Declaración de la Conferencia «Vivir con dignidad»

5º aniversario de Kairos Palestina

Kairos Palestina |   Foro Ecuménico Palestina-Israel | Grupo de Turismo Alternativo

Del 2 al 4 de diciembre de 2014, más de 250 participantes procedentes de Palestina y de muchos otros países se reunieron en Belén para conmemorar el quinto aniversario de «Un momento de verdad: Una Palabra de Fe, Esperanza y Amor desde el corazón del sufrimiento palestino«, conocido como Kairos Palestina. El documento, elaborado por un grupo verdaderamente ecuménico de cristianos(as) palestinos(as), ofreció una palabra de esperanza en una situación desesperada. También marcó un fuerte compromiso para que las y los cristianos palestinos participen plenamente en la resistencia creativa para poner fin a la ocupación israelí, una realidad que de nuevo describimos como «un pecado contra Dios y la humanidad.»

El documento se ha convertido en un movimiento global activo. Personas en muchos otros contextos, inspiradas por Kairos Palestina, han vinculado sus luchas locales por la justicia con la lucha palestina por la libertad y la dignidad de todas las personas en Palestina e Israel. Damos gracias a Dios por las muchas iglesias que han recibido, estudiado y ofrecido comentarios sobre el documento. Damos gracias también por las muchas maneras en que Kairos Palestina es acompañado por tantos movimientos Kairos de todo el mundo, cada uno buscando la justicia en su propio contexto, uniendo su lucha a la del pueblo palestino.

Nuestra reunión reconoció que muchos de los objetivos y metas del documento Kairos Palestina no se han alcanzado. Estos cinco años han traído una gran dosis de sufrimiento a Palestina, Israel y a todo Medio Oriente. Las políticas opresivas de Israel y su continua ocupación de la tierra palestina contribuyen directamente a este sufrimiento. El trabajo de Kairos Palestina y el movimiento que ha inspirado aún no han concluido.

 

ANÁLISIS DEL CONTEXTO

Uno de los puntos fuertes de Kairos Palestina fue su análisis claro de la situación que enfrentan todas y todos los palestinos. Ese contexto ha cambiado durante los últimos cinco años, en general para peor.

A nivel regional, los últimos cinco años han visto los acontecimientos conocidos como la «primavera árabe». Muchos pueblos árabes han pasado de un gran optimismo de la sociedad civil al borde de la desesperación. Estos hechos han generado una erupción de extremismos de carácter religioso por todo Medio Oriente. Millones de personas han experimentado sufrimiento y desplazamiento sin precedentes.

Estos acontecimientos regionales han tenido resultados negativos para la primavera árabe y han marcado el contexto para discutir el conflicto palestino-israelí. Analistas geopolíticos sugieren que las preocupaciones regionales han reemplazado a la necesidad de poner fin a la ocupación israelí. Pero seguimos convencidos de que poner fin al conflicto palestino-israelí es un paso esencial hacia la pacificación de Medio Oriente. Por consiguiente, instamos a los responsables políticos de todo el mundo a tomar medidas urgentes para poner sus políticas nacionales en línea con el derecho internacional, a fin de alcanzar una paz justa.

En los últimos cinco años hemos asistido a la profundización de la ocupación israelí. En 2013 se aprobó la construcción del mayor número de viviendas para colonos judíos en tierras palestinas desde 1967. Más allá de la violencia y la opresión estructurales de la ocupación israelí, hemos sido testigos de un fuerte aumento de la violencia de los colonos, incluidas las agresiones a la vida humana y los intentos de ocupación de lugares sagrados. Las expresiones de racismo por parte de los ciudadanos judíos de Israel y de extremismo religioso en la calle han sido complementadas con legislación específica para definir a Israel como un Estado exclusivamente judío. Junto con las políticas permanentes de colonización, estas dinámicas dentro de la sociedad israelí hacen que sea casi imposible imaginar un Estado palestino independiente coexistiendo en paz junto al Estado de Israel.

Más recientemente, hemos visto amenazados los arreglos históricos que rigen el Haram al-Sharif (la explanada de las mezquitas). Estas tensiones ponen en evidencia los problemas específicos que enfrenta hoy Jerusalén. Durante esta conferencia, también escuchamos el testimonio cristiano desde Gaza, recordándonos que nuestros niños y niñas han experimentado tres guerras en cinco años.

A pesar de estos acontecimientos negativos, estamos experimentando un momento Kairos, donde la acción enfocada puede tener efectos positivos. Estados Unidos ya no está en el centro del llamado proceso de paz, lo que indica un cambio en el panorama político internacional. Los dirigentes palestinos se están acercando a las Naciones Unidas y a las instituciones afines en busca de una solución política y de acciones legales que limiten la cultura de la impunidad en toda la región. Vemos que otras potencias -especialmente en Europa- están hablando de poner fin a la ocupación ilegal israelí y de reconocer al Estado de Palestina. La Unión Europea y algunos parlamentos han dado pasos tentativos hacia la imposición de restricciones comerciales a los bienes producidos en las colonias israelíes ilegales. Instamos a los gobiernos a intensificar estos esfuerzos, aunque tememos que sus palabras puedan quedarse cortas y llegar demasiado tarde.

 

RESPONDIENDO AL CONTEXTO KAIROS

En junio de 2007, el llamamiento de Amán planteó un desafío a la Iglesia: «No más palabras sin hechos. Es momento de actuar.» El conflicto que aflige a Israel y Palestina está rodeado de muchas palabras. Seguimos llamando a la Iglesia mundial a la acción a través de una solidaridad exigente.

Por lo tanto, las y los participantes en esta conferencia del 5º aniversario afirmamos el valor de:

Escuchar atentamente las voces cristianas palestinas

    • Nos comprometemos nuevamente a escuchar las voces cristianas palestinas, a amplificarlas para permitir que sus perspectivas guíen la comunicación y la acción en nuestros propios contextos.
    • Con las y los cristianos palestinos, nos comprometemos a ser ministros(as) de la reconciliación y cultivadores de la esperanza. «No desmayamos (…) No miramos lo que se ve, sino lo que no se ve; porque lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno» (2 Cor. 4,16, 18).
    • Nos comprometemos a acompañar a las y los cristianos palestinos, en confraternidad con el Consejo Mundial de Iglesias, en la Peregrinación por la Justicia y la Paz.

Reflexión teológica continua y crítica

    • Nos comprometemos al estudio cuidadoso y al diálogo con la narrativa teológica cristiana palestina. La teología contextual palestina debe determinar las formas en que las y los cristianos de otros contextos comprenden e interactúan con el contexto palestino.
    • Reafirmamos los fundamentos teológicos de Kairos Palestina, que promueve una teología de fe, esperanza y amor. Esta teología reafirma la vida y nos llama a la solidaridad exigente. Vamos a trabajar para promover la teología de Kairos Palestina no sólo en nuestros propios ámbitos, sino también en las instituciones relacionadas con las iglesias, incluyendo escuelas y seminarios.
    • Asumimos la responsabilidad por las consecuencias políticas de las perspectivas teológicas que hemos recibido hasta ahora, y nos comprometemos a desarrollar teologías alternativas que afirmen los derechos de todos los seres humanos.
    • Buscamos formas responsables de compromiso teológico y político con judíos, cristianos, musulmanes y con todas las personas de buena voluntad comprometidas a trabajar para lograr una paz justa para Israel y Palestina.
    • Apoyamos el objetivo del Foro Ecuménico Palestina-Israel (PIEF) de confrontar conceptos e interpretaciones teológicas de la Biblia (incluidas las promovidas por el cristianismo sionista) que legitiman, promueven o aceptan la ocupación israelí ilegal.

Participación activa en la resistencia creativa

La resistencia creativa respeta y preserva la dignidad humana de todas las personas atrapadas en el actual sistema de opresión, a través de la tenacidad (sumud) para resistir al imperio, junto con acciones de no cooperación, desobediencia civil y todas las demás prácticas de resistencia no violenta.

    • La resistencia creativa vincula las luchas por la justicia en muchos contextos con la lucha en Palestina.
    • La resistencia creativa incorpora la literatura, la música, el teatro, la danza y las artes visuales en las expresiones públicas de resistencia.
    • La resistencia creativa encuentra la manera de ayudar a mantener viva la memoria de Palestina en el contexto de la opresión, para que la narrativa palestina permanezca profundamente arraigada en la tierra, firme como las raíces del árbol de olivo.

Promoción continua de las presiones económicas

    • Los sistemas económicos apuntalan cada aspecto de la continua ocupación ilegal israelí del territorio palestino.
    • Nos comprometemos a investigar y criticar los programas turísticos que crean falsas percepciones de la situación en Israel y Palestina, y a promover modelos de peregrinación y turismo responsables, en línea con la llamada de Kairos: «vengan y vean.»
    • Nos comprometemos a promover tanto en las iglesias como en nuestras sociedades el llamamiento de Kairos -que se hace eco de las demandas de la sociedad civil palestina- para implementar el boicot, la desinversión y las sanciones como vías no violentas de resistencia creativa hasta que la ocupación ilegal israelí llegue a su fin.

 

Una visión integradora de la paz justa en todo Medio Oriente

  • Reiteramos la objeción de Kairos Palestina a los sistemas políticos de carácter religioso. Hacer del Estado un Estado religioso -ya sea judío o islámico- sofoca al Estado, lo confina a límites estrechos y lo convierte en un Estado que practica la discriminación y la exclusión, privilegiando a algunas y algunos ciudadanos sobre los otros.
  • Con los Patriarcas y los Jefes de las Iglesias, hacemos un llamado para que Al-Quds/Jerusalén sea una ciudad santa compartida por dos pueblos y tres religiones. Nos tomamos muy en serio el llamado a orar por la paz de Jerusalén.

 

 

Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; perplejos, pero no desesperados. (2 Corintios 4,8)