Después de ETA: la reconciliación, camino para la convivencia

Javier Elzo, sociólogo

¿Es posible buscar la reconciliación para el futuro de una sociedad herida o favorece la impunidad?» Se puede buscar la reconciliación sin impunidad, pues la reconciliación presupone la justicia, pero una justicia que sea restauradora.

Cuando asesinaron a Ellacuría y compañeros, el año 1989, en la UCA (Universidad Católica) de El Salvador,José María Tojeira era el provincial de la Compañía de Jesús y le tocó recoger los cadáveres y gestionar el triste acontecimiento frente al gobierno de extrema derecha. De 1997 a 2010 fue sucesor de Ellacuría como rector de la UCA.

Tojeira tuvo una intervención histórica en el Centro Pignatelli de Zaragoza en febrero de 1996 donde explicó la expresión «Verdad, justicia, perdón», ya histórica, y que dio título a su aportación al libro «Los derechos humanos, camino hacia la paz» (1997).

En esa publicación conocí la expresión «Verdad, justicia, perdón» y la adopté en mis trabajos, añadiendo, por mi parte, el reconocimiento del dato injusto causado por parte de todos los victimarios para, transitando por el camino de la reconciliación, buscar la convivencia activa en las personas y en las sociedades dañadas por la violencia.

Nunca pude imaginar que un día iba a tener el honor de compartir Mesa con José María Tojeira. Fue en noviembre de 2013, en el ya mentado Centro Pignatelli de los jesuitas en Zaragoza. Pensando, él en El Salvador y yo en Euskadi, respondimos a esta cuestión: «¿Es posible buscar la reconciliación para el futuro de una sociedad herida o favorece la impunidad?». Nuestra respuesta fue, nítidamente, afirmativa: se puede buscar la reconciliación sin impunidad, pues la reconciliación presupone la justicia, pero una justicia que sea restauradora.

La política tras ETA

Estos días pasados, ante la perspectiva del final de ETA, ya materializada en sus dos últimos comunicados, y oficializada y avalada en los actos y textos de Ginebra, Kanbo, la Moncloa y Bertiz, con textos que requieren tratamiento propio, me han preguntado varios medios de comunicación sobre qué cambio político cabe esperar ahora que ETA ya es historia. Pues, en efecto, cuando ETA asesinaba, secuestraba, extorsionaba etc., etc., se decía que nada se podía negociar pues las cartas estaban marcadas por la violencia de ETA y, se añadía que, sin violencia, sin embargo, todo sería discutible.   Leer más…

Javier Elzo en Religión Digital, 9 de mayo de 2018

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Reconciliación y paz

Si ETA ha pedido perdón, aunque no como debía haberlo hecho, también lo habría de hacer el gobierno que propició el GAL y los obispos españoles por el apoyo de sus predecesores al franquismo.

«Una convivencia fundamentada solo en relaciones de fuerza, no es humana». Estas palabras de la encíclica «Paz en la tierra», del papa Juan XXIII, explican bien claramente cuales habrían de ser las actitudes de los pueblos y de los hombres en las relaciones mutuas, para así construir un mundo más pacífico. He recordado este fragmento de la «Pacem in terris», por la petición de perdón que ha hecho ETA por el dolor causado a las víctimas y también por el texto de los obispos vascos.

Cabe recordar que el 11 de julio de 2009 tuvo lugar una celebración litúrgica en la catedral nueva de Vitoria, en memoria de Martín Lekuona, Jose Sagarna y otros 12 sacerdotes más que fueron fusilados por el régimen franquista. 12 presbíteros diocesanos de Vitoria, un claretiano y un carmelita descalzo, los nombres de los cuales fueron silenciados durante años y años desde que fueron asesinados sin exequias ni ningún tipo de recuerdo.

La Eucaristía presidida por los tres obispos del País Vasco en aquel momento (Juan Mª Uriarte de San Sebastián, Miguel Asurmendi en Vitoria y Ricardo Blázquez en Bilbao) en memoria de estos pastores de la Iglesia, representó un signo de purificación, de reconciliación y de solidaridad fraterna.

También la Iglesia ha de saber pedir perdón por su connivencia con el franquismo, porqué la guerra civil (o incivil), como también el terrorismo de ETA, fue una ruptura, un enfrentamiento marcado por el odio y por la violencia. Y porqué hubo una ruptura, hacía falta que hubiese también una reconciliación fundamentada en la justicia y en el amor fraterno.

Se ha hablado mucho ahora del perdón que ETA ha pedido, mientras reconoce el dolor causado a las víctimas, aunque, desgraciadamente, ha diferenciado unas víctimas de las otras y por eso ha sido criticada su petición de perdón. Pero ¿cuándo han pedido perdón los gobiernos por la violencia del GAL? El Sr. José Barrionuevo ¿ha pedido perdón después de haber sido condenado a prisión? ¿Y el coronel Rodríguez Galindo?

«Dios nos ha confiado el ministerio de la reconciliación», escribía San Pablo a los cristianos de Corintio (2 C 5:18).     Leer más…

Josep Miquel Bausset en Religión Digital, 26 de abril de 2018