La familia de Jesús, esa gran desconocida

José Manuel Vidal en Religión Digital

De sus abuelos no sabemos nada y de su padre José, casi nada. ¿Qué sabemos hoy, a ciencia cierta, de José, María y Jesús? ¿Qué opinan los exegetas católicos más serios sobre los hermanos y hermanas de Jesús? ¿Es creíble que en la cultura judaica de su tiempo no hubiese formado una familia propia? ¿Cómo vivió su sexualidad? ¿Sintió tentaciones? ¿Pudo enamorarse? ¿Qué relación mantuvo con María Magdalena?

A pesar de ser el personaje más estudiado y analizado por la cultura occidental, Jesús sigue siendo uno de los más desconocidos. Poco se sabe con exactitud del hombre al que 1.000 millones de personas veneran como el «Hijo de Dios». Siglos de manipulaciones borraron las escasas pistas sobre su realidad. ¿Y los Evangelios?

Tradicionalmente se nos han presentado como textos históricos. Hoy, todos los teólogos reconocen que no se puede escribir con ellos una biografía de Jesús. «El Evangelio es un testimonio de los creyentes. Lo que los evangelistas cuentan no es historia, sino expresión de su fe en Jesucristo», explica en sus obras el prestigioso teólogo holandés Edward Schillebeck.

Y si de su vida sabemos poco, de su infancia casi nada. Y de su familia, menos. Los abuelos maternos de Jesús no aparecen para nada en los Evangelios. Pero la tradición cristiana no podía dejar al Gran Niño sin abuelos maternos. Sería un pecado contra la ternura. Ese hueco se reconstruye piadosamente a través del «Protoevangelio de Santiago», un apócrifo escrito en el siglo II, en el que aparecen Joaquín y Ana como padres de María. De la abuela paterna, ni rastro. El abuelo paterno, en cambio, sí figura en los Evangelios de Mateo y Lucas, pero con distinto nombre: Jacob y Helí.

De José, el padre de Jesús, también sabemos muy poco. Era un «tekton» (obrero de la construcción) y los propios Evangelios lo presentan poco más que como una sombra. El teólogo y periodista Juan Arias sostiene en su reciente obra «María, esa desconocida» (Maeva) que José era «un joven de unos 16 a 18 años, que se casó con María cuando ésta tenía entre los 12 y los 16, y no un anciano viudo con seis hijos de un matrimonio anterior, como sostienen los apócrifos». Leer mas…