CRISIS RELIGIOSA – José Antonio Pagola

CRISIS RELIGIOSA
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com

27 Tiempo ordinario (A) Mateo 21, 33-43

ECLESALIA, 01/10/14.- La parábola de los “viñadores homicidas” es un relato en el que Jesús va descubriendo con acentos alegóricos la historia de Dios con su pueblo elegido. Es una historia triste. Dios lo había cuidado desde el comienzo con todo cariño. Era su “viña preferida”. Esperaba hacer de ellos un pueblo ejemplar por su justicia y su fidelidad. Serían una “gran luz” para todos los pueblos.

Sin embargo aquel pueblo fue rechazando y matando uno tras otro a los profetas que Dios les iba enviando para recoger los frutos de una vida más justa. Por último, en un gesto increíble de amor, les envío a su propio Hijo. Pero los dirigentes de aquel pueblo terminaron con él. ¿Qué puede hacer Dios con un pueblo que defrauda de manera tan ciega y obstinada sus expectativas?

Los dirigentes religiosos que están escuchando atentamente el relato responden espontáneamente en los mismos términos de la parábola: el señor de la viña no puede hacer otra cosa que dar muerte a aquellos labradores y poner su viña en manos de otros. Jesús saca rápidamente una conclusión que no esperan: “Por eso yo os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca frutos”.

Comentaristas y predicadores han interpretado con frecuencia la parábola de Jesús como la reafirmación de la Iglesia cristiana como “el nuevo Israel” después del pueblo judío que, después de la destrucción de Jerusalén el año setenta, se ha dispersado por todo el mundo.

Sin embargo, la parábola está hablando también de nosotros. Una lectura honesta del texto nos obliga a hacernos graves preguntas: ¿Estamos produciendo en nuestros tiempos “los frutos” que Dios espera de su pueblo: justicia para los excluidos, solidaridad, compasión hacia el que sufre, perdón…?

Dios no tiene por qué bendecir un cristianismo estéril del que no recibe los frutos que espera. No tiene por qué identificarse con nuestra mediocridad, nuestras incoherencias, desviaciones y poca fidelidad. Si no respondemos a sus expectativas, Dios seguirá abriendo caminos nuevos a su proyecto de salvación con otras gentes que produzcan frutos de justicia.

Nosotros hablamos de “crisis religiosa”, “descristianización”, “abandono de la práctica religiosa”… ¿No estará Dios preparando el camino que haga posible el nacimiento de una Iglesia más fiel al proyecto del reino de Dios? ¿No es necesaria esta crisis para que nazca una Iglesia menos poderosa pero más evangélica, menos numerosa pero más entregada a hacer un mundo más humano? ¿No vendrán nuevas generaciones más fieles a Dios? (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

KRISI ERLIJIOSOA

José Antonio Pagola. Itzultzailea: Dionisio Amundarain

Jainkoak bere herri aukeratuarekin bizi izan duen historia adierazi nahi digu Jesusek «Mahasti-langileen» parabola honetan, ezaugarri alegoriko batzuez baliatuz. Historia tristea da. Jainkoak, hasieratik, maitasun osoaz zaindu zuen bere herri hori. Bere «mahasti kutuna» zuen. Herri eredugarri bihurtu nahi izan zuen, zuzentasunaren eta leialtasunaren eredu. «Argi handi» izango zen herri guztientzat.

Alabaina, herri horrek uko egin die eta hil egin ditu, bata bestearen ondoren, Jainkoak, bizitza zuzenago bateko fruituak jasotzeko asmoz, bidaltzen dizkion profetak. Azkenik, maitasun-keinu sinetsezineko batean, bere Seme propioa bidali dio Jainkoak. Baina herri horretako agintariek garbitu egin dute Seme hori ere. Zer egin lezake Jainkoak, bere itxaropen guztiak hain itsu eta temati huts bihurtu dizkion herri horrekin?

Kontakizuna adi-adi entzuten ari den agintari erlijiosoek berez erantzun diote parabolaren hitz beretan: mahasti-jabeak ezin egin du beste ezer, mahasti-langile haiek hil, eta mahastia beste langile batzuei eman baizik. Espero ez duten konklusio hau atera du Jesusek berehala: «Horregatik diotsuet nik: Jainkoaren erreinua zuei kendu, eta uzta ekarraraziko dion beste herri bati emango zaio».

Komentariogileek eta predikariek sarritan interpretatu izan dute parabola hau, Kristau Eliza «Israel berritzat» emanez; hain zuzen, hirurogeita hamargarren urtean Jerusalem suntsitua izan zelarik, judu-herria munduan barna barreiatu zelako.

Alabaina, gutaz ere mintzo da parabola. Testua, jator irakurtzen badugu, galdera larrik ari zaigu botatzen: Gure garai honetan ekoizten ari al gara Jainkoak bere herriagandik espero dituen «fruituak»?: zuzentasuna baztertuentzat, solidaritatea, gupida sufritzen ari denarentzat, barkazioa…

Jainkoak ez du zertan bedeinkatu kristautasun agor bat, espero dituen fruituak ematen ez dizkion bat. Jainkoak ez du zertan bat egin gure eskastasunarekin, gure inkoherentziekin, desbideratzeekin, leialtasun-faltarekin. Haren itxaropenari erantzuten ez badiogu, bere salbamen-egitasmoarentzat bide berriak urratzen jarraituko Jainkoak, zuzentasun-fruituak emango dituen beste jende batekin.

«Krisialdi erlijiosoaz» mintzo gara gu, «deskristautzeaz», «jarduera erlijiosoa uzteaz»… Ez ote da gertatzen Jainkoa beste bide bat prestatzen ari dela, Jainkoaren erreinuaren egitasmoari leialagoa izango den beste Eliza bat sortuko duena? Ez ote da beharrekoa krisialdiko hau, hain boteretsua ez den baina ebanjelikoagoa izango den beste Eliza bat sortzeko, hain ugaria ez baina mundua gizakoiago bihurtzeari emanagoa izango den beste Eliza bat sortzeko? Ez ote dira etorriko Jainkoari leialago izango diren beste belaunaldi berri batzuk?

 

 

* ORAR CON EL EVANGELIO: (Mt.21.33-43)

  • DOMINGO 27º T.O. -A- OCTUBRE 5 de 2014
  • UNA HISTORIA DE AMOR NO CORRESPONDIDO.

*          De nuevo, la primera lectura de este Domingo (Is. 5, 1-7) y el evangelio, nos hablan de la
VIÑA”.
La viña es una metáfora muy usada en el antiguo Testamento para referirse al pueblo de Israel y el canto de Isaías “un canto de amor”  de los más bello.

*          Los personajes: La viña: El pueblo de Israel.; los arrendatarios son sus soberanos y jefes; el propietario es Dios; los mensajeros son los profetas; el Hijo es Cristo.
Es la historia de amor no correspondido ante un propietario, Dios, que ha puesto con mimo sus esperanzas y proyectos en este pueblo elegido. Y como dice Isaías:
Se dará la viña a un pueblo que produzca frutos.

*          La parábola nos invita a hacer diversas reflexiones: La viña sin duda nos dice en síntesis la historia del pueblo de Israel. Pero sobre todo se ve como los jefes sólo trabajan en beneficio propio.
Los labradores llegan hasta eliminar a los enviados a la viña.
*         En una segunda reflexión, la viña es nuestro mundo. El proyecto de Dios que ha puesto una creación para todos se ve frustrado. Un mundo creado para ser una casa común, una humanidad de diálogo y encuentro, una mesa común, se ve frustrado.
*        Hacemos una 3ª reflexión. La viña es también la Iglesia. El proyecto de Jesús de hacer de la comunidad eclesial un espacio donde se hace presente el Reino de Dios. Es frustración de lo que espera Jesús cuando la comunidad cristiana no es lugar de paz, de justicia y de verdad. Cuando la Iglesia algunas veces se empeña más en poseer verdades, poderes que en producir frutos de libertad, amor, perdón, cercanía, misericordia. Cuando deja de ser anunciadora de la Buena noticia del Reino.
*      Quizá, nos tenemos que parar más aquí. La viña del Señor, somos también cada uno de nosotros; viña y cepa. El proyecto de relación personal de Dios con cada uno de nosotros. El canto de la viña de Isaías (5, 1-7) es la historia del amor de Dios frustrado en mí como cristiano sin talante, sin firmeza en mi fe, sin compromiso, sin esperanza, sin horizonte de futuro, derrotado por una sociedad, un mundo que parece sin remedio. Y nos dice Jesús: Os digo que se os quitará a vosotros el Reino. No se trata de quitar; el Reino pasa a otras manos donde haya personas que den frutos, donde haya personas que acogen, que proclaman el Amor gratuito de nuestro Dios.

La piedra que rechazaron los arquitectos es ahora la piedra angular. Lo fundamental para la construcción del Reino, para que la viña de frutos es Cristo Jesús. Dios vuelve a poner el mundo, la sociedad en nuestras manos. Esta es la maravilla que nos hace nuevos y nos enseña a aprender todo de El, Jesús de Nazaret.
Nos podíamos preguntar: ¿Me dejo interpelar por Jesús? ¿Habla en mi vida y con mi vida el Evangelio? ¿Estoy convencido de que Jesús, el Hijo enviado, es la base más firme para construirme como persona, seguidora de El, libre y responsable?…

ORACIÓN

(Pablo, en la 2ª lectura nos propone, no caer ante los apuros de la vida, sino que en la oración y súplica con acción de gracias presentemos a Dios nuestras peticiones.)

*  Queremos orar por la Iglesia, para que la tarea evangelizadora lo haga con libertad y desprendimiento, inculcando sentimientos de esperanza y solidaridad.

  • Para que la viña que Dios pone en nuestras manos no sea considerada una propiedad privada ni resolvamos los conflictos con violencia.
  • Para que las tensiones que se viven en nuestra sociedad, en el mundo se encaucen a través del diálogo abierto y los deseos sinceros de que la viña común produzca frutos de justicia y paz.
  • Para que los cristianos sepamos unir fe y vida, oración y trabajo, contemplación y compromiso.

*    Ayúdanos, Jesús de la Viña, a sentirnos pueblo tuyo, a recibir tus dones, tus Palabras, tus cuidados, tu Amor. Haciendo que den frutos buenos en bien de los demás.
A luchar contra el hambre, la enfermedad, la marginación, la violencia.
Jesús de la Viña, ten paciencia con nosotros cuando en vez de frutos sabrosos damos agrazones, o no sabemos reconocer que esta Viña del mundo y nosotros como viña somos fruto de tu Amor.
Ayúdanos Jesús de la viña a ser testigos y constructores de tu Reino, que es la viña que has plantado para que trabajemos en ella Y demos frutos de Amor. AMÉN – ZURIÑE

* ORAR CON EL EVANGELIO: (Mt.21.33-43)

  • DOMINGO 27º T.O. -A- OCTUBRE 5 de 2014
  • UNA HISTORIA DE AMOR NO CORRESPONDIDO.

*          De nuevo, la primera lectura de este Domingo (Is. 5, 1-7) y el evangelio, nos hablan de la
VIÑA”.
La viña es una metáfora muy usada en el antiguo Testamento para referirse al pueblo de Israel y el canto de Isaías “un canto de amor”  de los más bello.

*          Los personajes: La viña: El pueblo de Israel.; los arrendatarios son sus soberanos y jefes; el propietario es Dios; los mensajeros son los profetas; el Hijo es Cristo.
Es la historia de amor no correspondido ante un propietario, Dios, que ha puesto con mimo sus esperanzas y proyectos en este pueblo elegido. Y como dice Isaías:
Se dará la viña a un pueblo que produzca frutos.

*          La parábola nos invita a hacer diversas reflexiones: La viña sin duda nos dice en síntesis la historia del pueblo de Israel. Pero sobre todo se ve como los jefes sólo trabajan en beneficio propio.
Los labradores llegan hasta eliminar a los enviados a la viña.
*         En una segunda reflexión, la viña es nuestro mundo. El proyecto de Dios que ha puesto una creación para todos se ve frustrado. Un mundo creado para ser una casa común, una humanidad de diálogo y encuentro, una mesa común, se ve frustrado.
*        Hacemos una 3ª reflexión. La viña es también la Iglesia. El proyecto de Jesús de hacer de la comunidad eclesial un espacio donde se hace presente el Reino de Dios. Es frustración de lo que espera Jesús cuando la comunidad cristiana no es lugar de paz, de justicia y de verdad. Cuando la Iglesia algunas veces se empeña más en poseer verdades, poderes que en producir frutos de libertad, amor, perdón, cercanía, misericordia. Cuando deja de ser anunciadora de la Buena noticia del Reino.
*      Quizá, nos tenemos que parar más aquí. La viña del Señor, somos también cada uno de nosotros; viña y cepa. El proyecto de relación personal de Dios con cada uno de nosotros. El canto de la viña de Isaías (5, 1-7) es la historia del amor de Dios frustrado en mí como cristiano sin talante, sin firmeza en mi fe, sin compromiso, sin esperanza, sin horizonte de futuro, derrotado por una sociedad, un mundo que parece sin remedio. Y nos dice Jesús: Os digo que se os quitará a vosotros el Reino. No se trata de quitar; el Reino pasa a otras manos donde haya personas que den frutos, donde haya personas que acogen, que proclaman el Amor gratuito de nuestro Dios.

La piedra que rechazaron los arquitectos es ahora la piedra angular. Lo fundamental para la construcción del Reino, para que la viña de frutos es Cristo Jesús. Dios vuelve a poner el mundo, la sociedad en nuestras manos. Esta es la maravilla que nos hace nuevos y nos enseña a aprender todo de El, Jesús de Nazaret.
Nos podíamos preguntar: ¿Me dejo interpelar por Jesús? ¿Habla en mi vida y con mi vida el Evangelio? ¿Estoy convencido de que Jesús, el Hijo enviado, es la base más firme para construirme como persona, seguidora de El, libre y responsable?…

ORACIÓN

(Pablo, en la 2ª lectura nos propone, no caer ante los apuros de la vida, sino que en la oración y súplica con acción de gracias presentemos a Dios nuestras peticiones.)

*  Queremos orar por la Iglesia, para que la tarea evangelizadora lo haga con libertad y desprendimiento, inculcando sentimientos de esperanza y solidaridad.

  • Para que la viña que Dios pone en nuestras manos no sea considerada una propiedad privada ni resolvamos los conflictos con violencia.
  • Para que las tensiones que se viven en nuestra sociedad, en el mundo se encaucen a través del diálogo abierto y los deseos sinceros de que la viña común produzca frutos de justicia y paz.
  • Para que los cristianos sepamos unir fe y vida, oración y trabajo, contemplación y compromiso.

*    Ayúdanos, Jesús de la Viña, a sentirnos pueblo tuyo, a recibir tus dones, tus Palabras, tus cuidados, tu Amor. Haciendo que den frutos buenos en bien de los demás.
A luchar contra el hambre, la enfermedad, la marginación, la violencia.
Jesús de la Viña, ten paciencia con nosotros cuando en vez de frutos sabrosos damos agrazones, o no sabemos reconocer que esta Viña del mundo y nosotros como viña somos fruto de tu Amor.
Ayúdanos Jesús de la viña a ser testigos y constructores de tu Reino, que es la viña que has plantado para que trabajemos en ella Y demos frutos de Amor. AMÉN – ZURIÑE

*ORAR CON EL EVANGELIO. (Mt.21.28-32)

  • DOMINGO 26º. T.O. –A- SEPTIEMBRE 28.

*          El Evangelio de hoy comienza con un interrogante ante los que le acusaban a Jesús, por acoger a pecadores y marginados; interrogante que nos lo puede hacer hoy a cada uno de nosotros: “A ver ¿Qué os parece?. Un hombre tenía dos hijos…

Jesús, centra la cuestión en la contraposición que tenían, que a veces tenemos, entre palabras y obras, entre el hablar y el hacer. Lo que importa no son las palabras que pronuncian cada uno de los dos hijos sino su conducta real. Jesús denuncia las actitudes de personas que aparecen de una manera y se comportan de otra.

*          Nuestra vida está llena de oportunidades para decir “SÍ” a Dios, y también, para decirle “NO”.

Somos libres, y podemos escoger tanto lo uno como lo otro. Pero cuando escogemos decir “sí”, Dios espera que nos mantengamos fieles a Él, y que seamos coherentes con nuestra decisión.

De nada vale decir “sí”, con los labios, si nuestra manera de actuar no responde a nuestras palabras.

En este caso del evangelio es más meritorio, después de haber dicho “no”, arrepentirse de lo dicho, y actuar como si hubiéramos dicho “sí”, tal como nos enseña Jesús en la Parábola.

*          La 1º lectura del día de hoy y el Evangelio nos invitan a la conversión, pero no a una conversión hecha de palabras y propósitos vacilantes sino a una conversión sincera que suponga un cambio de vida. Para ser cristiano no basta decir sí y afirmar la fe sino que hace falta ser consecuente con lo que se dice y vivirlo.

*          Fidelidad y coherencia son dos cualidades esenciales de los discípulos de Jesús. De sus seguidores que nos llamamos cristianos.
La fidelidad nos hace capaces de perseverar en el tiempo en nuestras decisiones  originales de hacer realidad en nuestra vida, el mensaje de Jesús de Amor y Salvación. La fe, no es una doctrina, sino una vivencia. Por eso la coherencia nos lleva a hacer coincidir nuestras decisiones y nuestras acciones. Sabemos, que las dos exigen un gran esfuerzo, pero con la gracia de Dios, que siempre está dispuesto a ayudarnos, tanto una como otra son posibles.

  • Llevemos a la reflexión, oración el ¿cómo lo vivimos? Que resuene en nuestro interior las palabras de Jesús: “A ver ¿Qué os parece?…

*          Vivimos tiempos difíciles para la fe; tiempos en los que mantenerse fiel y ser coherente, puede traernos incluso disgustos, ser mal vistos… Pero Dios espera de nosotros generosidad y entrega a su causa, a trabajar en su Reino que es el aquí y ahora; por eso no podemos claudicar.
La fe nos da la certeza de que pase lo que pase, El, nuestro Dios, estará con nosotros, acompañándonos, fortaleciéndonos, iluminándonos con su luz, como lo hizo con Jesús de Nazaret cuando vivió nuestra experiencia humana.

ORACIÓN
Ayúdanos Dios nuestro, a ser capaces de corregirnos cada vez que decimos un “no” a tu Palabra, y a no decir jamás  un “sí” solo con los labios sin comprometer en él la propia vida.

Que aprendamos de Jesús de Nazaret a acudir a ti, Padre nuestro para conocer lo que quieres de nosotros y a responder en verdad desde nuestro interior con confianza y fidelidad.

Enséñanos a vivir con la palabra dada. Concédenos, que nuestras palabras sean palabras llenas de verdad.
Y que nuestras obras vayan llenas también de constancia.
Si en nuestra vida hay palabras incumplidas. PERDÓN, SEÑOR.
Si no somos fieles en el camino emprendido. PERDÓN, SEÑOR.
Te pedimos, Jesús de Nazaret, por los que no se fían ni creen en tu Palabra…
Queremos ser fieles al compromiso de seguirte y escuchar y vivir tu Palabra
que es CAMINO, VERDAD y VIDA, para todos. Estando siempre cerca, del que más lo necesita. AMÉN

*SEGUIMOS REFLEXIONANDO: LLEGÓ EL “OTOÑO”.

Es tiempo de cosecha.
Tiempo de recoger, para recogerse.
Para mirarse un poquito hacia dentro.
Tiempo para soltar. Para dejar caer. Para dejar ir.
Tiempo para guarecer el alma.
Tiempo para dejarse empapar por la lluvia.
Tiempo para crear. Tiempo para pensar. Para imaginar. Para crear.
Tiempo para la Esperanza y trabajo en el Reino con fidelidad y entrega. AMÉN. ZURIÑE

26º DOMINGO T.O., «OBRAS SON AMORES, Y NO BUENAS RAZONES», José Luis Sicre

José Luís Sicre

FE ADULTA

Lucha a muerte en el recinto del templo

La liturgia, saltándose numerosos relatos evangélicos, nos traslada de repente a la inmensa explanada del templo de Jerusalén, en el día que nosotros conocemos como lunes santo. El día antes, Jesús ha entrado triunfalmente en Jerusalén, ha purificado el templo, expulsando a vendedores de animales y cambistas de monedas, y ha curado en el recinto sacro a cojos y ciegos, personas a las que les estaba absolutamente prohibida la entrada en el templo. Es fácil imaginar la indignación de los sacerdotes y de los escribas (representantes de moralistas, canonistas y teólogos). Ese día, domingo de ramos, se limitan a protestar. Pero al día siguiente, cuando Jesús vuelve a Jerusalén y al templo, todos los grupos con poder religioso y político se irán turnando para ponerlo en aprieto con las preguntas más comprometidas y poder condenarlo.

La primera pregunta, la más directa, la formulan los sacerdotes y los senadores (representantes del poder político), pensando en lo ocurrido el día antes: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado esa autoridad?» Jesús se encuentra ante una disyuntiva. Si responde: «De Dios», lo pueden acusar de blasfemo. Si dice: «de mí mismo», lo considerarán un loco o un vulgar revolucionario. Evita la respuesta directa y les tiende una trampa. Ya que ellos son los jueces religiosos de Israel, y como tales lo interrogan, que den su opinión sobre otro personaje famoso: Juan Bautista. «El bautismo de Juan, ¿de dónde venía, de Dios o de los hombres?» Ellos, viendo el peligro de comprometerse en un sentido o en otro, responden: «No lo sabemos». Y Jesús termina con un escueto: «Pues yo tampoco os digo con qué autoridad hago esto». E inmediatamente pasa al contrataque, con una parábola que sólo transmite el evangelio de Mateo: la de los dos hijos (21,28-32).

Obras son amores, y no buenas razones

La historieta que propone Jesús es tan fácil de entender que sus enemigos caen en la trampa. Un padre y dos hijos. ¿Quién cumple la voluntad del padre? ¿El hijo protestón y maleducado que termina haciendo lo que le piden, o el hijo amable y sonriente que hace lo que le da la gana? La respuesta es fácil: el primero. Lo importante no es decir palabras bonitas; tampoco importa protestar mucho. Lo importante es hacer lo que el padre desea. «Obras son amores, y no buenas razones».

Pero Jesús saca de aquí una consecuencia asombrosa. Es preferible vivir de mala manera, si al final haces lo que Dios quiere, que vivir de forma aparentemente piadosa y negarse a cumplir la voluntad de Dios. Dicho con las palabras hirientes del evangelio: es preferible ser prostituta o ladrón, si al final te conviertes, que pertenecer a cualquier organización o institución religiosa y ser incapaz de convertirse.

¿En qué consiste la conversión? Nueva sorpresa. No se trata de aceptar a Jesús y su mensaje, sino a Juan Bautista, que mostraba el camino de la justicia, de la fidelidad a Dios, como primer paso hacia el evangelio. Con ello, Jesús responde indirectamente a la pregunta que no habían querido responder las autoridades: «¿de dónde procedía el bautismo de Juan, de Dios o de los hombres?» El bautismo de Juan era cosa de Dios, su predicación marcaba el camino recto. Las prostitutas y los recaudadores, representados por el hijo protestón, pero obediente, creyeron en él. Las autoridades religiosas, representadas por el hijo tan amable como falso, no le creyeron.

¿Tirando piedras contra el propio tejado?

Lo curioso de esta interpretación de la parábola es que parece volverse contra Juan y contra Jesús. Los que dan testimonio a su favor son gente indigna de crédito, prostitutas y explotadores; quienes lo rechazan o se abstienen, personalidades religiosas de buena fama, los sacerdotes. Puestos a elegir, ninguna persona piadosa aceptaría la opinión de unos cuantos drogatas y unas pocas prostitutas en contra de lo que decida una Conferencia Episcopal.

Además, el judío piadoso de tiempos de Jesús (como muchos cristianos piadosos de nuestro tiempo) está convencido de que no necesita convertirse. Y si en algo tiene que cambiar, el camino no deben indicárselo personas tan extrañas y discutibles como Juan Bautista, Martin Lutero King, Oscar Romero, Pedro Casaldáliga o el Papa Francisco.

Así adquieren pleno sentido las palabras de Jesús: «los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios». Para entrar en ese reino, hay que abrirse a una nueva forma de vida, aunque suponga un corte drástico y doloroso con la vida anterior. La institución religiosa seguirá firme en sus trece, incluso utilizará el argumento de la parábola para recha­zar a Juan y a Jesús. Pero el Reino se irá incrementando con esas personas indignas de crédito, pero que creen en quien les muestra el camino de una nueva forma de fidelidad a Dios. Esas personas que, como dice el profeta Ezequiel en la primera lectura, son capaces de recapacitar y convertirse.

Nota final

Para explicar el evangelio de este domingo he tenido que remontarme a diversos episodios anteriores. Por desgracia, la liturgia usa la técnica del zapping, saltando de un episodio a otro sin la menor lógica. Espero que dentro de dos o tres siglos se realice una mejor selección de los textos litúrgicos. Que así sea.

José Luís Sicre

26. IGANDEA URTEAB ZEHAR, “GURE AURRETIK-POR DELANTE DE NOSOTROS” José A. Pagola

GURE AURRETIK-POR DELANTE DE NOSOTROS

José Antonio Pagola.
Itzultzailea: Dionisio Amundarain

ECLESALIA,  Behin batean, hitz latz hauek bota zizkien Jesusen bere herriko gidari erlijiosoei: «Ziur esan nahi dizuet, zerga-biltzaileek eta emakume prostituituek aurrea dizuetela Jainkoaren erreinurako bidean». Duela urte batzuk egiaztatu nuen Jesusen hitz hauek ez direla ahoberokeria bat.

Lurralde desberdinetako emakume prostituituren talde batek, Ahizpa Oblata batzuk lagun zituztela, gogoeta egin zuten Jesusez; Jesus. Hurbiltze historikoa izeneko liburua zuten laguntzaile. Oraino hunkiturik nauka, arima xume eta bihotz oneko emakume hauengan, Jesusek duen indarrak eta tiramenak. Gogora ditzadan haien testigantza batzuk.

«Zikin sentitu nintzen, hutsik eta gauza hutsal, mundu osoak erabiltzen ninduen. Orain, bizitzeko gogoa sentitzen dut, zeren Jainkoak asko baitaki nire sufrimenaz… Nire barnean dago Jainkoa. Bai, nire barnean dago Jainkoa. Nire barnean dago Jainkoa. Jesus honek ulertzen dit!…».

«Orain, etxera iristean lanaren ondoren, ur oso beroz garbitzen naiz, neure azaletik zikina kentzeko, eta ondoren otoitz egiten diot Jesusi, hark, bai, hark ulertzen didalako eta asko dakielako nire sufrimenaz… Jesus, bizieraz aldatu nahi dut, gida nazazu, zuk bakarrik ezagutzen duzu nire geroa…».

«Egun osoan eskatzen diot Jesusi, aparta nazala bizimodu honetatik. Zerbait gertatzen zaidan guztietan, dei egiten diot eta laguntzen dit berak. Nigandik hurbil dago bera, zoragarria da… Eskutik narama, bere besoetan hartzen nau berak, haren presentzia sentitzen dut…».

«Egunsentian hitz egiten dut berarekin. Hobeto entzuten dit berak orduan, zeren ordu hauetan jendea lo baitago. Hemen da bera, ez dago lo. Hemen dago bera beti. Ateak itxirik, belauniko jarri eta eskatzen diot, merezi dezadala nik beraren laguntza, barka diezadala, beragatik borroka egingo dudala…».

«Behin batean, plazan nengoen, paretaren kontra, eta esan nion: Oi, ene Jainkoa, honetarako bakarrik balio ote dut, ba, nik? Prostituziorako bakarrik?… Orduan sentitu nuen Jainkoak bere besoetan hartzen ninduela, ulertu duzu?, ni aldaraziz. Une hartan izan zen. Hainbesteraino, non ezin bainaiz ahaztu, Ulertu duzu?…».

Nik orain Jesusekin hitz egiten dut eta esaten diot: hemen nauzu, zatozkit lagun. Zuk ikusi zenuen nire lagunari gertatua (hotel batean hil zuten lagun batez ari zen). Haren alde erregutzen dizut, eta nire lagunei ezer txarrik ez gertatzeko erregutzen dizut. Nik ez dut hitz egiten, baina haientzat erregutzen dizut, pertsona baitira haiek ere ni bezala…».

«Haserre bizi nago, triste, mindurik, ukaturik, ez nau inork maite, ez dakit nori bota errua, edo hobe izango litzateke jendea eta neure burua gorrotatzea, edo mundua. Begira, haurra nintzenetik sinetsi nuen zugan eta bide eman duzu hau guztia niri gertatzeko… Beste aukera bat eman nahi dizut orain ni babesteko. Beno, barkatzen dizut, baina ez nazazu eskutik utzi gehiago…».

Por delante de nosotros

26Tiempo ordinario (A) Mateo 21, 28-32
POR DELANTE DE NOSOTROS
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com

ECLESALIA, 24/09/14.- Un día Jesús pronunció estas duras palabras contra los dirigentes religiosos de su pueblo: “Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de de Dios”. Hace unos años pude comprobar que la afirmación de Jesús no es una exageración.

Un grupo de prostitutas de diferentes países, acompañadas por algunas Hermanas Oblatas, reflexionaron sobre Jesús con la ayuda del libro Jesús. Aproximación histórica. Todavía me conmueve la fuerza y el atractivo que tiene Jesús para estas mujeres de alma sencilla y corazón bueno. Rescato algunos de sus testimonios.

.“Me sentía sucia, vacía y poca cosa, todo el mundo me usaba. Ahora me siento con ganas de seguir viviendo porque Dios sabe mucho de mi sufrimiento… Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. ¡Este Jesús me entiende!…”.

.“Ahora, cuando llego a casa después del trabajo, me lavo con agua muy caliente para arrancar de mi piel la suciedad y después le rezo a este Jesús porque él sí me entiende y sabe mucho de mi sufrimiento… Jesús, quiero cambiar de vida, guíame porque tú solo conoces mi futuro…”

.“Yo pido a Jesús todo el día que me aparte de este modo de vida. Siempre que me ocurre algo, yo le llamo y él me ayuda. El está cerca de mí, es maravilloso… Él me lleva en sus manos, él me carga, siento la presencia de él…”

. “En la madrugada es cuando más hablo con él. Él me escucha mejor porque en este horario la gente duerme. Él está aquí, no duerme. Él siempre está aquí. A puerta cerrada, me arrodillo y le pido que merezca su ayuda, que me perdone, que yo lucharé por él…”

. “Un día yo estaba apoyada en la plaza y dije: Oh, Dios mío, ¿será que yo solo sirvo para esto? ¿Solo para la prostitución?… Entonces es el momento en que más sentí a Dios cargándome, ¿entendiste?, transformándome. Fue en aquel momento. Tanto que yo no me olvido. ¿Entendiste?…”

. “Yo ahora hablo con Jesús y le digo: aquí estoy, acompáñame. Tú viste lo que le sucedió a mi compañera (se refiere a una compañera asesinada en un hotel). Te ruego por ella y pido que nada malo suceda a mis compañeras, Yo no hablo, pero pido por ellas pues ellas son personas como yo…”

. “Estoy furiosa, triste, dolida, rechazada, nadie me quiere, no sé a quien culpar, o sería mejor odiar a la gente y a mí, o al mundo. Fíjate, desde que era niña yo creí en Ti y has permitido que esto me pasara… Te doy otra oportunidad para protegerme ahora. Bien, yo te perdono, pero por favor no me dejes de nuevo…

 

*ORAR CON EL EVANGELIO.(Mt. 20.1-16)

  • DOMINGO 25º. T.O.-A- SEPTIEMBRE 21
  • El Evangelio de San Mateo, nos recuerda el sentido de Iglesia con el que hemos de vivir. Somos “obreros” de la viña del Señor, junto a los demás cristianos. Debemos trabajar juntos para colaborar en la edificación del Reino de Cristo. Nos hemos de animar y ayudar unos a otros, por encima de cualquier nivel cultural, lengua, apariencia etc.

Parece que este evangelio, presenta a Dios como un patrono, un empresario caprichoso.
”El Reino de Dios se parece a…“ algo que no se da en nuestro mundo”, a la generosidad infinita de Dios que no se para a medirnos, a contar las horas, para regalarnos su AMOR. Y es que a Dios no le van las matemáticas, y nos pide que nosotros también  dejemos de contar y compararnos  con tanta precisión (yo hago, él hace…) que nos dediquemos a trabajar su viña con espíritu generoso. Todos somos llamados, todos sin excepción, porque no es lo importante la cantidad de trabajo, el número de horas, sino la posibilidad misma de trabajar, de vivir, totalmente entregados a Dios que nos lleva a los demás.
La auténtica recompensa no es el denario, el jornal; el verdadero don de Dios es poder seguirlo, poder estar trabajando para El, sirviéndole, al servir a los demás y en especial a los más necesitados. Construyendo el Reino, hoy y aquí.
*          Los primeros jornaleros han tenido la ventaja de haber conocido antes a Dios, de poder dirigir su vida por un camino de plenitud, compromiso, entrega, de autenticidad y alegría. Los demás han tenido que esperar, han estado ociosos en la plaza hasta encontrarse con el Dios de la vida.
*          La página evangélica, también nos llama al trabajo. El mundo es grande. El tiempo corto. Son muchos los que no conocen a Cristo o lo han olvidado. Saquemos un poco de tiempo y hagamos algo en nuestro propio ambiente, en el trabajo, en la parroquia, en la familia. Cristo, necesita trabajadores en su viña. Aceptemos su invitación y acudamos desde la primera hora.

Todos somos llamados a corresponder, lo que le interesa a Dios es que todos se salven.

  • ORACIÓN
  • Gracias, Jesús de Nazaret, porque tu Palabra siempre nos muestra un horizonte más allá de nuestras pequeñas acciones de cada día y nos mueve a caminar y a crecer constantemente.
    Ayúdanos, a sabernos alegrar ante el bien que hacen los demás,
    Ayúdanos a saber colaborar y confiar en las personas, como Tú, confías en cada ser humano y nos invitas a seguir construyendo el Reino, aquí y ahora.
  • Ayúdanos a saber alegrarnos con el bien que hacen los demás, a saber colaborar y confiar .
    Que en este mundo donde los últimos están cada vez más marginados aprendamos a construir comunidades fraternas  y a no quedarnos con los brazos cruzados
    “en la plaza” sino a colaborar e invitar a otros a hacerlo, lo mismo que tú, Jesús de Nazaret invitabas a todos a TRABAJAR EN SU VIÑA.
  • Sólo con tu corazón, Jesús de Nazaret y el del Padre, se explica esta parábola:
    Dios quiere que todos trabajen, estén activos, tengan vida.
    Dios llena a todos con su “denario” de Amor completo.
    Dios quiere que nos alegremos con su bondad inmensa, sin medida.
    Dios quiere que imitemos su Amor gratuito.
    Dios quiere que la vida sea una mesa compartida.

* AMÉN. ZURIÑE

DE LA RELIGIÓN ALIENANTE A LA ESPIRITUALIDAD LIBERADORA, Enrique Martínez Lozano

Fe Adulta

Escrito por  Enrique Martínez Lozano

Mt 20, 1-16

A veces, las religiones se han movido entre la utilidad y el temor. Es fácil comprenderlo, si tenemos en cuenta que el ser humano se percibe como necesidad y debilidad. Desde la necesidad, Dios es visto como quien puede llenar los propios vacíos: nace así la religión de lo útil. Desde la debilidad, Dios es visto como poder y, fácilmente, nace la religión del temor.

No es difícil constatar que ambas características –necesidad y debilidad- resaltan en la vivencia del niño frente a sus padres. Ambas hacen que el niño sienta un doble impulso: a “tener-que-agradar” para no ser abandonado, y a “utilizarlos”  para obtener lo que necesita. El “salto” de esta experiencia infantil a una formulación religiosa que repita aquellos mismos esquemas, fuertemente grabados en el inconsciente del niño, es prácticamente espontáneo.

Si unimos ambas características, el resultado será una religión basada en la idea del mérito, que generará una religiosidad mercantilista: “Te doy para que me des”. Gracias al mérito, el sujeto busca –como el niño ante sus padres- agradar a Dios; pero, al mismo tiempo, se cree con ciertos “derechos” ante él (como los jornaleros de la primera hora).

¿Dónde se esconde la trampa de este planteamiento? En concebir a Dios como un “patrón” separado, que premia o castiga según nuestros méritos o nuestros pecados.

De hecho, esa idea de Dios salta por los aires en el mensaje de Jesús. Lo que este revela de Dios supone un giro de ciento ochenta grados con respecto a lo que enseña la formación “religiosa” habitual. Para Jesús, Dios es Gracia, Amor gratuito que es solo bondad (“¿Vas a tener envidia porque yo soy bueno?”).

Cuando vemos a Dios como un Ente separado, no podemos sino pensarlo como un “señor” que “controla” nuestros actos y que nos recompensará de acuerdo con ellos. Por eso, es normal que la persona religiosa trate de obtener de él un beneficio, aunque sea a costa de un comportamiento alienante. Ello podría explicar que, con frecuencia, cuando la persona crece en autonomía y en seguridad, aquella imagen de Dios se venga abajo. Es decir, cuando la persona se encuentra en profundidad, la religión se pierde.

En realidad, aquel dios nunca había existido sino en la mente de quien así lo proyectaba. Todo ello parece que nos invita a pasar de la “religión” –entendida como una construcción humana- a la “espiritualidad” –en cuanto dimensión básica del ser humano-. Aun asumidas conscientemente la necesidad y la debilidad (fragilidad, vulnerabilidad) del yo, la espiritualidad –la inteligencia espiritual- nos hace caer en la cuenta de que nuestra identidad no es ese yo carenciado, sino la Consciencia plena, el sustrato común y compartido con todo lo que es. La religión había sido un “mapa” que quería traernos hasta aquí; la espiritualidad es el “territorio” en el que siempre –aun sin saberlo- habíamos estado.

En ese Territorio ya no buscamos que nos paguen un “denario” –o algo más, si nos creemos ser de la “primera hora”-, porque hemos descubierto que toda la “viña” es nuestra y que ahí radica precisamente nuestro Gozo. Por ello, lo que estamos deseando es que todos los seres puedan descubrirlo.

Enrique Martínez Lozano

www.enriquemartinezlozano.com

 

25. IGANDEA URTEAN ZEHAR, “EZ DESITXURATU JAINKOAREN ONTASUNA- NO DESVIRTUAR LA BONDAD DE DIOS”, José A. Pagola

José Antonio Pagola.
Itzultzailea: Dionisio Amundarain

Mat. 20,1-16

ECLESALIA, .-  Bere ibilbide profetikoan barna, behin eta berriz azpimarratu du Jesusek nola komunikatu behar dugun berak Jainkoaz duen esperientzia: «atzeman ezineko ontasun-misterio» bezala, alegia; gure kalkulu guztiak hausten dituena bezala. Haren mezua hain iraultzailea da, non, hogei menderen ondoren ere, kristau batzuk ez baitira gai hura seriotzat hartzeko.

Jainko On horretaz izan duen esperientzia hori gizon-emakume guztiei kutsatzeko, mahasti-jabe baten jokabide harrigarri batekin konparatu du Jesusek bere jarduera. Bost alditaraino irten da mahasti-jabea bera mahastirako langileak hartzera. Ematen du ezer gutxi zaiola axola lanaren etekina. Nahi duen gauza bakarra, langile bakar bat ere ez gelditzea lanik gabe beste egun bat gehiago.

Horregatik, eguna bukatzean, ez die ordaindu talde bakoitzak egin duen lanaren arabera. Haien lan-orduak oso desberdinak izan diren arren, «denario bana» eman die guztiei: soil-soil, Galileako familia batek, bizitzeko, egun batean behar zuena.

Lehen taldeko bozemaileak protesta egin du, berei, inork baino ordu gehiago lan egin dutenei, bezalako tratua eman dielako azken ordukoei, eta mahasti-jabeak hitz miresgarri hauekin erantzun dio: «Inbidia al duzu ni ona naizelako?» Zeure kalkulu kaxkar horietan oinarrituz, ez al didazu utzi behar ona izaten afaltzeko beren ogia behar dutenekin?

Zer iradoki edo adierazi nahi digu Jesusek? Jainkoarentzat ez ote dute balio guk geure mundu honetan erabiltzen ditugun zuzentasun- eta parekotasun-irizpideek? Ez ote da egia, guk egingo genukeen ez bezala jokatu nahi duela Jainkoak: jendearen merezimenduak neurtzen jardun ordez, bere atzeman ezineko Onberatasunean gure errotiko salbazio-beharrari erantzun nahi diola?

Aitortu behar dut, egundoko pena sentitzen dudala pertsona onekin topo egin eta ikusten dudanean nola imajinatzen duten askotan Jainkoa: alegia, gure bekatuak eta merezimenduak zehazki idazten ariko balitz bezala, egun batean bakoitzari berea juxtu-juxtu emateko. Imajina al daiteke, betikotasun osoan lan hori egiten ariko litzatekeen halako pertsona baino gizatasun gabekorik?

Jainkoagan, baldintzarik gabeko Adiskide horrengan, sinestea, imajina daitekeen esperientziarik askatzaileena izan daiteke, bizitzeko eta hiltzeko indarrik adoretsuena. Ostera, Jainko zorrotz eta mehatxugile baten aurrean bizitzea, neurosi arriskutsuena eta suntsitzaileena bihur daiteke pertsona batentzat.

Ikasi beharra dugu ez nahasten Jainkoa geure eskema hertsi eta zikoitzekin. Ez genuke desitxuratu behar haren Ontasun atzeman ezina, Jesusek Jainkoaz agertu dizkigun zinezko ezaugarriak Itun Zaharreko Jainko zorrotz baten ezaugarriekin nahastuz. Jesusengan agertu zaigun Jainko Onaren aurrean, konfiantza da erantzun bakarra.

25 Tiempo ordinario (A) Mateo 20, 1-16

NO DESVIRTUAR LA BONDAD DE DIOS

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com

ECLESALIA, .- A lo largo de su trayectoria profética, Jesús insistió una y otra vez en comunicar su experiencia de Dios como “un misterio de bondad insondable” que rompe todos nuestros cálculos. Su mensaje es tan revolucionario que, después de veinte siglos, hay todavía cristianos que no se atreven a tomarlo en serio.

Para contagiar a todos su experiencia de ese Dios Bueno, Jesús compara su actuación a la conducta sorprendente del señor de una viña. Hasta cinco veces sale él mismo en persona a contratar jornaleros para su viña. No parece preocuparle mucho su rendimiento en el trabajo. Lo que quiere es que ningún jornalero se quede un día más sin trabajo.

Por eso mismo, al final de la jornada, no les paga ajustándose al trabajo realizado por cada grupo. Aunque su trabajo ha sido muy desigual, a todos les da “un denario”: sencillamente, lo que necesitaba cada día una familia campesina de Galilea para poder vivir.

Cuando el portavoz del primer grupo protesta porque ha tratado a los últimos igual que a ellos, que han trabajado más que nadie, el señor de la viña le responde con estas palabras admirables: “¿Vas a tener envidia porque yo soy bueno?”. ¿Me vas a impedir con tus cálculos mezquinos ser bueno con quienes necesitan su pan para cenar?

¿Qué está sugiriendo Jesús? ¿Es que Dios no actúa con los criterios de justicia e igualdad que nosotros manejamos? ¿Será verdad que Dios, más que estar midiendo los méritos de las personas como lo haríamos nosotros, busca siempre responder desde su Bondad insondable a nuestra necesidad radical de salvación?

Confieso que siento una pena inmensa cuando me encuentro con personas buenas que se imaginan a Dios dedicado a anotar cuidadosamente los pecados y los méritos de los humanos, para retribuir un día exactamente a cada uno según su merecido. ¿Es posible imaginar un ser más inhumano que alguien entregado a esto desde toda la eternidad?

Creer en un Dios, Amigo incondicional, puede ser la experiencia más liberadora que se pueda imaginar, la fuerza más vigorosa para vivir y para morir. Por el contrario, vivir ante un Dios justiciero y amenazador puede convertirse en la neurosis más peligrosa y destructora de la persona.

Hemos de aprender a no confundir a Dios con nuestros esquemas estrechos y mezquinos. No hemos de desvirtuar su Bondad insondable mezclando los rasgos auténticos que provienen de Jesús con trazos de un Dios justiciero tomados del Antiguo Testamento. Ante el Dios Bueno revelado en Jesús, lo único que cabe es la confianza.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

 

* ORAR CON EL EVANGELIO:(Jn. 3, 13-17)

DOMINGO XXIV. T.O.-A– SEPTIEMBRE 14

*LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

*          El nombre de esta fiesta puede confundir a más de uno, por eso comienzo diciendo, que los cristianos no tenemos ningún interés en exaltar una cruz; exaltamos al que murió en la cruz, a CRISTO, nuestro redentor. Es algo que tenemos que tener muy en cuenta. Porque los cristianos no exaltamos a Cristo por lo mucho que sufrió, sino por el mucho Amor con el que aceptó, libre y voluntariamente, los inmensos dolores de la crucifixión. Lo que nos salvó no fue el gran dolor de Cristo, sino su gran AMOR.
Si el sufrimiento de Cristo no hubiera sido el amor, hubiera sido estéril,  podia ser heroico social y políticamente. Pero los sufrimientos inútiles no nos interesan a los cristianos; no sólo no los queremos ni para nosotros ni para los demás, sino que luchamos, o tenemos que luchar, para evitarlos. Por amor al bien, y a la verdad, a la justicia, a la paz, tenemos que estar dispuestos a sufrir y aceptar sufrimientos que sean necesarios para que desaparezcan de nuestra vida y de nuestro mundo el pecado, la mentira, la injusticia, la guerra, y todo lo que se opone al verdadero Reino de Dios que nos quiere felices. Los cristianos tenemos que ser amantes de la alegría, de la paz, de la felicidad. Sabemos que para conseguir esto, hace falta esfuerzo y  sacrificio, pero por amor.

*          Jesús nos lo recuerda: “el que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”. Ese fue su camino en la tierra; Jesús la llevó día a día: la incomprensión, la persecución, la oposición y eso es para nosotros la cruz, a veces un “camino, cada dìa”. Jesús no eligió la cruz, pero tampoco se apartó de su camino, aunque este, le llevó a la cruz. Fue un camino de fidelidad a decir la verdad, a su luchar por la justicia, a su darse a los marginados, a combatir todo mal, toda trampa, y… esto fue mal visto y para El fue cruz para cada día y muerte.

* Entonces nos podemos preguntar ¿Tenemos que buscar el sufrimiento como si fuera algo bueno? Yo creo que no se trata de eso, sino de seguir a Jesús de intentar vivir como El viviría (en nuestra realidad concreta). Escoger un camino que ahora sea consecuente con lo que El nos enseñó: un camino, por ejemplo, que sirva a la verdad no a la mentira, al amor generoso y no al egoísmo insolidario, a la justicia de cada día y no al aprovecharse de los débiles…
*          Si hacemos esto, ninguno de nosotros necesitará buscar la cruz: la encontraremos sin buscarla, a lo mejor cada día… Pero la encontraremos como Jesús: como un camino de vida, camino que dará fruto.

*          Pero tenemos que escoger bien el camino y saber por adelantado que si es el de Jesús, será difícil, pero nos lleva a la vida plena.

*          Jesús no vino para suprimir el sufrimiento ni para explicarlo; seguirá siendo un misterio. El ha venido para acompañarlo con su presencia, su ayuda. Jesús no nos salva desde fuera por arte de magia, sino compartiendo nuestros problemas. Jesús no está en la cruz para adoctrinarnos, con palabras, sino para compartir nuestro dolor solidariamente.
*          Quisiera haber hecho la reflexión corta, pero, ¡Qué difícil! Hablar del misterio de la Cruz.

Que El, el crucificado por AMOR, nos enseñe más que a comprenderla, a vivirla cuando llega.

*ORACIÓN

Jesús baja en la encarnación hasta el corazón de la tierra”.

“Sólo se sube, si primero, se ha bajado”…

Dios y Padre nuestro, de todos, Te damos gracias porque nos diste a Jesús que ha querido acompañarnos en el camino, en este mundo, haciéndose solidario de nuestras alegrías y penas., de mostrándonos su amor misericordioso, atendiendo y sirviendo a todos.

Que no tengamos miedo de hacer el bien, aunque ello nos suponga a veces compartir el sufrimiento y la Cruz  como lo vivió nuestro compañero de camino Jesús de Nazaret.

Te pedimos por los que tienen una cruz más pesada en la vida debido a la enfermedad, soledad, a la falta de paz y solidaridad en nuestro mundo: Ayúdanos a saber estar a su lado y a sabernos ayudar mutuamente, siendo así unos para otros como Cristo crucificado, signos de esperanza y Resurrección.
*Podemos cantar interiorizando la letra. VICTORIA, TU REINARÁS, OH CRUZ, TU NOS SALVARÁS.

AMÉN. ZURIÑE