DOMINGO XXXI.T.O.-A- (Noviembre 2-08)

 

DOMINGO XXXI.T.O. – A – (Noviembre 2- 08)             ORAR CON EL EVANGELIO                   (Mt. 23, 1-12)            Señor, nuestro mundo gime, cargado de heridas.Duele la guerra provocada entre países pobres.Duele el hambre, la injusticia, la incultura…Duelen los inmigrantes, refugiados, parados y excluidosY no cuentan en esta loca historia nuestra.

 


DOMINGO XXXI.T.O. – A – (Noviembre 2- 08)             ORAR CON EL EVANGELIO                   (Mt. 23, 1-12)            Señor, nuestro mundo gime, cargado de heridas.Duele la guerra provocada entre países pobres.Duele el hambre, la injusticia, la incultura…Duelen los inmigrantes, refugiados, parados y excluidos

Y no cuentan en esta loca historia nuestra.

No permitas, Señor, que vivamos felices en el inconformismo, ni que nos consideremos hijos tuyos si no nos responsabilizamos de nuestros hermanos.No consientas que anide en nuestro corazón el orgullo y la miseria de quienes buscan sólo su bienestar. Guíanos, Señor, en la tarea que nos has encomendado de cambiar corazones y estructuras, día a día, para que nuestro mundo sea cada vez un poco más semilla y primicia de tu Reino, pues si Tú  no lo haces, confundiremos, lo que Tú quieres con nuestros mezquinos proyectos. Planta, Señor, semilla nueva dentro de nosotros.Áranos, riéganos, cuídanos como Tú sabes.Afina nuestra sensibilidad para que tú agua, Tú brisa y tus caricias hagan de nosotros un campo fértil donde florezca la paz, la justicia y la solidaridad.ESTO ES VIVIR EN LA VERDAD Y EN EL SERVICIO.Porque, más vale “SER”  que  “PARECER”                                                ZURIÑE        NUESTRO “RECUERDO”  A LOS DIFUNTOS.             La Palabra de Dios, a través de San Pablo, transforma nuestro recuerdo del pasado en memoria viva. “no ignoréis la suerte de los difuntos, no os aflijáis como los hombres sin esperanza, porque Dios los lleva con Él”Esta memoria viva, se hace presencia y convivencia:“Todos estaremos (viviremos) siempre con el Señor”Quiere decir que de nuestras raíces, de nuestros recordados seres queridos, sigue fluyendo, porque “están con el Señor”, una corriente de amor, la misma que nos dio la VIDA. Señor Jesús. Cuánto nos agrada escuchar lo que dijiste al buen ladrón: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”Queremos hacerte hoy la misma súplica que el buen ladrón. Para nosotros y por nuestros muertos.Jesús, acuérdate de nosotros, peregrinos hacia el Reino.Que nos sintamos salvados ya por tu amor incondicional.Que no  nos esclavice el miedo a la muerte.Que, en la enfermedad y el sufrimiento, sigamos amando como Tú.            Jesús, acuérdate de nuestros difuntos: De los que fueron amigos y enemigos nuestros. De los que hemos conocido o no hemos querido conocer. De los condenados de este mundo. De todos…            Esperamos, que TODOS, hayan encontrado el Misterio de tu bondad y misericordia. AMÉN                                        ZURIÑE