esperar quietamente, sosegadamente
             a que en medio de este silencio,
             nazca tu Palabra en mi;
             a que en la  tierra reseca de mi vida ,
             floreza tu Sabiduría.
*           Señor, voy a pararme contigo un rato.
             En silencio…
             Para que me hables TÚ…

*           Señor, Maestro y Amigo:
             aquí estoy… a tus pies sentad@… AMÉN

*                    Z U R I Ñ E    

           

* ORAR CON EL EVANGELIO. (Lc. 10, 1-12; 17-20)

*        DOMINGO  14   T.O. – C  ( JULIO  4)

*           En el evangelio de hoy, se nos sigue hablando del envío.
            El Maestro  quiere que sean sus discípulos quienes abran el camino,  quienes preparen el terreno.
            Será la Palabra de Dios quien transforme las personas, los ambientes, la sociedad, el mundo;  pero su (nuestra)  labor de discipulado es imprescindible –porque así Él  lo ha querido- para que se produzca el “milagro”  del cambio.
*           Jesús les propone, nos propone que presentemos un mensaje sencillo, pero capaz de producir un cambio radical en quien lo escuche atentamente:
          “Está cerca de vosotr@s el Reino de Dios”.
La realidad de un mundo nuevo, diferente, donde cada mujer y cada hombre se sientan respetados y amados, reconocida su dignidad, ya se ha inaugurado. Lo ha hecho Jesús y lo continúan sus seguidores. Y entre los seguidor@s, estamos nosotr@s.

*                      O R A C I Ó N

*           Señor danos la valentía suficiente para hacerte presente en el mundo.
Que sepamos dar razón de nuestra fe  en la vida diaria.

*           Que nuestras palabras vayan acompañadas de hechos.
Que nuestra vida sea coherente con lo que creemos y que l@s demás vean en nosotr@s  personas ilusionadas por la vida y por llevar a tod@s el mensaje de amor del Evangelio.

*           Haznos constantes, Señor, en nuestras decisiones, agradecid@s con  cuant@s nos tienden una mano.

*           Señor, que no nos creamos los mejores.
Que sepamos valorar  lo bueno de cada persona y de cada creencia  sin perder de vista  la novedad y la riqueza de nuestra fe.

*           Acompaña, Señor a cuant@s tienen un tiempo de vacaciones y sé suave brisa para l@s que no pueden hacer unos días de descanso ya sea por su trabajo o por sus situaciones personales o económicas. AMÉN.

*                      Z U R I Ñ E

* ORAR CON EL EVANGELIO

*          ORACIÓN  AL  COMENZAR  LAS  VACACIONES.

*           Señor Jesús, Maestro y Amigo:
             Tú, dijiste a tus discípulos:
*           Venid conmigo a un lugar apartado y descansad un poco”.

            Te pedimos por nuestras vacaciones.
            El afán de cada día multiplica nuestra vida de quehaceres,
urgencias, agobios, prisas e impaciencias.
*           Necesitamos el reposo y sosiego.
            Necesitamos la paz y el diálogo.
            Necesitamos el encuentro y la amistad.
            Necesitamos oxigenar el cuerpo  y el alma.
            Necesitamos descansar.
            Necesitamos las vacaciones.
            Haz que sean tiempo fecundo para la vida de familia, para el encuentro con nosotr@s mism@s y  con l@s demás para la brisa suave de la amistad y del diálogo.
            Para el ejercicio físico que siempre rejuvenece.
            Para la lectura que siempre enriquece.
            Para las visitas culturales que abren horizontes.
            Para la fiesta auténtica que llena de felicidad.
*           Haz que nuestras vacaciones sean un tiempo santo para descubrir tu presencia en nuestra vida.
            Para compartir la fe  y el testimonio.
            Para la escucha de tu Palabra.
            Para participar en
la Eucaristía.

*           Tú vienes siempre a nosotr@s.
            Tú siempre te haces el encontradizo.
            Tus caminos buscan siempre los nuestros.
*           Haz que en las vacaciones, sepamos encontrarte a Ti, y a los herman@s. Ayúdanos. Te necesitamos, también en vacaciones. AMÉN

        *                      Z U R I Ñ E

Ez txokoari loturik, ez atzera begira

José Antonio Pagola. Itzultzailea: Dionisio Amundarain

Jesusi jarraitzea da kristau-bizitzaren bihotza. Funtsa. Ez da gauza garrantzizkoagorik edo erabakitzaileagorik. Lukasek hiru pasadizo txiki dakartza, beraren ebanjelioa irakurriko dutenak jabetu daitezen ezen, Jesusen ustez, ez dela ezer premiazkoagorik eta atzeraezinekorik.

Irudi gogorrak eta eskandalagarriak darabiltza Jesusek. Bistan da ezen jendearen kontzientzia astindu nahi duela. Ez dabil jarraitzaile gehiagoren bila, baizik jarraitzaile konprometituagoen bila: mugarik gabe jarraituko diotenak, sasi-segurtasunei uko eginez, beharrezko diren hausturak baitaratuz. Haren hitzek azken batean galdera bakar hau harrotzen dute: zein harreman ezarri nahi dugu geure burua haren jarraitzailetzat ematen dugunok?

Lehenengo pasadizoa. Bidelagun dituenetako batek halako erakarmena sentitzen du Jesusekiko, non, Jesusek deitu aurretik, bera aurreratzen baita esatera: «Jarraitu dizut noranahi zoazela». Zer esaten ari den konturatu dadin nahi du Jesusek: «Azeriek badituzte zuloak, eta hegaztiek habiak»; gizonaren semeak, berriz, «ez du burua non ezarri».

Abentura hutsa da Jesusi jarraitzea. Jesusek ez die eskaintzen bereei ez segurtasunik, ez ongizaterik. Ez die laguntzen dirua irabazten edo boterea eskuratzen. Jesusi jarraitzea «bidean bizitzea da», ongizateari lotu gabe eta erlijioan sasi-babesik bilatu gabe. Ez da zoritxarra Eliza hain boteretsua ez izatea eta zaurigarriago gertatzea. Gerta dakigukeen gauzarik hoberena da hori, geure fedea garbi egiteko eta Jesusengan konfiantza handiagoa ezartzeko.

Bigarren pasadizoa. Beste lagun bat prest da Jesusi jarraitzeko, baina lehenik eta behin betebehar erlijiosoetako bat, «bere aitari lur ematea», betetzen uzteko eskatu dio. Hori ezin gerta dakioke arrotz inongo juduri, zeren betebehar erlijioso handienetakoa baitute. Txundigarri da Jesusen erantzuna: «Utzi ezazu hildakoek beren hildakoei lur eman diezaieten: zu, zoaz Jainkoaren erregetza hots egitera».

Jainkoaren erregetzari bidea irekitzea da beti zereginik premiazkoena, bizitza gizatarragoa egite aldera. Ezerk ez dezake atzerarazi gure erabakia. Inork ez digu eutsi behar, ez galgatu. «Hildakoek», biziaren erregetzaren zerbitzura bizi ez diren haiek, jardungo dute Jainkoaren erregetza eta haren zuzentasuna bezain premiatsuak ez diren beste betebehar erlijiosoak betetzen.

Hirugarren pasadizoa. Jesusen ondoren hasi aurretik, bere familiari agur egin nahi dion hirugarren bati, hau diotso Jesusek: «Goldeari heldu eta atzera begira jartzen dena ez da gai Jainkoaren erreinurako». Ezin jarrai dakioke Jesusi atzera begira jarririk. Ezin zaio biderik ireki Jainkoaren erregetzari iraganean geldituz. Aitaren egitasmoaren arabera lan egiteak hari guztiz emanik jardutea eskatzen du, konfiantza Jainkoaren geroan jartzea, Jesusen urratsen ondoren ausardiaz bide egitea.

 

DECIMOTERCER DOMINGO DEL ORDINARIO. Ciclo C. 27 de junio de 2010

Lecturas
R 19, 16b. 19-21  
Sal 15, 1-2. 5. 7-11  
Ga 5, 1. 13-18  
Lc 9, 51-62
 

REFLEXIONES INICIALES

                Entre radicalidad y libertad. El evangelio, hoy, nos acerca a cuestiones sobre la radicalidad. La 2ª lec,  sobre la libertad. ¿Es posible ser radicales y serlo siempre y en todo? Desde luego, tomando totalidades, es claro que no. A lo más, en campos parciales o por tiempos limitados, salvo apelación a prodigios y milagros. Tendremos siempre en cuenta en el texto el lenguaje oriental, tan inclinado a hipérboles y exageraciones. También las vinculaciones de unos textos con otros más antiguos (1ª lec) para construir sentidos nuevos. Y, finalmente, la radicalidad, como solemos expresarnos. Antes hablábamos más de ella, de llevar las cosas hasta sus consecuencias últimas. Con algo de intransigencia y extremosidad. Todo resultaba así fácil de trabar con lo divino e incondicional. Parece que hoy hablamos menos de ella. Sin almohada, desertando de funerales y despedidas, en camino siempre con Jesús, y hacia Jerusalén y la muerte consiguiente. Radicales en el seguimiento a Jesús, pobre, itinerante, avocado a su muerte. ¿Es factible renunciar a cualquier bien económico, vivir al descubierto, improvisar el mañana y hasta el hoy? ¿O es auténtico deber no hacerlo así y no cargar las necesidades propias a la responsabilidad de otros? ¿Tiene toda radicalidad algo de inconsciencia? Puede que hoy los creyentes radicales sean aquellos que afrontan la vida diaria, monótona, del seguimiento, y ponen la radicalidad en la perseverancia, en la no renuncia a esa fidelidad humilde. Radicales, en la firme esperanza del encuentro, precisamente en apariencias vulgares, poco radicales. ¿Suena a cobardía y renuncia? En la historia, parece que muy pronto las exigencias radicales se delegaron en la vida eremítica y monacal, quedando fuera de la atención de los simples creyentes. Luego, la vida religiosa, ¿en quién las delegó? La división entre fieles y religiosos es más que discutible si queremos partir del seguimiento y sus exigencias. Son para todos los seguidores de Jesús, consagrados en el bautismo. Un vistazo hoy a nuestra comodidad o nuestra radicalidad, a nuestra fidelidad en el seguimiento de Jesús, sea cual sea nuestra ubicación en el actual “organigrama” de Iglesia.

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