DOMINGO XXX.T.O. -A- (Mt 22, 34-40)

                        ORAR CON EL EVANGELIO
                               (Mt. 22, 34-40)

       Comienzo mi oración, poniéndome en el silencio, ante Jesús con sus Palabras de vida.
Y como todas las semanas trato de escuchar sus palabras, su mensaje, su Buena Noticia.
       Dejo que me cale como lluvia suave repitiendo despacio trozos de lo que leo en el Evangelio. Esto me lleva a la “pausa” al “silencio”. Y ahí siento que Él me habla y Jesús me descubre, me desvela su intimidad…

       Me ayuda a preguntarme: ¿cómo amo a Dios, cómo amo a las personas?, a las cercanas y a las lejanas, y a preguntarme: ¿Qué nombres llevo en mi corazón?.¿Qué personas me importan  y  cuales no ?.
        Callo y escucho en el  “silencio sonoro”  su voz…
        Y sigo preguntándome: ¿Cómo amo y cómo  voy a seguir  amando?…
        Jesús sigue diciendo:

 AMARÁS AL SEÑOR, TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA, CON TODO TU SER”… Y AMARÁS  A  TU  PRÓJIMO  COMO A TI  MISMO…

             Gracias, Señor, por habernos subrayado que el mandamiento mayor es tener presente a Dios, amarlo, amarlo por encima de todo, por encima de falsificaciones, de nuestros intereses y montajes ruines. Y gracias sobre todo, por enseñarnos que el mandamiento de amar a los demás, está tan ligado al 1º que no se puede separar, como la cara y la cruz de una moneda.El anverso lleva la efigie de Dios, y si giro la medalla, encuentro a los pobres, a los otros, los que me caen bien y los que me caen menos bien…
            Usas Cristo Jesús, el mismo verbo: “amarás” y se que amar es: tener afecto, sentir ternura y cariño, actuar con respeto, mimo y adoración, servicio. Poner “ascuas”  en el corazón, al compartir la vida.
            El amor, pues, sostiene la Alianza con Dios. Luego amar, es la única manera de ser creyente.            Al terminar este rato de oración, me brota una canción y la hago oración:
             Amar es entregarse, olvidándose de si, buscando lo que al otro puede hacerle feliz.
            Que bello es vivir para amar. Que grande es tener para dar.
            Dar alegría, felicidad, darse un@ mismo, eso es amar.

            Si amas como a ti mismo, si te entregas a los demás, verás que no hay egoísmo que
            no puedas superar.

             Señor, enséñanos  a  AMAR.

                                                           ZURIÑE