Camerún: El combustible generado a partir de la palma aceitera amenaza a los pueblos

Camerún, uno de los países más agrícolas de África central, tiene una superficie de unos 475.500 Km2, y una población de 17 millones de habitantes. En la región meridional, unas 108.000 hectáreas de tierra se han destinado al cultivo de la palma aceitera y, de 2001 a 2006, 30.000 hectáreas de bosque se han desbrozado para expandir dicho cultivo.

De la palma aceitera desde siempre se ha extraído un aceite que se usa en la alimentación, tanto en el Camerún como en otros países costeros del centro y del oeste de África. Pero desde 2005, el mercado del biodiesel ha convertido este cultivo en un gran negocio para las empresas industriales.

Según el ingeniero Jean Momo, del Ministerio de Agricultura y Desarrollo rural, el gobierno lanzó en 2001, el proyecto “Palma aceitera” en el marco de su política de modernizar la agricultura y, con la ayuda del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, pretenden llegar en este año 2010, a 50.000 hectáreas más para lograr la producción de 250.000 toneladas,100.000 mas que en 2005.  

Las empresas agroindustriales, como la Socapalm, la Safacam y Ferme Suisse, están produciendo biodiesel desde 2005, supuestamente para favorecer el desarrollo de energías renovables; se niegan a difundir las cantidades que extraen, solamente han informado de que, parte de la producción, se exporta a Nigeria, Francia, Italia, Malasia e Indonesia mientras que otra parte es transformada por las industrias locales.

Esta producción y expansión del cultivo de la palma aceitera para la fabricación de agrocombustibles tiene enormes repercusiones en los bosques cameruneses y sobre las poblaciones que de ellas dependen. Marie Mendouga, de la Organización de Defensa del Ambiente, explica: “La tala de bosques para la plantación de palmas es una de las principales causas de la deforestación del país y de los incendios forestales, así como la explotación de la madera por los especuladores. Además, afecta a la propiedad de las tierras y de sus recursos, lo que obliga a desplazamientos de las poblaciones y ha cambiado radicalmente la vegetación de los ecosistemas locales”. 

Los habitantes de estos lugares denuncian cómo las empresas estafan y expolian, y se ven obligados a aceptar acuerdos basados en falsas promesas, impidiéndoles participar en las decisiones, dicen incluso que las plantaciones se realizan sin autorización gubernamental. Denuncian también de falta de información a las comunidades; de acuerdos no negociados; de la manipulación de los líderes tradicionales para forzar las ventas; de indemnizaciones impagadas; de ventajas prometidas e incumplidas; de tierras sin distribuir a los pequeños agricultores. Los responsables de Safcam y Socapalm se niegan a dar explicaciones arguyendo que no están autorizados a hablar con la prensa.

Por otra parte, los productos químicos utilizados por las empresas y los desechos de sus fábricas contaminan masivamente los cursos de agua de la zona y provocan enfermedades como diarreas, fiebre tifoidea o cólera, según confirma el Dr. Marc Dzomou de la clínica de la Esperanza en Yaundé.

Desde el año 1963, en que se realizó la primera plantación de palma aceitera en el Camerún, la historia de las plantaciones es dolorosa y está manchada de sangre y de lágrimas de las comunidades autóctonas, según comenta Pierre Minko del “Foro de Oportunidades por Iguales Derechos”, una ONG con sede en Yaoundé, la capital. “Con los proyectos de producción de biodiesel, los plantadores de palma y los promotores de esas empresas tienen mayores posibilidades de crecimiento, pero también en detrimento de las poblaciones aledañas”.

“Y sin embargo, nuestra historia es la historia silenciosa de las selvas desaparecidas para transformarse en plantaciones”, se lamenta Odette Lobe, del Comité de Desarrollo Comunal de Nyete, localidad afectada.  “Es la historia de las culturas ancestrales y de sus poblaciones transformadas en proletariados rurales. Sus voces claman para que se detenga la destrucción que provocan los promotores del biodiesel”

 

Fuente:http://www.cetri.be/spip.php?article1527&lang=fr

Extractado de Silvestre Tetchiada. Centre Tricontinental.